EL HORROR ECONÓMICO. FORRESTER, VIVIAN
MARGARITA BARAJAS TINOCO* [RESEÑA]
* Investigadora
del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Autónoma de Baja
California. E-mail: mbarajas@faro.ens.uabc.mx
"Viviane Forrester es una novelista y crítica literaria
francesa que ha conmovido con este ensayo al mundo de las ideas. Con 300.000
ejemplares vendidos en Francia y traducciones a doce idiomas, El horror
económico se ha convertido, en pocos meses, en un fenómeno de
trascendencia internacional. Sus lectores constituyen una comunidad alerta para
la cual la indiferencia dejó de ser posible..." (en cubierta posterior del
libro).
Esta lectura es de las que no se pueden pasar desapercibidas, de
las que vale la pena reflexionar, hacer saber, difundir, conocer, leer y
releer.
¿Cuántas reseñas habrá hasta el momento de Forrester?, no lo
sabemos, pero estamos convencidos de que más personas deben conocer este
planteamiento, se esté o no de acuerdo con él.
La obra de Forrester, como buen ensayo, no tiene apartados
demarcados, ni objetivos explícitos que prometa vaya a cubrir. Desde la primera
página el lector se siente atrapado en una corriente vertiginosa de la
"exposición del tema" pero ¿cuál es la exposición del tema?
Podría ser el hecho de la vida misma en "un mundo
desaparecido que nos empeñamos en no reconocer como tal y que se pretende
perpetuar mediante políticas artificiales".
Pero de manera más puntual, su tema es el trabajo, y su ámbito,
al parecer, ningún espacio en particular, aunque el realismo de los fenómenos
por ella descritos tiene una mejor lectura en los países conocidos como
desarrollados.
El trabajo, sus condiciones y el no trabajo, se ubica en una
reflexión más allá de sí mismo, por ejemplo: el de afirmar la falacia de la
administración de la crisis, porque finalmente no existe una o más crisis, sino
"...una mutación, no la de una sociedad sino la mutación brutal de toda
una civilización".
El problema está en no poder visualizar la era en que vivimos en
realidad. Pareciera que "cualquier riesgo es más aceptable que la
percepción y conciencia de la extinción del que fuera nuestro medio".
Vivimos en una gran falacia y la contundencia apremiante es lo
que la autora nos expone respecto al empleo, respecto a la promesa del mismo de
"cantidades ínfimas de puestos de trabajo" en relación con "los
millones de individuos excluidos del trabajo asalariado" desde hace
tiempo, por ahora, en el futuro inmediato y menos inmediato.
El desempleo, en el que se ubican millones y millones no resulta
nefasto por sí mismo "... sino (por) el sufrimiento que engendra..."
Hoy en día "un desempleado no es objeto de una marginación
transitoria, ocasional, que sólo afecta a determinados sectores..."
En realidad sus efectos y consecuencias arrastran consigo
procesos sociales en cadena que nos involucran a todos, aunque sea en
diferentes posiciones, ubíquese cada quien en la suya, podría leerse entre
líneas.
A nuestro juicio, la autora denuncia un hecho que por su
naturaleza es de suponer no creído por todos, pero no deja de ser tal, denuncia
ante el mundo de hoy y que consiste en el hecho de engañar y ser engañado, el
de elaborar "promesas falsas que anuncian el retorno próximo de la
abundancia, la mejoría rápida de la coyuntura afectada por los
contratiempos".
De ello resultan los llamados "buscadores de empleo,"
que en buena parte, incluso ellos mismos se consideran incompatibles con esta
sociedad de la cual "paradójicamente" son su producto mismo, su
resultado actual y lógico.
¿Dónde está entonces la responsabilidad que se les adjudica por
su situación?
Se les ha creado una vergüenza cuyo efecto es la debilidad.
Ésta, "genera el impasse, paraliza cualquier resistencia,
impide rechazar, desmitificar, enfrentar la situación".
A nosotros, ¡Dios nos libre de tenerla! , sería nuestra primer
reacción. Pero, por qué esta situación, por qué para muchos parece y aparece
como necesario "merecer" el derecho de vivir, mientras que otros
detentan el "oficio" de ese derecho.
Parte de la respuesta se encuentra en lo que rige y domina a la
sociedad, y ésta es la economía, la economía de mercado, donde lo útil es
sinónimo de rentable "es decir que le dé ganancias a las ganancias".
Frente a un mundo que no puede ofrecer empleos a todos sus
seres, ¿cómo se resuelve el derecho de vivir cuando ya no se cuenta con
"el pasaporte" que antaño se presentaba?, ésta sería una pregunta de
fondo en el trabajo de Forrester.
Otra pregunta que elabora la autora tendiente a mover la
conciencia, es en el sentido de que si es legal imponer como condición
necesaria para la supervivencia aquello que no existe... y lo que no existe es
el empleo mismo para millones.
