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jueves, 18 de abril de 2019

EAD - CRITICA LITERARIA DE POLVO Y CENIZA DE ELIECER CARDENAS - Autor: EDUARDO ALFONSO DEPETRIS --- EL OBISPO --- EL EVANGELIO DESDE LOS OJOS DEL PODER --- EL CORONEL --- VIVIR DEL PASADO --- CULTURA DE LOS PODEROSOS --- MUERTE DEL PADRE --- MISERIAS HUMANAS --- POBREZA RESIGNADA --- CODICIA --- ROBAR PARA COMER --- CRÉDITOS DEL SR. FEUDAL --- BRONCE DE LOS PODEROSOS --- OLVIDO DE LOS QUE SIRVEN --- LIBERTAD DE LOS POBRES --- RECORDAR EL PASADO PARA VOLVER A VIVIR --- LA MENTIRA DE LOS BIOGRAFOS --- DESIGUALDAD ENTRE LOS HOMBRES E IGUALDAD ANTE DIOS --- VIVIR POR VOLUNTAD DE OTRO --- LA JERARQUIA Y EL ORDEN --- EL LIBRO DE LA VIDA --- GOBIERNO DE LOS POBRES --- LA TENTACIÓN Y LA CAIDA --- EL CRISTO DE LOS POBRES Y EL DE LOS RICOS --- LA LEYENDA --- PROYECTO DE VIDA DEL HOMBRE COMÚN --- INGENUIDAD Y TEMOR DE LOS HUMILDES --- DILEMA DE LOS HUMILDES Y EXPLOTADOS

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Crítica literaria: “Polvo y Ceniza”, de Eliécer Cárdenas




Eduardo Alfonso Depetris (Desde Catamarca,
 Argentina. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)




“Polvo y Ceniza”, de Eliécer Cárdenas

Colección “Antares” - Editorial “Libreza” -ISBN. 2230 925 2525 581

“Polvo y Ceniza”, nos lleva a la esencia de lo que somos después de esta vida, “Polvo y Ceniza”, todos iguales, los ricos y los pobres en el cementerio.

El más rico del cementerio es igual que el más pobre, pero todos pasamos por este mundo, algunos como ricos y otros como pobres e impotentes por tazar nuestro destino, impotentes de realizar nuestro proyecto de vida que queda sujeto a los mandatos del Sr. rico; de ello y de las reacciones que tenemos frente a este fenómeno trata la obra.

Las frases en el pórtico del libro, de Jorge Carrera Andrade y Jorge Luis Borges, nos introducen en la profundidad del libro que tenemos en frente para leer, nos adelantan que nos enfrentaremos a la eternidad, lo transitorio, las miserias triviales, el olvido; en síntesis, los problemas ontológicos de la vida.

El Obispo:

“Se fue erguido. Viene encorvado”

El exilio todavía guardaba una esperanza de que el poder, la capacidad de imponer sus criterios e intereses todavía estuviera vivo.

“Viene encorvado”, el peso de los años, las frustraciones, la pérdida del poder, de la omnipotencia, encorvan.

Ninguna de las maldiciones que el Obispo “al irse” predijo, porque el había perdido el poder, se concretó.

Todo siguió igual, los hacendados siguieron explotando a los pobres agricultores; “pero, esa no era una maldición: era la vida misma”.- 

Triste resignación de los sometidos.

¿Te gusta esta vida?, pregunta el Obispo, y el humilde asombrado de pregunta tan tonta, se responde que la vida no es cuestión de gustos o elecciones, a uno lo paren, simplemente;... resignación.

Cuando le confiesa al Obispo que su hijo ante el hambre y la necesidad ha robado, este le contesta “...dile al muchacho que está perdido, que más le valiera no haber nacido...”

El evangelio leído con los ojos del poder, no perdona, juzga; no comprende, castiga; no derrama lágrimas ante el dolor de los que sufren hambre y pretenden -ante la impotencia- hacerse de justicia, los castiga.

No importa que los perros del patrón coman mejor que los hijos de los pobres.

El Evangelio leído desde los ojos de los pobres busca soluciones a los problemas de estos en esta vida tanto como en la que viene, derrama lágrimas ante el sufrimiento, entiende al pecador y tiene piedad de él.

