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lunes, 6 de mayo de 2013

DERECHOS HUMANOS - HAMBRE Y REPRESIÓN - Eduardo Pavlovsky

  *HAMBRE Y REPRESIÓN *

* *

*El psicoanalista y director de teatro Eduardo Pavlovsky advierte que el
hambre y la desnutrición infantil son violaciones a los derechos humanos
equiparables a las atrocidades de la dictadura. Y que allí está el germen de
la formación de la delincuencia infantil y sus consecuencias actuales.*

Por
Eduardo Pavlovsky **

* *

*Existía una cultura de la complicidad civil durante la dictadura. Hoy
también existe una cultura de la complicidad civil en relación con el
problema del hambre y la desnutrición infantil en la democracia. Es un
abordaje social cultural. Como dice Giardinelli en PáginaI12: "Nuestro
presente sociocultural configurado por entre 10 y 15 millones de
compatriotas carentes de esperanzas, muchos de ellos en estado de animalidad
(subrayado mío). Eso no se debe a un cataclismo ni es un flagelo natural,
sino que es resultado de políticas que aquí se aplicaron y es urgente
revertir, pero en serio y definitivamente, lo que implica exigir a las
autoridades urgentes medidas reparadoras".*

* *

*El intendente Gustavo Posse dijo que el crimen del ingeniero Barrenechea
está relacionado con el retiro de efectivos de Gendarmería en la villa La
Cava. Alguien le contestó: "El triste suceso está relacionado con la
ausencia de educación, de salud, de trabajo, de buena alimentación, de los
derechos fundamentales del hombre: ausencia de igualdad, ausencia de
oportunidades, ausencia de políticas que tiendan a preservar la dignidad
humana, en ese asentamiento y en otros muchos puntos de la República".*

* *

*Dicen que los pibes de La Matanza son reclutados por organizaciones para
cometer robos en otros puntos suburbanos. Los pibes se "entrenan" porque el
reclutador les paga 500 pesos por cometer asaltos, robos o asesinatos que
sufren todos los días principalmente las casas de la zona norte. Dicen que
los preparan drogándolos antes de llevarlos al lugar indicado.*

* *

*La lógica de un pibe de La Matanza no es la lógica de un pibe de Capital o
San Isidro. Son dos o tres generaciones donde los valores se han
transformado en la cultura villera sobre el hacinamiento, la promiscuidad,
la falta de higiene, agua potable y de la carencia de recursos humanos para
vivir con dignidad. La desigualdad social hoy es más amplia que nunca y
también influye en este tipo de producción de subjetividades.*

* *

*En la provincia de Buenos Aires, entre los 15 y los 20 años los jóvenes
piensan que dentro de cinco años van a estar muertos o excluidos (encuesta
del Ministerio de Desarrollo Social). No pueden pensar ni imaginar el
futuro. Y no poder imaginar un futuro o un proyecto los convierte en un ser
de otra cultura, formada por otros valores, por otros ideales, además de ser
jóvenes que han convivido con tres generaciones sin trabajo.*

* *

*Había que ver el desconcierto de Chiche Gelblung con dos jóvenes de La Cava
que llevó a su audición televisiva. Chiche le preguntó a uno de ellos por
una camisa Nike que llevaba puesta. El joven le contestó: "¿No te gusta que
la tenga yo, no?". Y agregó: "Esta ropa es sólo para tipos como vos, cuánto
ganás aquí, decímelo, vos debés tener mucha guita y te podés comprar muchas
cosas". Y se inició un diálogo imposible, suscitado por el joven adolescente
de La Cava y un Chiche desconcertado y desconocido que parecía someterse a
un interrogatorio. Nunca lo vi tan incómodo en una entrevista, porque
evidentemente es un periodista muy inteligente, pero acá se enfrentaban dos
culturas diferentes.*

* *

*Miles de familias están volviendo a los comedores comunitarios. En la red
de banco de alimentos la demanda es un 15 por ciento mayor que en el 2007.
En el partido de La Matanza la suma de las camas públicas de los hospitales
es de 0,4 cada 1000 matanceros, una proporción bajísima. La Organización
Mundial de la Salud establece una relación que debe ser 6,3 cada 1000
habitantes.*

* *

*Es imposible no condenar los crímenes, los robos a que son sometidas las
víctimas de la delincuencia y que abarcan las tres clases sociales, familias
destruidas, otras que viven en permanente estado de miedo y temor. Nos
identificamos con su miedo y su dolor. No podría ser de otra manera. Pero no
es disminuyendo la edad de la imputabilidad de los menores de 14 años; como
solución final, esto es ingenuo.*