La paradoja llega a tal grado que la propia autora elabora un
cuestionamiento que provoca una punzada, no sabemos si en el corazón o la
cabeza. Se refiere a los miles de desempleados que diariamente "se
hacen" rechazar cada día laborable de cada semana, mes e incluso año y se
pregunta:
… "¿no será un empleo, un oficio, una profesión?
… ¿No sería un puesto, un trabajo, incluso un aprendizaje? … ¿Es
un destino verosímil?
… ¿una ocupación racional?
… ¿una forma recomendable de emplear el tiempo?"
La pregunta no es descabellada si pensamos por ejemplo en los
empleos que se han creado a costa de los desempleados; existen
"agencias" orientadas a asesorar en diversos aspectos a las personas
que se ocupan de buscar empleo, por lo menos en la formación del curriculum, el
llenado de formatos, presentación personal que incluye voz e imagen, por
ejemplo.
Pareciera que al igual que como todo oficio, necesitaremos una
preparación extra para simplemente buscar el puesto de trabajo.
Como excelente literata, Forrester y asimismo su traductor,
hacen uso del lenguaje que delata una claridad tal vez más allá del pensamiento
normal, parece vislumbrarse una dimensión mental que traspasa las fronteras que
siempre nos creamos entre materia y energía que como seres nos conforma y es
que, nadie como Forrester expone la desgarrante realidad de la forma, ser y
estar de los "excluidos", de ellos dice:
"... están encarcelados, ¡incluidos hasta la médula!
...(son) deportados y repudiados en su sitio, exiliados, sometidos y
desposeídos, pero tan molestos: ¡unos estorbos! .demasiados incluidos y
repudiados".
Otro rasgo que la autora nos introduce, como ella dice, hasta la
médula, es la indiferencia que invade también el mundo actual, la actitud de
evitar lo feo, lo malo, lo penoso, lo inmoral; de no ver la miseria ...humana,
diría nuestro filósofo de la UABC Matthai, la actitud de no ver por ejemplo
"caras de bebés de otros continentes (o de este mismo), de tiempos de hambre,
bebés con cara de viejo o de Auschwitz, acunados en las privaciones, el
sufrimiento, la agonía brusca.....".
Por más que se quiera evadir esta situación, la autora nos ubica
como espectadores y por lo tanto testigos, como gente informada... por ahora,
porque aún no somos excluidos... y nuestras futuras generaciones, nuestros
descendientes, ¿lo serán?, podríamos muy bien ahora nosotros preguntarnos.
Su pronóstico es de que sí, de que todos o casi todos podríamos
formar parte de esas multitudes. Y frente a este panorama sin calificativo,
¿cuál viene a ser el mayor peligro?, sería una pregunta obligada.
No es la situación por sí misma, porque toda situación es
modificable, lo peligroso entonces está "...en la aceptación ciega, la
resignación general a lo que se nos presenta en bloque como algo
ineluctable".
Aunque el trabajo es un centro directriz en la obra de
Forrester, nos señala también problemáticas en torno a los servicios de salud
pública, educación, sistema jubilatorio y el déficit del Estado.
En reflexión de la autora, parece que llegamos a un estado
absurdo donde no se discuten los problemas porque de antemano se tiene la
certeza de no tener la solución de los mismos, o bien, "...la abundancia
de soluciones falsas y chapuceras, de problemas disimulados, negados,
escamoteados, de preguntas censuradas".
El papel de la investigación aquí es clave y como alguien que se
creé investigadora, se encuentra una identificación plena cuando a la
investigación se le adjudica "enfocar el suceso a fin de examinarlo en su
movimiento, su fuga, su testimonio y contradicciones, (para descubrir) su
naturaleza verdadera, no disimulada. No oculta por apriorismos, por corolarios
artificiales". La investigación científica para desmitificar, diría el
bien recordado Dr. Jorge A. Bustamante.
Cómo no estar de acuerdo con que "tal vez tendremos la
oportunidad de descubrir los problemas verdaderos... descartar las versiones
engañosas, las percepciones artificiales, los simulacros impuestos".
La autora no promete que hacer esto garantizará resolver los
problemas, pero sí al menos aclararlos y eso es necesario para estar en
posibilidad de recuperar y conducir un destino... de quien sabe qué y cómo.
El destino es otro tema a tratar, nos describe destinos de
personas que para algunos son inimaginables y que para nosotros mexicanos,
producto de crisis tras crisis, probablemente bien podamos contar otros mucho
más "negros" de los que la autora expone, Larissa Lomnitz con su
obra ¿Cómo viven los marginados?, desde los setenta, tenía ya
mucho que enseñar al mundo.
