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martes, 31 de diciembre de 2013

En medio del malestar mundial hay lugar para la alegría 2013-12-31 - Por: LEONARDO BOFF - proyecto de la modernidad - futuro de la especie - El placer - la alegría - alegría de bobos alegres - inteligencia intelectual - inteligencia cordial - verdad abstracta -

En medio del malestar mundial hay lugar para la alegría

2013-12-31

En medio del innegable malestar mundial irrumpió sorprendentemente este año una figura que nos devolvió esperanza, alegría y gusto por la belleza: el Papa Francisco. 

Su primer texto oficial lleva como título Exhortación Apostólica Alegría del Evangelio. Un texto entreverado de alegría, de las categorías del encuentro, de la proximidad, de la misericordia, del lugar central de los pobres, de la belleza, de la “revolución de la ternura” y de la “mística del vivir juntos”.
Tal mensaje es un contrapunto a la decepción y al fracaso ante las promesas del proyecto de la modernidad de traer bienestar y felicidad para todos. 

En realidad está poniendo en peligro el futuro de la especie por el asalto avasallador que sigue haciendo sobre los bienes y servicios escasos de la Madre Tierra. 

Bien dice el Papa Francisco: «la sociedad tecnológica ha logrado multiplicar las posibilidades de placer pero encuentra muy difícil engendrar la alegría» (Exhortación, nº7). 

El placer es cosa de los sentidos. La alegría es cosa del corazón. Y nuestro modo de ser es sin corazón.
No es una alegría de bobos alegres que lo son sin saber por qué. Brota de un encuentro con una Persona concreta que le suscitó entusiasmo, lo elevó y simplemente lo fascinó. 

Fue la figura de Jesús de Nazaret. No se trata de aquel Cristo cubierto de títulos de pompa y gloria que la teología posterior le confirió. 

Es el Jesús del pueblo sencillo y pobre, de las carreteras polvorientas de Palestina que traía palabras de frescor y de fascinación. 

El Papa Francisco da testimonio del encuentro con esa Persona. Fue tan arrebatador que cambió su vida y le creó una fuente inagotable de alegría y de belleza. Para él evangelizar es rehacer esta experiencia, y la misión de la Iglesia es recuperar el frescor y la fascinación por la figura de Jesús. 

Evita la expresión ya oficial de “nueva evangelización”. Prefiere “conversión pastoral” hecha de alegría, belleza, fascinación, proximidad, encuentro, ternura, amor y misericordia.
Qué diferencia con sus predecesores de siglos anteriores que presentaban un cristianismo como doctrina, dogma y norma moral. 

Se exigía adhesión inquebrantable y sin el menor asomo de duda, pues gozaba de las características de la infalibilidad.
El Papa Francisco entiende el cristianismo en otra clave. No como una doctrina, sino como un encuentro personal con una Persona, con su causa, con su lucha, con su capacidad para afrontar las dificultades sin huir de ellas. 

Agradan sobremanera las palabras contenidas en la Epístola a los Hebreos donde se dice que Jesús 
“pasó por las mismas pruebas que nosotros
… que experimentó todas las flaquezas
… que entre gritos y lágrimas suplicó a aquel que podía salvarlo de la muerte y que no fue atendido en su angustia”, según los estudios de dos grandes sabios de las Escrituras, A. Harnack y R. Bultmann, que dan esta versión en lugar de la que está en la Epístola: 
“y fue escuchado en atención a su piedad” (eusebeia en griego puede significar, además de piedad, también angustia) 
“y aprendió a obedecer mediante el sufrimiento”(Hebreos 4,15; 5,2.7-8).
En la evangelización tradicional todo pasaba por la inteligencia intelectual (intellectus fidei), expresada por el credo y por el catecismo. 

En la Exhortación, el Papa Francisco llega a decir que «hemos aprisionado a Cristo en esquemas aburridos… privando así al cristianismo de su creatividad» (nº 11). 

En su versión, la evangelización pasa por la inteligencia cordial (intellectus cordis) porque ahí tiene su sede el amor, la misericordia, la ternura y el frescor de la Persona de Jesús. 