Así lo demuestra el Jesús de los pobres en la obra.

El Obispo de “Polvo y Cenizas”, lee el Evangelio desde el mundo a cambiar, porque un mundo mejor es posible y podemos construirlo.

El Coronel:

Carece de presente, vive de los recuerdos, vive del bandolero (justiciero popular) que lo mandaron a matar quienes necesitaban mantener seguros sus privilegios; vive del orgullo de haber sido usado.

Se revuelve en sus contradicciones, al no comprender por qué el pueblo le hace canciones, lo ama, etc...., a este asesino, al que después de muerto ordenó cubrirle el rostro para que el pueblo lo olvidara y no lo convirtiera en un héroe; y a tono con el Obispo cree que “más le hubiera valido no nacer jamás”.

Su muerte en vida le hace desear añorar el pasado.

La muerte del Padre:

Naúm Briones (personaje principal), analiza desde sus meditaciones todo lo que sucede.

La desesperación de la madre en la pérdida de su compañero, con esa falta de aceptación ante el hecho natural de la muerte, una característica de nuestra cultura.

El tío Mardoqueo que aprovechando que la madre no sabe leer le hace firmar un papel y se queda con los bienes; las miserias tan comunes en la naturaleza humana; en los pobres y en los ricos.

Su último diálogo con el padre, y su concepto del bien, bien que lo resigna a la miseria, bien que lo convence que el destino no está para cambiar, que es parte del orden natural de las cosas.

Nada le reprocha porque haya robado para que coma la familia, guarda silencio en una acción contraria a sus convicciones pero sellada por la necesidad de subsistir.

En sus meditaciones se imagina las represalias del Sr. feudal para que ellos paguen las deudas que dejó su padre, y que ya no son más deudas porque la muerte las borra, mas el sr. las cobra.

Se entremezcla lo que imagina piensa y hace su amor platónico, la hija de quien los explota, y como debe ignorar las virtudes de su padre arriero famoso que casi nunca tuvo mulas propias, el olvido pre-anunciado se presenta sólido.

Los poderosos tienen bronce los que los sirven olvido.

Este amor platónico, de haberse hecho realidad ¿habría permitido el desarrollo del personaje justiciero que estamos analizando?

¿No habría sido cooptado por el sistema feudal en el que vive, pero del otro lado del mostrador?

En la obra de Jorge Amado “Cacao”, se da una situación similar, y ante la oferta concreta de amor que le propone la hija del patrón, el personaje se niega, invocando que dejaría de ser el mismo y pasaría a defender los intereses que ahora combate.

Estos personajes son consecuencia de la reacción ante la no-justicia y la no-potencia para modificar una realidad que no aceptan.

Naúm Briones tiene una reacción violenta, compulsiva, no elaborada, si se quiere bohemia, pero guiada por el afán de Justicia, al igual que Pajarito.

En “Cacao”, la reacción es un poco más trabajada, más intelectualizada, con un esbozo de ideología, por ello surge no un revolucionario, sino un reformista que pretende cambiar la realidad no-justa a través de la educación.

Bandolero:

Su encuentro con “Pajarito” el comprensivo, dulce y viejo bandido, lleva a un análisis de la esencia de la libertad, de la libertad de los pobres, y de los peligros de esa libertad; a ello Naúm Briones contesta, que quiere vivir esa libertad miedosa y amarga, ya que los pobres honestos que respetan lo de los demás nunca tienen nada y que sus hijos solo los recuerdan para maldecirlos por no haberse atrevido al cambio.

Las meditaciones sobre porque robar a quien y para que, permite conocer la personalidad de cada uno de los personajes y sus proyectos inconscientes de vida, y todavía más porque la aproximación se realiza desde la introspección del sujeto principal y su esfuerzo por des-cifrar lo que piensan los demás.

La diferencia de los bandoleros con el coronel, es esencial y queda clara cuando afirman “no es bueno recordar lo que a uno le sucede”.

El recuerdo trasunta la existencia de dos vidas la del recuerdo y la que vivimos.

Es la diferencia entre vivir y vegetar, ellos viven intensamente, les molesta recordar, mientras que el coronel necesita resucitar el pasado para volver a ser.