El destino de los jóvenes es realmente en donde centra su
preocupación, como grupo vulnerable limitado de origen, vedado de todo lo bello
y sublime de la vida.
La reestructuración, como fenómeno implícito a los cambios del
trabajo es otro aspecto en el que se detiene a reflexionar, su juicio se puede
resumir en calificar el término como hipócrita y perverso por lo menos, tan
falso como seguir sosteniendo que las "riquezas" (...) se conforman
"a partir de la generación de bienes materiales (cuando en muy buena parte
es) a partir de especulaciones abstractas, con escaso o ningún vínculo con las
inversiones productivas...".
Así nos introduce a un tema de actualidad, de la llamada
economía virtual, la que no necesita "sedes inmuebles" la que sólo
requiere teléfonos y computadoras, mercados que no producen bienes reales.
Sobre esto la autora se refiere como "juegos
neofinancieros".
Esta situación poco estimula o posibilita creación de puestos de
trabajos, más aún, contribuye a su eliminación.
Esto queda muy "had doc" también con el término de
"aligerar la empresa" que tiene que ver finalmente con despidos,
horarios recortados y disminución de la protección social.
Cita a propósito fragmentos de los discursos de funcionarios y
hombres de empresa, de los que "saben como hacer las cosas" de los
que conducen la política y más que la política a veces, la vida misma.
El Banco Mundial, la OCDE, el FMI, son figuras remitidas al
respecto en posiciones manifiestas como paradójicas, o al menos muy controvertidas,
por ejemplo el fragmento remitido del FMI de mayo de 1994 donde aceptan que
"la flexibilización ... pasa por la reestructuración del seguro al
desempleo, el salario mínimo legal y las disposiciones que protegen el
trabajo" .
No por ser la autora novelista descuida la referencia
contundente del dato empírico, al respecto, muchas son las evidencias e
información cuantitativa que refiere de diversas fuentes acerca de la evolución
del desempleo mundial y de estadísticas sobre la escasa creación de puestos de
trabajo y sus condiciones de precariedad.
Y hasta aquí desde luego no se han mencionado todos los
problemas, cómo leer, entender o interpretar cuando Forrester dice:
… "Son tiempos extraños en que el proletariado — ¡que en
paz descanse!— se esfuerza por recuperar su condición inhumana". Es decir,
por encontrar trabajo aunque sea mal pagado.
Hay una anticipación con indicios ya a la vista, en perspectiva
de la autora, de extinción del trabajo. En efecto, nos describe un proceso
continuo, y más que proceso, ella habla de una "revolución de magnitud
planetaria" a propósito de la cibernética y su influencia en la escasez
del trabajo.
Como francesa y ciudadana de ese país, va finalmente centrando
su análisis a ese espacio, conjugando elementos de tipo socioeconómico y
político, desnudando y haciendo manifiestas las contradicciones ahí vividas a
partir de los discursos oficiales y la legislación; los acuerdos tácitos de
grupos, las respuestas y resistencias de otros, las trampas, las fintas y toda
una complejidad que ella recrea de manera simplemente única.
Y mientras tanto, todo sucede "...ante nuestra vista el
futuro se organiza en función de nuestra ausencia más o menos conscientemente
programada".
Una reseña de Forrester no puede dejar de anotar algo que nos detiene
a pensar y dejar así
*** "Este siglo nos ha enseñado que nada dura, ni siquiera
los regímenes más consolidados. Pero también que todo es posible en el orden de
la ferocidad, que como nunca cuenta con medios para desencadenarse sin
frenos. Con las nuevas tecnologías, hoy dispone de medios decuplicados, al
lado de los cuales las atrocidades pasadas parecen tímidos ensayos".
Una hipótesis que a más de alguno hace crispar , es la
posibilidad de un régimen totalitario encaminado a su mundialización...y que
nadie se escandalice por ello pues finalmente aquí y ahora en nuestro planeta,
están sucediendo atrocidades de las que pocos parecen escandalizarse.
La vida, la dignidad y el derecho, son finalmente valores por
los que la autora deja ver su inclinación.
¿Y... sus conclusiones? Éstas no se exponen tal cual, en todo
caso son las conclusiones que el lector perciba, trabaje y defina.
Forrester desde luego no es una excluida y está muy lejos de
serlo, para bien o para mal llega para quedarse e incluirse en nuestras
vivencias personales ...para romper o confirmar esquemas mentales, o bien para
sembrar la duda o incluso el enojo para los apasionados y así, Viviane
Forrester es mucho más que la autora de El horror económico.
[*] *] Estudios
fronterizos versión On-line ISSN 2395-9134versión impresa ISSN 0187-6961
- Estud. front vol.1 no.1 Mexicali ene./jun. 2000
[*] *] FCE, p.e.
1996. 12 reimpresión, 1998, Argentina, 166 Pp., Traducción de Daniel
Zadunaisky.
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