Ella se expresa por la proximidad, por el encuentro, por el diálogo y por el amor. 

Es un cristianismo-casa-abierta para todos, «sin fiscales de doctrina», no una fortaleza cerrada que intimida.
Ese es, pues, el cristianismo que necesitamos, capaz de producir alegría, pues todo lo que nace verdaderamente de un encuentro profundo y verdadero genera una alegría que nadie puede quitar. 

Es como la alegría de los sudafricanos en el entierro de Mandela: nacía del fondo de corazón y movía todo el cuerpo.
En nuestra cultura mediática e internética nos falta ese espacio de encuentro, de ojos en los ojos, cara a cara, piel a piel. 

Para eso tenemos que realizar “salidas”, palabra que repite siempre el Papa. “Salida” de nosotros mismos hacia el otro, “salida” a las periferias existenciales (las soledades y los abandonos) “salida” hacia el universo de los pobres. 

Esa “salida” es un verdadero “Éxodo” que trajo alegría a los hebreos libres del yugo del faraón.
Nada mejor que recordar el testimonio de F. Dostoievski al “salir” de la Casa de los Muertos en Siberia: 

«A veces Dios me envía instantes de paz; en esos instantes, amo y siento que soy amado; en uno de esos momentos compuse para mí mismo un credo, donde todo es claro y sagrado. Ese credo es muy sencillo. Es éste: creo que no existe nada más bello, más profundo, más simpático, más humano, más perfecto que Cristo; y me lo digo a mi mismo con un amor celoso, que no existe ni puede existir. 
Y más que eso: si alguien me probara que Cristo no está en la verdad y que ésta no se encuentra en él, prefiero quedarme con Cristo a quedarme con la verdad».
El Papa Francisco haría suyas estas palabras de Dostoievski. No es una verdad abstracta que llena la vida, sino el encuentro vivo con una Persona, con Jesús, el Nazareno. A partir de él la verdad se hace verdad. Si el 2014 nos trae un poco de ese encuentro (llámenlo Cristo, lo Profundo, el Misterio en nosotros, lo Sagrado de todo ser), entonces habremos cavado una fuente de donde brota una alegría que es infinitamente mejor que cualquier placer inducido por el consumo. 


lunes, 30 de diciembre de 2013

Frases De Eduardo Galeano


Frases De Eduardo Galeano

Las bombas inteligentes, que tan burras parecen, son las que más saben. Ellas han revelado la verdad de la invasión. Mientras Rumsfeld decía: “Estos son bombardeos humanitarios”, las bombas destripaban niños y arrasaban mercados callejeros.

La realidad de un país es muy compleja, muy contradictoria, muy difícil de desentrañar, y para conocer una realidad no es asunto de estar unos días, una semana o dos o tres en un país. La realidad de cada país es una señora bastante misteriosa.

Por suerte creo que estoy fuera de los géneros. Y eso es el resultado de muchos años de trabajo en que fui descubriendo que lo mío era una síntesis de diferentes géneros. Una tentativa de síntesis para recuperar la unidad perdida del lenguaje humano.

Habitamos un mundo al revés por la sencilla razón de que es un mundo que recompensa la especulación y castiga el trabajo. 
Entonces es un mundo al revés porque recompensa al revés, recompensa lo que debería castigar y castiga lo que debería recompensar.

Yo les disparo a las etiquetas. Y cuándo me dicen escritor de qué. Yo digo: de todo, de cualquier cosa. O cuándo me dicen usted es poeta; respondo, no, no escribo poesía, o a lo mejor la escribo y no me doy cuenta, y eso me llena de alegría, porque la literatura que más me gusta es la que revela la poesía escondida.

Son cosas chiquitas. No acaban con la pobreza, no nos sacan del subdesarrollo, no socializan los medios de producción y de cambio, no expropian las cuevas de Alí Babá. Pero quizá desencadenen la alegría de hacer, y la traduzcan en actos. Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable.

