EUFEMISMO COMO DOXA DEL DISCURSO NEO-LIBERAL PARA JUSTIFICAR LA
REFORMA LABORAL:
Autor: Abog. EDUARDO ALFONSO DEPETRIS
[publicado en Revista "LA DEFENSA XXX" de la FACA -
FEDERACIÓN ARGENTINA DE COLEGIOS DE ABOGADOS] abril 2019]
Desde hace muchos años el discurso neo-liberal, convertido en
una doxa, o sea, en una evidencia indiscutida reitera sus generalidades, cuyo
contenido real silencia.-
Plantea en términos cuasi religiosos que el "crecimiento
económico estable" hace "necesarias reformas y sacrificios",
tales como la "reforma laboral", el "recorte del gasto
social", control del presupuesto público; al efecto de lograr "la
confianza de los inversores".-
Para justificar la responsabilidad de los trabajadores en el
deterioro de su situación y la conducta salvífica de las políticas que
beneficiarán en un futuro incierto recurren a eufemismos tales como:
"Hubo una gran fiesta, se dilapidó el dinero y ahora hay
que pagar....",
..." Había un agujero en el techo, se veía el sol, nadie lo
quiso arreglar y ahora viene la tormenta...",
..."La pesada herencia...",
..."Se gastó lo que no teníamos...",
..."Una familia que se gasta lo que no tiene, ahora tiene
que pagar...",
..."Nos lo merecíamos.."
Nos hacen sentir responsables de los problemas que él mismo
sistema económico-social imperante genera, mientras nos ofrece una "dura
salida" a dichos problemas.
En síntesis: "Sé un despedido hoy con nosotros y tu
responsabilidad social estará incluida en el futuro trabajo que quizás te
otorguemos".-
Este planteo esconde a su vez una extorsión y una cuestión de
poder, ya que le exigen al Estado derogue la normativa Social que ampara a los
trabajadores, indicándole según sus intereses económicos lo que debe hacer, o
sea que se coloca por sobre el estado y sus tres poderes; ergo, del Estado de
Derecho pasaremos al empresario, toda la Nación se someterá a ellas y sus intereses.-
Solo ofrecen que crearán puestos de trabajo según las
necesidades de sus empresas, mas no indican si los salarios y las condiciones
de trabajo serán dignas tal como lo exige el Estado de Derecho asentado en la
Constitución Nacional y los Tratados de Derechos Humanos.-
Año tras años las administraciones neo-liberales reiteran su
argumentación, no solo en nuestro país, también lo hacen en el resto del
mundo.- Nada nuevo bajo el sol reza el "Eclesiastés".-
Siendo el temor un condicionante de conductas, plantean
prevenciones temerosas y responsabilidades tales como:
---Riesgo del mercado, que es quien determina el bien y el mal
de la sociedad de acuerdo a sus intereses económicos y como claramente señala
Alain Supiot el mercado es quien regulará y controlará el contenido y sentido
de las normas y no el derecho ya que para ellos, regula el mercado.-
Textualmente señala:
"Lo propio del neoliberalismo –lo que lo distingue del
liberalismo a la antigua– es tratar el derecho en general y el derecho del
trabajo en particular como un producto legislativo que compite en el mercado
internacional de las normas, donde la única ley que vale es la carrera social,
fiscal y ecológica hacia la baja.
"Así pues, el Estado de Derecho (rule of law) se sustituye
por el “mercado del derecho” (law shopping), de manera que el derecho se
encuentra bajo la égida de un cálculo de utilidad, en vez de que el cálculo
económico se coloque bajo el paraguas del derecho. Esta metamorfosis tiene
graves consecuencias y arroja luz sobre la inestabilidad de nuestros códigos,
en primera línea el Código Fiscal y el Código del Trabajo." [Alain Supiot
- dixit - ver art. citado en "Trabajos consultados"]
---De producirse la reforma laboral se producirá una
desaceleración económica, perderemos competitividad con la pérdida de fuentes
de trabajo, el desempleo, ...etc., y todo será responsabilidad de los que se
opongan a las medidas propuestas, y de los trabajadores y sus salarios que no
condicen con lo que vale su trabajo.-
Y mientras tanto, tal como lo señala Vivianne Forrester en su
obra "El horror Económico" no cesan los despidos.-
---El manejo y difusión masiva de estos paradigmas pretende
incorporarlos al sentido común, la subjetividad individual y colectiva; inserta
en un nuevo régimen de dominación capitalista más sofisticado.-
No opera más bajo la relación orden y control de la orden
con medidas disciplinarias, tal como el sistema fordista; lo que pretende es
internalizar las condiciones de explotación apropiándose de la subjetividad del
dependiente que cree ser su propio jefe, que auto-controla su trabajo, su
disciplina y vigilancia.-
La subjetividad deja de ser así un factor de producción para
convertirse en un insumo.-
Todas estas razones son parte de las que explican la duplicidad
y generalidad en los fundamentos de la necesidad de la que llaman "reforma
laboral".-
Ninguna razón científica fundada, diagnóstico, ni propósito
explicitado justifican la supuesta "crisis" o "estado de
emergencia", en que se fundan estas políticas que tienen como objetivo la
"reforma laboral", que no es más que la destrucción de los