La mentira de los biógrafos:

Ante la muerte reflexionan, es probable que un hombre ilustrado, que pronuncia palabras que nadie las usa, en las hojas de un libro te hiciera vivir de nuevo, y que quienes no te conocieron hablen de ti como si te hubiesen conocido.

Esa historia es una mentira, porque si el recuerdo propio es una mentira, con mayor razón lo es el ajeno.

Para ganar renombre se meten en vidas ajenas, queriendo engañar “al Polvo y la Ceniza” que son puro olvido, ya que nadie engaña a la muerte que es solo olvido, las cosas pasan sin necesitar recuerdos.

“Nunca quieras que se acuerden de vos. Así las cosas que pasan han de ser lo que son: puras mentiras”.

Quizás esta afirmación, como consecuencia de la meditación de los personajes, trate de demostrar que más allá de la verdad objetiva existe una carga de subjetividad que siempre la empaña, o no permite verla tal como es, si no solo desde una perspectiva compleja del observador directo o bien luego de pasar por varios observadores que la recrean, con sus propias individualidades.

Las miserias Humanas:

Tan sofisticadas y tan bien disimuladas entre los ricos; la necesidad la muestra más cruel y descarnada entre los que nada tienen y nunca tuvieron ni tendrán nada, pero la miseria humana es la misma, tiene su misma esencia, su misma naturaleza, y en ambos casos surge al momento de repartir el botín.

También la padecen estos hombres que recuperan de los ricos lo que les tomaron, a ellos, a sus padres, a sus ante-pasados y no se trata solo bienes materiales, sino también segmentos de libertad, de dignidad, de amor, de sueños; no-conscientes pero reales proyectos de vida y hasta la vida misma en su totalidad o solo parcelas de ella.

Frente a estas miserias, da sentido a la rebelión inconsciente la voz del conductor que les señala: no robamos para enriquecernos, sino para darlo todo a los que nada tienen, aunque puedan delatarnos y traicionarnos; de lo contrario seremos como los ricos y nosotros no somos bandoleros por vicio, porque nos gusta o por maldad como dicen las autoridades los doctores o los curas.

Naúm Briones, más allá de los hechos tiene clara su misión en la vida, lo que da sentido a sus acciones y la de sus compañeros, por ello, ante la tentación humana se impone y los saca de la miseria devolviéndoles el paradigma por el que viven, paradigma no elaborado intelectualmente, mas cruelmente afirmado en su subconsciente y compulsivamente vivido, lo que es más valioso que su comprensión y descifrado filosófico.


Desigualdad entre los Hombres, igualdad ante la Divina presencia de Dios:

El Sr. espera impávido, digno (como si nada en el mundo importara), despectivo; caparazón que visten frente al temor por sus vidas, y desde esa atalaya que recuerda a la muerte del conde en "El Gatopardo" de Lampedusa, que hasta desafía a Dios; increpa a Naúm indicándole que no importa lo que le roban, porque muertos las joyas nada valen, todo perece, termina por no valer nada.

Desde la certeza de sus fuertes y sufridas vivencias Naúm Briones plantea que mientras cruzamos por el mundo debemos sobrevivir, bien o mal, que Dios ha dicho que somos todos iguales y tenemos todos los mismos derechos.

Frente a la humilde pero segura y fuerte exigencia de igualdad, responde la violencia de las ideas de quien justifica su privilegio y poder afirmando que hay quienes nacen para disponer, mandar y otros para ser mandados y servir, “Uds. nacieron para servir, para vivir por voluntad de otros”.

Sin entender el sentido de la rebelión se imputa haber robado, matado, saqueado con el solo objeto de ser iguales que ellos los ricos, sin entender que las jerarquías, el orden, son eternos y que sin ellos la humanidad perecería; porque los hombres son iguales ante su divina presencia, pero no entre los hombres.

El viejo argumento que sirve como justificativo filosófico del statu-quo, el realismo paralizante (oportunismo) que justificando los privilegios pretende que nada cambie, ya que de cambiar y permitir la igualdad entre los hombres corren el riesgo de tener que distribuir algo de la riqueza que formalmente simulan despreciar.

