MILEI, LA ANTIDIPLOMÁTICA MOTOSIERRA CHOCADORA Y LA CRISIS CON
ESPAÑA
Por
Aram Aharonian* – Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico - 21 MAYO
2024·
Javier Milei se auto-convenció que debía convertirse en un
verdadero líder de la ultraderecha internacional, y creyó que la forma más
directa de lograr destacarse y asentar su arraigo político era crear
conflictos a través de excesos de verborragia destructiva, destructora, que
presagia una saga de choques que comenzó en Latinoamérica, siguió en España y…
¿Lo seguirán tolerando?
A este producto espurio tomado por el establishment hay quienes
lo tildan de delirante, porque está embarcado en el sueño (pesadilla para
la mayoría) de que convertirse en líder de una ultraderecha internacional.
Milei es el último revulsivo de la nueva ola reaccionaria
mundial: no es un nacionalista católico ni un neo-franquista español. Y tampoco
un Donald Trump (no es multimillonario (hace esfuerzos por conseguirlo desde la
presidencia), Nayib Bukele o Jair Bolsonaro (no es un militar)… aun cuando hace
lo imposible por parecerse.
Violento, insulta a sus adversarios político-ideológicos, pero
nunca de frente. Para el diputado español Gerardo Pisarello, asume las formas
de un groupie de los Rolling Stones o los Sex Pistols.
Quizá por su desparpajo agresivo y resentido que linda
con el desborde y lo payasesco su mensaje es capaz de permear en
sectores medios y de escasos recursos, a los que otros dogmáticos no llegan.
Esos millones que se sienten solos y desvalidos
en medio de un capitalismo voraz que les garantiza hambre y
demasiadas dudas sobre su futuro. Muchos con un resentimiento hacia la política
tradicional, pero también la política “progresista” o “popular”, que –salvo
contadas excepciones- no le ha resuelto sus problemas más acuciantes.
No se hace notar por sus obras, sino por las sobras de sus
palabras, por la agresividad de sus bots y trolls, porque la realidad es que
hasta ahora, en la Argentina, se encarga de deshacer todo lo que construyeron
los diversos y sucesivos gobiernos democráticos.
Una de las primeras decisiones de Milei al llegar a la
presidencia fue alejar a Argentina del grupo de los BRICS, integrados por
Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, para asumir un alineamiento absoluto
con Washington. Y, quizás, para reforzar ciertas alianzas empresariales, Milei
sobreactuó su acercamiento al judaísmo y decidió avalar sin fisuras la política
criminal y genocida de Benjamín “Bibi” Netanyahu en Gaza.
DIFAMAR Y SUMAR ENEMIGOS
El último domingo habló en un encuentro mundial anarco-capitalista
organizado por el partido de ultraderecha español Vox en Madrid, donde la
emprendió contra el presidente Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero
Español (PSOE).
::: “Qué calaña de gente atornillada al poder. Aún cuando tenga
la mujer corrupta, se ensucia y se toma cinco días para pensarlo”, dijo.
Antes, había definido al socialismo como “maldito” y
“cancerígeno”, frase que sus anfitriones de Vox no dirían, pero para eso
invitan a Milei.
Por ahora, España tomó una sola medida: la llamada a
consultas de la embajadora implica que la retiran temporalmente. Se trata
de un mensaje que, en el lenguaje de la diplomacia, expresa el malestar de un
gobierno con el otro. Si bien no implica romper las relaciones
bilaterales, sí señala que los vínculos han sido dañados.
El llamar a consultas a una embajadora es un gesto considerado
intermedio. Un escalón menor hubiera sido que el gobierno afectado,
en este caso España, hubiera convocado al embajador del país que cometió la
ofensa -el argentino- para pedirle explicaciones.
Un escalón más alto sería el retiro definitivo de su embajadora.
Los papeles dicen que es el presidente de 46 millones de
argentinos, por cuyos intereses debiera velar dentro y fuera del país.
Pero en su catarsis verborrágica, siempre deja el camino abierto
para que las grandes empresas trasnacionales se apoderen de los intereses
estratégicos de su país, sin decoro alguno.
Su radicalidad neo-thatcheriana lo hace atractivo a ojos de la
extrema derecha, que festeja al neofascista que podría tener un discurso y un
proyecto como el suyo. Y también por su anti-socialismo, su anti-comunitarismo
y su anti-comunismo visceral.
Pero más allá de eso, Milei les ofrece posibilidades de negocio
a los capitales extractivistas y rentistas con los que las derechas del viejo
continente tienen un vínculo privilegiado y que ven en Milei una buena
oportunidad para quedarse con todas las riquezas argentinas.
Pese a todo su esfuerzo, Milei no logró ningún compromiso de
inversiones por parte de los capitalistas españoles, Apenas una catarata de
rechazos ante sus dichos contra el presidente Sánchez y su esposa.
