EL SALARIO NO ES GANANCIA
Autor: JUAN PABLO RUIZ -
La contra-tapa de la obra nos señala que en 1990 solo el 4% de los trabajadores bajo relaciòn de dependencia inscriptos abonaban el impuesto a las ganancias, que en el año 2000 ya ascendiò al 9% y que en el 2013 al 25%.-
Este fenòmeno se produce por una confizcaciòn ilegitima que realiza el estado mediante el impuesto a las ganancias.-
Con claridad el autor nos llama a no confundir salario con ganancia ni trabajo bajo relaciòn de dependencia con capital, atento a que el ùnico que poduce ganancias es el capital.-
Se indica con claridad que la ilegalidad del impuesto las ganancias aplicado al trabajador dependiente es consecuencia de imponerlo al salario, lo que se agrava con ìndices incorrectos, la no actualizaciòn de las escalas impidiendo el ajuste por inflaciòn.-
Es motivo de anàlisis en la obra la injusticia de la carga tributaria en Argentina, ya que la misma recae sobre el consumo popular, el trabajador registrado y los recursos de la Seguridad Social; mientras que se encuenra exenta la renta financiera.-
Este impuesto incrementa la violaciòn a la Dignidad del Trabajador, dignidad ya cercenada desde el momento que el trabajo bajo relaciòn de dependencia es considerado una mercancia ya que se tiene solo se lo considera como su capacidad de producciòn.-
Esta presiòn impositiva tambièn es un elemento màs de los que violan su proyecto de vida, atento a que no le permiten disfrutar de la vida en plenitud, al limitar sus ingresos, confiscàndolos es estado en forma ilegìtima.-
En su primer capìtulo se realiza un sesudo anàlisis jurìdico econòmico del impuesto a las ganancias, luego de la aplicaciòn que realiza el estado nacional a los los salarios; se examina la doctrina de la Suprema Corte de Justicia de la Naciòn; para terminar estudiando la regresividad de la politica tributaria, y preguntandose ¿ Quièn debe sostener al estado? y ¿ Si los salarios pueden ser gravados?.-
Es una obra que permitirà aclarar el debate sobre este tema que se ha reducido a medidas de fuerza y a que el estado afirme no tener fondos para compensar lo que no tributarian los trabajadores.-
Estamos en un Estado de Derecho y estas patologias institucionales son graves, y sobre todo cuando recaen sobre los que menos tienen y desde una ilegitimidad irrita.-
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