Las prisiones y los fusilamientos en Cuba son muy buenas noticias para el superpoder universal, que está loco de ganas de sacarse de la garganta esta porfiada espina. 
Son muy malas noticias, en cambio, noticias tristes que mucho duelen, para quienes creemos que es admirable la valentía de ese país chiquito y tan capaz de grandeza, pero también creemos que la libertad y la justicia marchan juntas o no marchan.

Mis libros se ocupan de todo. De todos los temas imaginables. Nada de lo humano me es ajeno, pero me interesa también la vida de los bichos, los fenómenos de la naturaleza. Por lo tanto la etiqueta de escritor político es algo que rechazo, porque me limita y me amenaza con convertirme en un autor panfletario, a las órdenes de algún partido o alguna religión, y eso no tiene nada que ver conmigo. 
Soy un hombre muy libre y escribo muy libremente.

[Sobre Internet] Paradójicamente algo que nació al servicio de la muerte, como un invento del Pentágono para coordinar en escala planetaria sus planes de agresión contra otros países, se convirtió en un instrumento de vida. La gente transformó en su fin original y gracias a eso puede encontrarse, reunirse en torno a objetivos comunes y puede auto convocarse para rechazar las injusticias. Para protestar. Son esas paradojas que te ayudan a vivir y te demuestran que no hay nada definitivo. Hay muchas cosas que nacen en un sentido y terminan viviendo en otro.

¿Hasta cuándo los países latinoamericanos seguiremos aceptando las órdenes del mercado como si fueran una fatalidad del destino? ¿Hasta cuándo seguiremos implorando limosnas, a los codazos, en la cola de los suplicantes? 
¿Hasta cuándo seguirá cada país apostando al sálvese quien pueda? 
¿Cuándo terminaremos de convencernos de que la indignidad no paga? 
¿Por qué no formamos un frente común para defender nuestros precios, si de sobra sabemos que se nos divide para reinar? 
¿Por qué no hacemos frente, juntos, a la deuda usurera? 
¿Qué poder tendría la soga si no encontrara pescuezo?

El sistema capitalista se come todo lo que encuentra. 
Incluye una ideología, una moral, una concepción de la vida y de las cosas que es peligrosa para el género humano y para el planeta que habitamos. 
Es bueno, bajo ese sistema, todo lo que es rentable, y todo lo que no es rentable no merece existir. 
Eso conduce a la rifa del planeta. De hecho las dos actividades más lucrativas en el mundo de hoy son actividades enemigas de la condición humana: el comercio de drogas y el comercio de armas. 
Las armas son parte esencial de la industria militar, que es en realidad una industria criminal

FRASES PARA REFLEXIONAR - MARIO BENDETTI


FRASES PARA REFLEXIONAR - MARIO BENDETTI


Es una reflexión penosa para un hombre considerar lo que ha hecho, comparado con lo que debió hacer.


Es necesario alternar la reflexión y la acción, que se completan y corrigen la una con la otra. También para avanzar se necesitan las 2 piernas: la acción y la reflexión. . .


La reflexión es uno de las principales medios que tienen los líderes de aprender del pasado.


Lo bello es aquello que es inteligible sin reflexión.


Siempre el sol en el verano trae alegria pero el frio del invierno nos trae reflexion. Lo que tu prefieras te ayuda a pasar cada temporada feliz dando gracias por vivir



La reflexión calmada y tranquila desenreda todos los nudos.

MEGAMINERIA . MINERA ALUMBRERA - EL PESO DEL ORO

EL PESO DEL ORO

http://www.youtube.com/watch?v=2_1qsdkYK94

No a una economía de la exclusión - inequidad. - competitividad - ley del más fuerte - Se considera al ser humano en sí mismo como un bien de consumo - cultura del «descarte» - teorías del derrame - globalización de la indiferencia - nueva idolatría del dinero, - crisis antropológica - la dictadura de la economía - el consumo - PAPA FRANCISCO en EVANGELII GAUDIUM -


 “No a una economía de la exclusión; 


Así como el mandamiento de «no matar» pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir «no a una economía de la exclusión y la inequidad». 

Esa economía mata. No puede ser que no sea noticia la muere de frío de un anciano en calle, y que sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa de valores. 

