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jueves, 12 de noviembre de 2020

ALDOUS HUXLEY --- UN MUNDO FELIZ [libro] --- FELICIDAD --- CONFORMISMO --- PAZ SOCIAL --- HABITANTES EN SERIE --- CLASES SOCIALES --- EDUCACIÓN --- TODO EL MUNDO ES DE TODO EL MUNDO --- UNIDAD DEFECTUOSA --- VACÍO EXISTENCIAL --- SALVAJES --- SER DIFERENTE --- ¿SERÉ YO EL QUE ESTÁ MAL O SERÁ LA SOCIEDAD?

 




UN MUNDO FELIZ’ DE ALDOUS HUXLEY, UNA HISTORIA QUE SIGUE SIENDO ACTUAL
 
Aldous Huxley, era un escritor inglés que en 1932 ya imaginaba un mundo futurista en el que sus habitantes no tendrían ningún defecto, uno mundo en el que todos serían completamente felices, un mundo casi perfecto que plasmó en su novela “Un Mundo Feliz” (Brave New World, 1932).
 
“Un Mundo Feliz” es la novela más famosa de Huxley, y es que a pesar de haberla escrito en 1932, el autor retrata una sociedad de la que no estamos muy alejados, algo que para su tiempo era sumamente nuevo y arriesgado, incluso el escritor J. G. Ballard, la describió como “la guía más sagaz del futuro”.
 
La novela se desarrolla en Londres, en un futuro lejano que se creó a partir de la destrucción del mundo como lo conocemos hoy.
 
Los líderes de la Tierra decidieron aprovechar esta destrucción para crear un nuevo mundo, cambiando los defectos del anterior.
 
En este nuevo y fabuloso mundo no existe la desdicha, solo la felicidad, sentimiento que permite una gran estabilidad social, pues nadie se queja, todos están conformes con lo que son y con  lo que tienen.
 
Para lograr esto, los encargados de ese nuevo mundo crean a los habitantes en serie, en laboratorios, decidiendo cuánta gente nace y de qué clase.
 
En estos laboratorios se intervenía el desarrollo de los fetos para definir la vida social que tendrían sus nuevos ciudadanos y qué función desempeñarían.
 
A los embriones se les asignaba una clase social: Alfa, Beta, Delta, Gamma y Épsilon, siendo los Alfa los de clase privilegiada y los Épsilon los que pertenecían a la clase trabajadora.
 
Lógicamente estos niños no tenían padres, la familia en ese mundo simplemente no existía, los niños eran educados en los mismos laboratorios por distintos métodos, como la educación moral a través del sueño o hipnopedia, que consiste en hacerles oír una grabación en loop que se encarga de formar su modo de pensar y actuar.
 
Durante la novela Aldous Houx es totalmente descriptivo, narrando a detalle cómo imaginaba él este mundo casi utópico, la descripción es tal que es fácil perderse entre las páginas, tratando de imaginar cómo eran físicamente los habitantes, cómo era la ciudad en la que vivían y todos los avances tecnológicos y científicos con los que contaban.
 
A pesar de que la novela plantea un mundo es feliz, en el que no existe el arte, ni un dios, ni el amor como lo conocemos hoy en día, pues ahí “todo mundo es de todo mundo“, ni nada que pudiera distraer a la sociedad de sus funciones, hay un personaje que se no está feliz: Bernard Marx, un individuo de clase Alfa que vive cuestionándose si lo que hace está bien y que inquieta a los demás habitantes con sus ideas, por las que lo consideran una “unidad defectuosa”.
 
Por supuesto que había una cura para quien llegara a sentir un vacío emocional, una sustancia llamada soma, una especie de droga sin consecuencias dañinas para el organismo que te hace dormir y olvidarte del mundo por horas, de acuerdo con el autor “sólo un gramo de soma cura diez sentimientos melancólicos“.
 
A pesar del soma, Bernard Marx no halla la felicidad. Más adelante, Bernard viaja a una reserva de “salvajes”, un lugar en el que habitan hombres no civilizados, hombres acostumbrados al viejo mundo, ahí conoce a John un muchacho relegado de su sociedad por ser “extranjero”.
 
John es hijo de Linda, una mujer civilizada que se quedó fuera del mundo feliz por error y en la reserva de salvajes se convirtió en madre, algo terrible para los habitantes del mundo feliz.
 
Cuando Bernard conoce a John se identifica con él, pues de alguna manera los dos son rechazados de sus respectivas sociedades por ser diferentes, y decide llevarlo con él a la civilización. Esta relación es llevada hasta el final de la novela y que nos hace reflexionar sobre el mundo en el que vivimos y la forma de actuar de nuestra sociedad, ¿seré yo el que está mal o es la sociedad?.
 
A pesar de que en algunos momentos la lectura puede volverse un tanto complicada por tantos términos científicos y saltos de tiempo, la verdad es que conforme avanzas todo se vuelve más claro y no puedes detenerte hasta saber qué va a pasar con Bernard y con John.
 
La reflexión más importante que te llevas del libro es ver lo adelantado que estaba a su tiempo Huxley, cuando describe el mundo “como era antes”, parece que está hablando del mundo actual y te cae el veinte hasta que te das cuenta de que lo escribió en 1932, lo que te lleva a pensar, ¿En realidad hemos avanzado como sociedad?.
 
También te lleva a reflexionar sobre el “mundo feliz” del que habla Huxley, pues a pesar de que en su nuevo mundo no hay trabas para la felicidad, ya que sus habitantes están diseñados para eso, algo sale mal, alguien no está feliz, entonces ¿Cuál es el rumbo a la felicidad, no como personas, sino como sociedad?.
 
“Un Mundo Feliz”  es un libro totalmente recomendable, es bastante ligero que consta de 254 páginas, se puede acabar sin problemas en un par de semanas y sobre todo, a partir de la ficción, logra tocar algunos temas sobre los que vale la pena reflexionar






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