Lo cierto es que los empresarios no rechazan el plan económico
de Milei, pero son conscientes de que necesitan que sus negocios sean bien
resguardados por el Estado español, y cierran filas con su mandatario.
Tampoco logró el aval de la derecha argentina. El bloque
parlamentario Hacemos Coalición Federal, liderado por Migue Picheto, instó a
Milei “a que desista de su actitud irresponsable en materia de política
exterior provocando conflictos absurdos con países importantes del mundo”,
EL ARTE DE DESCALIFICAR
El choque diplomático de Javier Milei con el gobierno español
tiene sus antecedentes: también Colombia llamó a consultas a su embajador en
Buenos Aires, a raíz de que Milei calificó de “comunista asesino que está
hundiendo a Colombia” al presidente Gustavo Petro.
Con el mexicano Andrés Manuel López Obrador el roce se originó
en que Milei lo llamó “ignorante”. El mexicano se limitó a comentar que no
entendía» cómo los argentinos votaron a alguien que desprecia al pueblo».
Ni Petro ni el chileno Gabriel Boric, ni Lula en Brasil,
apoyaron la candidatura de Milei. Ya durante la campaña electoral éste buscó
utilizarlo en su favor, definirse como el cambio radical.
Le dijo a un medio colombiano: “¿Qué es en el fondo un
socialista? Es una basura, es excremento humano».
Petro le respondió: “Esto decía Hitler”. Y allí había quedado el
tema, porque las declaraciones de un candidato no tienen el mismo peso que las
de quien cuenta con una investidura presidencial, como ahora en España.
Durante la campaña electoral, Milei viajó a Santiago de Chile y
en una reunión de derechas dijo «esperamos sacar la plaga kirchnerista, en
realidad toda la plaga socialista que azota a Argentina por más de cien años,
espero que ustedes tengan la dicha y la altura como para poder sacarse también
a este empobrecedor de Boric».
Ahí no queda la cosa: la mala relación con China y el abandono
de la tradicional neutralidad diplomática argentina para alinearse con Ucrania
e Israel son parte de la misma historia:
::: pretende dejar en claro, por si alguien no lo había
comprendido, su total alineamiento y dependencia de Estados Unidos e Israel.
Milei también embarró las relaciones con Brasil al invitar a su
correligionario ultraderechista Jair Bolsonaro al acto oficial de su asunción.
NO ES EL PUEBLO, ES MILEI
Con habilidad política, el presidente de España, Pedro
Sánchez, desligó al pueblo argentino de las críticas que recibió de parte de su
par argentino y advirtió que Javier Milei es la demostración “del
riesgo que representa esta internacional ultraderechista para
sociedades” que se sustentan “en el progreso económico, la justicia social
y la convivencia”.
Sánchez dijo que las palabras de Milei no estuvieron «a la
altura» de un jefe de Estado y señaló que seguirá esperando una
rectificación antes de actuar en consecuencia. En tanto, puntualizó que la
reacción del gobierno español frente a este hecho (por ahora solo el retiro de
la embajadora en Buenos Aires) será acorde «a la dignidad de la democracia
española» y a los lazos de hermandad que unen a ambos países.
Mientras España llamaba en consulta a su embajadora, el
Presidente publicó en su cuenta de X una serie de retuits con su postura. Al
gobierno español le contestó reposteando las declaraciones de su vocero
presidencial Manuel Adorni, que adelantó que Milei no pedirá
disculpas porque ellos «lo trataron (primero) de odiador, de negacionista, de
‘ingerir sustancias’, de autoritario, de anti-democrático y de ser gente ‘muy
mala'».
Todo este anarco-capitalismo suena raro, anacrónico, en un mundo
que nos dijeron estaba des-globalizado, donde las grandes potencias vuelven a
defender formas de proteccionismo y de intervención en la economía para
salvarse de la debacle, del desplome de la industria, del colapso de miles de
pequeñas y medianas empresas, como ocurre en Argentina.
Quizá a su paso por Madrid recibió un tirón orejas porque a
veces se deboca, pero las derechas europeas son más sumisas al capital
financiero y especulativo extranjero.
Milei ya aprendió el recurso a la mentira descarnada y al
insulto abierto en las acusaciones contra sus adversarios progresistas o
republicanos, sumándose a la criminalización de los migrantes pobres, y la
caracterización de cualquier tímida medida redistributiva como políticas
“socialistas que solo traen promesa y muerte”.
Y después de esgrimir su vorágine verborrágica, deja la puerta
abierta a la reacción violenta (no olvidar que su “marca” es una motosierra), a
la misoginia de Milei, en sus ataques a las conquistas del movimiento feminista
o LGTBI o en el elogio descarado de experiencias dictatoriales como la del
gobierno cívico-militar del general Videla y sus secuaces y el negacionismo de
sus crímenes y sus 30 mil desaparecidos.
…………………..
*Periodista
y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Creador y fundador de Telesur
y de Diorama Press. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana
(FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis
Estratégico (CLAE)
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