Eso es exclusión. No puede tolerarse más que se tire comida cuando hay gente que pasa hambre. 

Eso es inequidad. Hoy todo entra dentro del juego de la competitividad y de la ley del más fuerte, donde el poderoso se come al más débil. 

Como consecuencia de esta situación, grandes masas de la población se ven excluidas y marginadas: sin trabajo, sin horizontes, sin salida. 

Se considera al ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar. 

Hemos dado inicio a la cultura del «descarte» que además, se promueve. Ya no se trata simplemente del fenómeno de la explotación y de la opresión, sino de algo nuevo: con la exclusión queda afectada en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en la que se vive, pues ya no se está en ella abajo, en la periferia, o sin poder, sino que se está afuera. Los excluidos no son «explotados» sino desechos, «sobrantes».

En otra parte continúa Francisco: 


“Algunos todavía defienden las teorías del «derrame», que suponen que todo crecimiento económico, favorecido por la libertad de
mercado, logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en el mundo. 


Esta opinión, que jamás ha sido confirmada por los hechos, expresa una confianza burda e ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico y en los mecanismos sacralizados del sistema económico imperante. 

Mientras tanto, los excluidos siguen esperando. Para poder sostener un estilo de vida que excluye a otros, o para poder entusiasmarse con ese ideal egoísta, se ha desarrollado una globalización de la indiferencia. 

No a la nueva idolatría del dinero, sigue señalando el Papa. Una de las causas de esta situación se encuentra en la relación que hemos establecido con el dinero, ya que aceptamos pacíficamente su predominio sobre nosotros y nuestras sociedades. 

La crisis financiera que atravesamos nos hace olvidar que en su origen hay una profunda crisis antropológica: ¡la negación de la primacía del ser humano! 

Hemos creado nuevos ídolos. La adoración del antiguo becerro de oro ha encontrado una versión nueva y despiadada en el fetichismo del dinero y en la dictadura de la economía sin un rostro y sin un objetivo verdaderamente humano. 

La crisis mundial que afecta a las finanzas y a la
economía pone de manifiesto sus desequilibrios y, sobre todo, la grave carencia de su orientación antropológica que reduce al ser humano a una sola de sus necesidades: el consumo.”

sábado, 28 de diciembre de 2013

NO TE RINDAS - MARIO BENEDETTI


Mario Benedetti


No te rindas




No te rindas, aún estás a tiempo

De alcanzar y comenzar de nuevo,

Aceptar tus sombras,

Enterrar tus miedos,

Liberar el lastre,

Retomar el vuelo.


No te rindas que la vida es eso,

Continuar el viaje,

Perseguir tus sueños,

Destrabar el tiempo,

Correr los escombros,

Y destapar el cielo.


No te rindas, por favor no cedas,

Aunque el frío queme,

Aunque el miedo muerda,

Aunque el sol se esconda,

Y se calle el viento,

Aún hay fuego en tu alma

Aún hay vida en tus sueños.


Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo

Porque lo has querido y porque te quiero

Porque existe el vino y el amor, es cierto.

Porque no hay heridas que no cure el tiempo.


Abrir las puertas,

Quitar los cerrojos,

Abandonar las murallas que te protegieron,

Vivir la vida y aceptar el reto,

Recuperar la risa,

Ensayar un canto,

Bajar la guardia y extender las manos

Desplegar las alas

E intentar de nuevo,

Celebrar la vida y retomar los cielos.


No te rindas, por favor no cedas,

Aunque el frío queme,

Aunque el miedo muerda,

Aunque el sol se ponga y se calle el viento,

Aún hay fuego en tu alma,

Aún hay vida en tus sueños


Porque cada día es un comienzo nuevo,

Porque esta es la hora y el mejor momento.

Porque no estás solo, porque yo te quiero.

La segunda juventud de Marx



VIERNES, 27 DE DICIEMBRE DE 2013

La segunda juventud de Marx

Francesc Arroyo (Desde Colombia. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

El marxismo, desterrado tras el derrumbe soviético, revive en algunos círculos académicos y culturales. En el 15-M los referentes van desde Hessel a Mafalda.