* *

*Tenemos que recordar que los derechos humanos no pueden quedar sólo
asociados en la subjetividad popular al problema de la dictadura y los
desaparecidos.*

* *

*No debe valer más la vida de un desaparecido que la de un niño que muere de
hambre, ni de los 27 que mueren por día por causas evitables. La indignación
debiera ser la misma, la del joven desaparecido por el crimen de la
dictadura y la del niño que muere de hambre en nuestro país.*

* *

*Los derechos humanos deben ser el desarrollo de los recursos humanos para
toda la población argentina. El combate al subdesarrollo de los recursos
humanos (alimentación, salud, educación a todos los niños) debe ser
prioridad y urgencia para prevenir futuros conflictos sociales. Empezar de
abajo asegurándole a la niñez la estabilidad de poder vivir sus propios
derechos constitucionales y de poder pensar en un posible futuro con
dignidad. Es sólo poder pensar. El que no come no piensa y su arma es la
inmediatez. No existen estructuras de demora, como habría dicho el doctor
Fernando Ulloa. El hambre es un crimen en nuestro país, un crimen diario que
potencia la delincuencia y el crimen organizado. Los ataques a las
organizaciones como Pelota de Trapo –a través del rapto de uno de sus
chicos, subiéndolos a coches donde son paseados amenazándolos por pertenecer
a una organización que se ocupa del hambre y de la indigencia– son un buen
ejemplo de la complicidad civil de un gran sector de la población argentina
que se niega a identificarse con el otro sector argentino de la población
que padece hambre e indigencia. La falta de respuesta frente al hambre es el
germen de la complicidad civil. Es de "mal gusto hablar de la desnutrición
infantil". El hambre no es problema para un gran sector de la población. El
que come tiene alimentación, educación y salud, sólo puede tener temor a ser
saqueado, asesinado por la "animalidad" descripta por Giardinelli.*

* *

*Desconocemos la subcultura de las zonas más carecientes, su lenguaje, sus
valores, sus creencias y sus desesperanzas. Se nace allí en la villa y allí
se forman sus valores, sus ideales, nada tienen que ver con los nuestros,
que hemos podido alimentarnos, trabajar y estudiar. El programa de Chiche y
los dos villeros de La Cava es la visualización práctica de las dos culturas
enfrentadas.*

* *

*El joven villero que sale a robar o matar por dinero, o por el dinero que
le ofrecen, sólo siente que ése es su trabajo, no existen en esa subcultura
nuestras categorías del bien y del mal, en esos chicos de 13, 14 o 15 años
sin ninguna esperanza futura posible para una vida mejor.*

* *

*Como dice la carta de Posse cuando afirma que el crimen del ingeniero
Barrenechea estuvo relacionado con la ausencia de efectivos de Gendarmería
en la villa, "en tanto no se solucione la ausencia del Estado en la villa,
seguirán presentes la inseguridad, la desigualdad, la injusticia, el hambre,
la mortalidad infantil, la deserción escolar, la pasta base y la
prostitución infantil –y agrega–, la respuesta no debe buscarse en el Código
Penal sino en la Constitución nacional".*

* *

*Allí está el germen de la formación de la delincuencia infantil y sus
tremendas consecuencias actuales.*

* *

*Insisto, el bien y el mal tienen distintos valores y códigos. Son los
hustler, del ghetto negro de Chicago, que la familia espera ávidamente para
recibir dinero que viene de los robos, asesinatos y drogas.*

* *

*La ausencia de una política de Estado frente al retiro de fondos destinados
a la ayuda social fue el origen del crimen juvenil. Los chicos de La Matanza
y de La Cava son nuestros pequeños hustler.*

* *

*No nos olvidemos que la pandilla juvenil más sangrienta en Latinoamérica,
los maras, fue el origen de una mayor represión a los jóvenes en El
Salvador. Hoy los maras han constituido un ejército temible de delincuentes
infantiles que existen ya en Latinoamérica.*

* *

*En la lenta recuperación de una justicia social donde los derechos
devuelvan la dignidad a los muchos que la carecen, muchos de ellos ni saben
que la carecen. Se ha perdido en esa subcultura de animalidad el derecho a
tener derechos.*

* *

*No más cárceles sino mejores instituciones que se ocupen de la infancia,
devolviéndoles los derechos fundamentales de poder vivir y desarrollarse. No
deben nacer condenados. La dignidad que fue devuelta a los indígenas de Evo
Morales o a los cabecitas negras de Perón sólo consiste en ser personas y no
vidas desperdiciadas, vidas no vividas, que merecen ser vividas.*

* *

** Psicoanalista, autor y director teatral.*

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