El Poeta:

Frente al Justiciero impulsivo, intuitivo, nacido en la no-Justicia del sistema social al que fue lanzado y le toca padecer, se presenta el poeta, su admirador, para quien la poesía golpea el alma con la realidad dejando moretones y despertando la memoria de lo perdido y nunca encontrado, haciéndonos mejores cuando la escuchamos.

Reconoce la diferencia de la poesía frente a los libros siempre abiertos y buenos de la vida que lee Naúm Briones, que se maldice por estos hombres que nunca piensan en ellos mismos, siempre lo hacen en los demás.

El poeta está convencido de que su ídolo es el símbolo de los pobres, los que quieren ser como él, quieren tener su libertad feroz y la pureza de sus “sentimientos anchos”.

Este “sentimientos anchos”, es un ejemplo de una forma particular del uso de los adjetivos, repetida a lo largo de la obra, que, al menos a mí, me permite captar con profundidad, desde la belleza literaria, la idea que el autor pretende transmitirnos.

Discute el poeta sobre su utopía de un gobierno de los pobres, para que los pobres no necesiten convertirse en bandidos para ser libres, ya que los verdaderos bandidos son los ricos, y los gobiernos existen para mandar y castigar a los pobres, congraciarse con los ricos, someter a los que no se conforman.

El poeta nos da una descarnada y violenta descripción de la realidad social, la naturaleza del poder, sus consecuencias y subliminarmente del derecho que dictan los poderosos para justificarlo, convirtiendo en bandoleros a quienes pretenden la igualdad en este mundo, negándose a solo la igualdad ente la divina presencia de Dios.

La fuerza violenta de las ideas de los de pobres, marginales y estos poetas; es consecuencia de la violencia fáctica e ideológica que les hacen padecer los que los someten.

La tentación y la caída:

Tentado por un miembro de su banda, en un momento de cansancio o debilidad de nuestro héroe, lo tentó con los beneficios y placeres de la vida de sus enemigos, y allí comienza Naúm a trabajar para quienes combatió toda su vida.

Su propia naturaleza y lugar en el mundo lo habían llevado a tenerlos por enemigos, mas la sutileza de estos grupos lo cooptaron.

Sus nuevos patrones no se privaron de humillarlo, de ubicarlo debajo de ellos, de demostrarle que era solo un sirviente de los Sres.

Un momento de debilidad, este personaje que no es más que un ser humano al igual que todos nosotros y cansado de luchar y de sumar frustraciones quiere la gratificación de una casa, un hijo que lo conozca y una mujer que lo ame.

Este sueño lo lleva al traspié y a traicionar sus principios.

El Cristo de los Pobres

Es ciego, andrajoso, camina descalzo en el barro y solo ellos lo ven, les sonríe, no inspira temor, inspira amor y los hace solidarios en su triste destino, no es implacable ni poderoso, no juzga ni castiga, comprende y sonríe.

Es diferente al Cristo de los ricos y poderosos tan presto al castigo de los que no se someten a sus imperativos categóricos, siempre acordes con los intereses de los que mandan y más tienen.

Los Quiroz:

Son al igual que Naúm Briones resultado de la injusticia que los llevó a la marginalidad, uno de ellos fue marcado por su patrón como una res, y entregado como parte de la propiedad, todo lo que lo lleva a una vida triste y fatigada y a no saber para que nació, para que vino al mundo, cree que su vida no es digna de un ser humano, ni siquiera de un indio.

Lo sostiene que su Jesús le dijo que está vivo por los asesinos, los salteadores, los hambrientos, los humillados, los prófugos, los que no saben qué hacer; por ello vive para matar, para herir, destruir las obras ambiciosas de los hombres, los lujos de los ricos sin alma, las bellezas fugaces que rodean a los ricos, las figuras falsas que mandan a pintar y las casas en las que se refugian y donde dicen vivir.

La reacción es diferente que la de Naúm, su respuesta a su recuerdo de látigos en la espalda, deudas, servidumbres, etc. se manifiesta en la destrucción de todo lo construido por los que lo oprimieron, sin ni siquiera gozar de lo que obtienen, solo destruyen todo aquello que simboliza la opresión que los llevó a la marginalidad y la servidumbre.

No gozan el símbolo que destruyen porque de hacerlo se convertirían en lo que combaten.