El libro más vendido de la historia es la Biblia. El segundo es el Manifiesto comunista, de Karl Marx, una obra que ha visto resurgir sus ventas en los últimos años. Lo mismo sucede con El Capital, otra obra del filósofo alemán que vende cientos de miles de ejemplares en todo el mundo en versiones que sorprenderían sobremanera a su autor. En España, acaba de llegar a las librerías una edición de El Capital en versión manga (Herder), traducción de un volumen japonés del que se han vendido la friolera de 120.000 ejemplares. Se trata de una adaptación libre en la que se ha inspirado el director chino de teatro He Nian para convertirlo en un musical.



‘El Capital’ en versión manga ha vendido 120.000 ejemplares en Japón

Reaparecen, además, obras centradas en analizar la figura del pensador, como la biografía Karl Marx: A Nineteeth-Century Life, que acaba de publicar el profesor de la Universidad de Missouri Johathan Sperber. Y a ambos lados del Atlántico asistimos a representaciones de Marx en el Soho, del estadounidense Howard Zinn, una obra en la que el filósofo es enviado por error al SoHo neoyorquino de finales de los noventa en lugar de al Londres de la revolución industrial. El actor Brian Jones ha llevado esta obra durante los últimos años a decenas de salas universitarias (en abril la representó en el Massachusetts College of Liberal Arts) en EE UU y en Madrid se estrenó recientemente la versión adaptada Marx en Lavapiés.

La imagen y el pensamiento del pensador alemán, casi desterrados de los círculos políticos, académicos y culturales tras la caída soviética, resurge en un momento en el que una severa crisis promueve la búsqueda de respuestas alternativas al capitalismo convencional. Sin embargo, cuando de lo que hablamos es de grandes movimientos sociales como el 15-M o los Indignados, Marx comparte cartel con una ecléctica lista de referentes filosóficos y morales, que abarcan desde los documentales de Michael Moore hasta la película Inside Job, pasando por las obras de autores como Stéphane Hessel y José Luis Sampedro, el creador de cómics Ivà (Historias de la puta mili) o personajes como Mafalda.

La obra ‘Marx en el Soho’, de Howard Zinn, retorna a las salas en varios países

En lo académico, hay autores que llegaron al marxismo en los sesenta y setenta y siguen considerándolo una herramienta válida para interpretar la realidad. Entre ellos figura Juan Ramón Capella, catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Barcelona, que sostiene que “el marxismo resulta clave para entender el presente”. Una tesis similar a la del historiador Carlos Martínez-Shaw o el filósofo francés Jacques Rancière. Otros han descubierto a Marx tras una larga trayectoria en la otra orilla. El economista grecoaustraliano Yanis Varoufakis, profesor en la Universidad de Texas tras ser asesor de George Papandreu cuando este gobernaba, declaró recientemente: “La única forma en que he podido hacerme inteligible el mundo es a través de los ojos metodológicos de Marx. Hecho que basta para hacer de mí un teórico marxista”. En una línea similar estaría el filósofo italiano Gianni Vattimo, que llega al marxismo desde el cristianismo y Heidegger.

En los antípodas se sitúan autores como Miquel Porta Perales, autor del libro La tentación liberal, quien sostiene que “el marxismo, como teoría de interpretación y transformación del mundo, entró en crisis hace décadas: el materialismo dialéctico es una entelequia; el materialismo histórico, una manera más de aproximarse a la historia; la lucha de clases, una pugna que busca más trabajo y mayor salario; el proletariado, un ente que desea integrarse en una prosperity capitalista hoy en crisis; la democracia real, una forma de despotismo; la sociedad sin clases, el paradigma de la sociedad cerrada”. Pese a su dura diatriba, Porta Perales reconoce que el marxismo retorna “porque ofrece certeza antiliberal y confort radical: la certeza que permite confirmar ¡por fin! la verdad última del capitalismo explotador; el confort que se obtiene al proponer ¡por fin! una alternativa al sistema”.

El economista Joaquín Trigo, del Instituto de Estudios Económicos, que en su juventud se sintió atraído por el marxismo, sostiene hoy que carece de vigencia y que Marx “nunca estuvo en una fábrica”, así que sus análisis ni sirven ahora, ni servían antes.

El teórico no tuvo en cuenta cuestiones como la ecología o el género

Joana García Grenzner, feminista vinculada a los Indignados, sostiene que el marxismo sí sirve para cubrir un vacío a la hora de analizar la realidad social y económica. Grenzner toma a Marx como una de sus referencias a pesar de que apenas trató dos de los asuntos centrales para ella: el feminismo y el ecologismo. La activista insiste en que sus opiniones son solo suyas y no representan a ningún movimiento. Una precisión que también hacen varios adheridos al 15-M en Barcelona, que para pronunciarse sobre este asunto tuvieron que celebrar una asamblea para recoger opiniones, todas “individuales”.

Según estos activistas, su acercamiento al marxismo es indirecto. “Tenemos en común la crítica al capitalismo”, dicen Paco y Pepe. Cuando repasan los autores que les han influido citan a Sampedro, Hessel, Chomsky, Orwell, Huxley y Kropotkin. Un miembro de la asamblea cita también a Marx y Trotsky. Paco destaca la fuerte influencia para él de las historias antimilitaristas de Ivà, las tiras de Mafalda o un libro como La economía no existe (Los libros del lince), del periodista Antonio Baños. Varios de los participantes en el debate señalaron que sus principales fuentes de inspiración son la calle, los movimientos sindicales y vecinales, la plataforma antidesahucios y las redes sociales, además de las llamadas “primaveras árabes”. “Bebemos más de los autores underground que de los clásicos”, “los clásicos son muy duros”, dice Pepe.

“Lo que le da sentido es la lucha contra la injusticia”, dice Manuel Cruz

La dificultad que algunos de estos textos suponen para parte del público fue algo que tuvo en cuenta la editorial Nórdica Libros a la hora de publicar el Manifiesto Comunista en versión ilustrada, uno de los libros más vendidos en la feria del libro de Madrid de 2012. Según su editor, Diego Moreno, “uno de los motivos por los que publicamos el libro es la vigencia de muchos de sus apartados, pero también queríamos hacer una edición que llegase a un público amplio. Se trata de uno de los clásicos del pensamiento occidental. Queríamos alejarnos de los prejuicios que sienten muchos”. Su colega, Raimund Herder, afirma: “Hemos editado libros como Comunismo Hermenéutico de Gianni Vattimo y Santiago Zabala o la versión manga de El Capital porque, 23 años después del fracaso soviético, tenemos que reconocer que su oponente, el liberalismo, también ha fracasado, con consecuencias fatales para la sociedad, la democracia, la ecología”. “Vattimo no propone volver al comunismo o un marxismo metafísico, señala, sino recuperar sus ideas aún vigentes”.

El aparente reverdecer de Marx ha sido reseñado por autores como Stuart Jeffries, columnista del diario británico The Guardian, que tituló uno de sus recientes artículos casi con una declaración: Por qué el marxismo renace de Nuevo. El escritor Jonathan Sperber se preguntaba en sus mismas páginas: ¿Es Marx aún relevante? Y la respuesta era afirmativa, con mención especial de su valía para entender las crisis recurrentes del capitalismo.

Según el catedrático Juan Ramón Capella, “los instrumentos de análisis de Marx, en general, siguen siendo válidos”. En particular, para explicar “tres fenómenos: las crisis cíclicas del capitalismo, la concentración del poder económico y la contrarrevolución política, consecuencia de la caída del beneficio capitalista”. El profesor considera que no hay que tomar a Marx como un dogma: “Él conoció la primera revolución industrial y nosotros estamos en la tercera”. Además, “era un convencido del progreso técnico y no vio algunos de los peligros del desarrollismo. Por ejemplo, no comprendió la elasticidad indefinida de las necesidades humanas”. Pero la idea que expresa el lema “socialismo o barbarie” sigue siendo válida, opina. “La barbarie es una sociedad sin reglamentar, a merced solo del mercado”, señala, para concluir: “Hay quien defiende el ultraliberalismo con el argumento de que el Estado no entiende de economía. Bueno, el mercado tampoco”.