Con profundidad conceptual Eliécer Cárdenas expresa que:

1/ “...la culpa no la tienen las cosas, sino los hombres que abusan de ellas...”, mas los Quiros reaccionan visceralmente contra los que abusaron de las cosas y las cosas que representan a los abusadores.-

2/ “... el odio es planta que crece en cualquier corazón...”, mas los Quiroz tuvieron fundadas razones para que el odio naciera en el de ellos, cualquier persona marginalizada, humillada, mal-tratada, es lanzada por el causante de sus males al odio, y es muy difícil exigirle luego virtud; virtud que generalmente se la requieren los mismos que dieron razón a ese odio; virtud que no pasa de ser un respeto por los bienes e intereses terrenales de los que se privilegian, amenazándolos con el castigo divino.

La violencia de los que sustentan el poder y los beneficios en la sociedad producen diferentes re-acciones violentas, unas solo destructivas, como la de los Quiroz, y otras justicieras y re-distributivas como la de Naúm Briones.

La leyenda:

El pueblo no quiso creer en la muerte del símbolo de su libertad, por ello creó la leyenda, de que abrazado a un escapulario desapareció frente a los soldados y luego tuvo una familia, casa, hizo negocios, se hizo rico, y murió pacíficamente.

El contenido de la leyenda, es nada más y nada menos que el proyecto de vida del hombre común.

La lógica de la leyenda, surge de la cultura religiosa del pueblo, religiosidad sencilla, religiosidad rural, impronta cultural inserta en lo más profundo del subconsciente colectivo.

La Virgen intercede ante Jesús y este ante el trono resplandeciente de su Padre, pidiendo por la vida del hombre que le recuerda sus sufrimientos en su paso por la vida terrenal.

Nuevamente el autor define este fenómeno con precisión y claridad conceptual al expresar: “Y yo también lo creo: me gusta contradecir las verdades que no vale la pena creer...”

La ingenuidad y el temor de los humildes:

Los humildes creen que los milicos, los doctores comprenderán que ellos tienen derecho a las tierras que han tomado, porque no tienen otro destino, otro lugar a donde ir, porque siempre las trabajaron, porque su dueño viaja por Europa, sin comprender los intereses que guían a aquellos de los que esperan Justicia.

Temen de que la compañía de Naúm Briones sea motivo para que los milicos les disparen, y pretenden sacárselo de encima, mas este se queda y les explica que lo hace porque a él nadie lo hace a un lado y sobre todo porque los milicos no entienden ni saben de buenas razones, disparan sin averiguar, obedecen sin chistar ordenes que hay que cumplir.

La ingenuidad es creer que les reconocerán lo que es Justo, lo que les pertenece y no que deben luchar para ganársela; ya que su Justicia significa menos privilegios para aquellos de los que esperan reconocimiento.

Su temor es perder lo único que tienen, su vida.

Este parece ser el dilema de los humildes y explotados, por el que son sometidos permanentemente.

La vida es una herida absurda:

Unos pocos quieren y detentan todo para ellos, los más quieren igualdad.

Mientras tanto el tiempo que todo lo puede, se acaba para todos, para los pocos que todo lo detentan y los muchos que igualdad y justicia pretenden; pero el tiempo es un Sr. que no espera y que todo lo pide (Eliécer Cárdenas -dixit) y en 
“Polvo y la Ceniza” nos iguala.

La igualdad del “Polvo y la Ceniza”, es solo una igualdad en la resignación, como dice uno de los personajes, falta la igualdad en el mientras tanto, en el pasaje hacia el “Polvo y la Ceniza”, porque como dice Sócrates (Platón - Apología de Sócrates), la muerte no sabemos si es mejor o peor que la vida, no la conocemos.

Si Dios nos puso en este mundo para vivir, nos pedirá rindamos cuenta de si hemos vivido, y también si hemos dejado vivir a los demás.

“¿Tienes miedo poeta? Pregunta Naúm, y este le contesta: ... no se trata de miedo, es solo un poco de vergüenza por no haber vivido lo suficiente, supongo...”

Como dice el tango, la vida es una herida absurda, ya que unos pocos no permiten que todos cumplamos el designio de Dios, que es vivir en igualdad y Justicia.-

Esta obra es una cantera de ideas para reflexionar y una descripción descarnada y profunda de esa herida absurda.



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