“Ofrece certeza antiliberal y confort radical”, afirma Miquel Porta Perales

Que Marx permite formular respuestas a los retos actuales es algo que sostienen también el catedrático Carlos Martínez-Shaw, el economista Carlos Berzosa, el filósofo Manuel Cruz o el dirigente del PCE José Luis Centella, entre otros. Según Berzosa, “Marx nunca ha perdido vigencia, aunque sí ha habido intentos de anularlo, de relegarlo a la historia”. Tras el hundimiento del socialismo real, señala, “se le atacó con el argumento de que había perdido vigencia, pero hoy podemos ver la importancia de sus análisis”. Berzosa, como Capella, no pretende que Marx acertara en todo. “Hay que leer a Marx de forma abierta, porque él no tuvo en cuenta aspectos como la ecología o la lucha de género”. En un sentido similar se expresa Centella. “Marx no es un catecismo ni una máquina de dar respuestas, pero nos permite entender que la crisis no es cosa de unos golfos, sino que está vinculada a la estructura económica del capitalismo”.

Manuel Cruz, profesor de Filosofía en la Universidad de Barcelona, reflexiona: “La crisis del marxismo suele presentarse como algo evidente, a partir del fracaso del denominado socialismo real. Pero el marxismo no es solo eso. No caben descalificaciones genéricas: quienes cuestionen la cientificidad de los análisis marxianos vienen obligados a demostrar científicamente su falsedad o sus errores”. En su opinión, “el elemento que proporciona sentido y coherencia al marxismo es el impulso moral por acabar con la injusticia. Por eso no tiene derecho a reclamarse del marxismo ni el marxista de salón ni el oscuro burócrata del aparato de partido, sino quien, desde el conocimiento y la voluntad de transformar, posee también la sensibilidad que le hace vivir como intolerable el sufrimiento humano provocado por un orden social injusto”.

Carlos Berzosa: “Nunca ha perdido vigencia, aunque se intenta anularlo”

Para Albert Recio, profesor de Economía de la Universidad Autónoma de Barcelona, “Marx no solo no ha caducado, es un gran clásico y está ganando vigencia y aceptación social debido a la crisis”. Sus ideas valen especialmente para explicar “los conflictos de clase, la crítica al capitalismo y el empleo del ejército industrial de reserva”, expresión que Marx emplea para referirse a los parados. En El capital, no deja de anotar la relación directa entre el salario y el número de personas en paro. En cambio, dice Recio, “Marx no vio la importancia de las estructuras nacionales, un asunto que llevó a la segunda generación de marxistas [Lenin y Rosa Luxemburgo, sobre todo] a abrir el debate sobre el imperialismo”. Tampoco pudo atisbar “la cuestión ecológica por su visión del progreso tecnológico ni la importancia real de las relaciones de género, pese a que Engels sí hizo algunas aproximaciones”. Donde el marxismo sigue en franco retroceso, apunta Recio, es en la Academia “dominada por el pensamiento neoliberal, que ha emprendido una fuerte ofensiva contra las visiones críticas hacia el capitalismo”.

Joan Coscubiela, diputado por ICV, y Fernando Lezcano, portavoz de CC OO, recurren al pensador italiano Antonio Gramsci para referirse a la “hegemonía” de las ideas liberales. Según Coscubiela, “la ofensiva de la derecha en los ochenta colocó al marxismo a la defensiva”. “La sociedad vio cómo todo se convertía en producto a merced del mercado. Hasta la educación o la sanidad”. Lo peor, asegura, es que aquella gran ofensiva ideológica hizo mella en “cierta izquierda”. Cree Coscubiela que un momento culminante de la rendición ideológica de la izquierda se aprecia en la renuncia del PSOE al marxismo, a propuesta de Felipe González: “Es el gran triunfo de una derecha que obliga a la izquierda a renunciar a su ideología”. Lezcano lo resume así: “La derecha consigue hacer creer a la mayoría de la población que sus valores son los valores de toda la sociedad. Que No caben otros”.