Derechos Sociales.-
Todo ello debido a que la protección social contradice la maximización
de ganancias que pretenden lograr "los inversores"; sin decirlo,
afirman la necesidad de la desaparición de los restos del Estado Social, de las
políticas sociales y culturales, en síntesis de la Justicia Social y de los
Derechos Humanos ya que en esta genérica propuesta el trabajador siempre es
socio en las pérdidas..-
La pérdida de poder por parte de los estados frente a las
corporaciones multinacionales, lleva aparejada la prioridad de los intereses de
esas grandes empresas frente al bienestar social, el deterioro de las
condiciones laborales, la pérdida de derechos.-
El lograr las inversiones de esas empresas y la productividad de
las mismas, etc.... pone en sus manos las decisiones respecto al dictado de las
políticas sociales y laborales del país.-
El concepto de productividad no es tampoco explicado, y como el
resto de los eufemismos o significantes usados, están vacíos en la formulación
de la reforma laboral, permitiendo la creatividad de su contenido de acuerdo a
las circunstancias e intereses de los beneficiarios de la reforma, o sea las
empresas.-
El concepto de la competitividad, en concreto, intenta descifrar
las causas y los medios para obtener mayor éxito económico en el contexto de la
globalización.-
En ese sentido, la competitividad es leída en clave de capacidad
exportadora disociándola de la posible (des)mejora de la calidad de vida de la
población.
Solo afirman que el intenso proteccionismo de la legislación
laboral, junto con el impacto de las negociaciones colectivas y una enérgica
sindicalización son los obstáculos que deben ser removidos para generar
inversión y nuevos puestos de trabajo.
De allí la necesidad de la imposición de un nuevo paradigma de
relaciones laborales que destruye las históricas conquistas del mundo
trabajador, contratándolo barato, despidiéndolo sin costo y menospreciando a
sus organizaciones; todo ello con la excusa de la productividad y inversiones.-
De allí dimana que el patrón que da lógica a la existencia del
Estado en el que los intereses de los ciudadanos son desalojados por los de los
inversores, y no importa si son capitales de especuladores o creadores de
riqueza; todo se somete a la especulación, productividad y ganancias de los
"inversores"; ergo, el interés público es el del inversor, no el de
los ciudadanos; todo ello en los hechos y resguardado tras los eufemismos de la
noxa neo-liberal vestida de un sentido común planteado como verdad revelada; en
consecuencia, único camino para la solución de todos los problemas del país.-
La retórica neo-liberal plantea la necesidad de que todos
realicemos un esfuerzo, mas el esfuerzo es solo de los trabajadores, ya que el
eufemismo "desmantelar rigideces del mercado de trabajo", consiste
solo en derogar derechos de los trabajadores, precarizar las condiciones
laborales, trabajo gratuito o mal pago de menores, horarios de labor
irregulares [trabajo nocturno, los fines de semana], limitar el poder de
negociación obrera, transferir riqueza a los "inversores", desde los
salarios y seguridad social de los dependientes [disminución de los aportes y
contribuciones patronales]; que según afirman con valor de verdad
revelada es lo único que crea confianza en el mercado inversor, o sea las
mayores ganancias, la destrucción de las garantías sociales, el trabajo no
digno y esclavo.-
Sutilmente se introduce el concepto de "mercado de
trabajo", con lo que se coloca al trabajador en lugar de una mercancía
sujeta a la cotización del mercado, derogando de hecho todos los Derechos
Humanos de los Trabajadores, que tienen como centralidad del Hombre y no el
mercado; ya que el contrato de trabajo es de naturaleza antrópica, atento, lo
contratado es trabajo humano, tiempo de vida de un trabajador, del que dependen
su proyecto de vida y el de su familia –entre otras cuestiones atinentes a la
naturaleza humana-.-
Hablan de un esfuerzo colectivo para el logro de futuros
beneficios para todos, mas el trabajador debe ceder sus derechos y el empleador
incrementar sus ganancias, para que en un futuro incierto e indefinido
por generosidad del capitalista recibir lo que a él se le ocurra otorgarle -
teoría del derrame; o sea caridad, no derecho-, si es que ocurre.-
Estos conceptos trampa se presentan como una verdad científica y
universal indiscutible, fundamento de su pensamiento único, el que no admite
objeciones ya que a todo lo que se otorga al trabajador adquiere una
significación peyorativa.-
La construcción de estos eufemismos como verdades reveladas es
consecuencia de una manipulación sistemática y organizada de los medios de
comunicación mediante el control social que ejercen amen de la creación de
subjetividad a través de lo que Michael Foucault llamó la bio-política y a la
que Byung Chul Han agrega lo que él llama la Psico-política en su libro del
mismo nombre.-
Presentan así la reforma laboral como una restauración, una
revolución para el progreso y mejora dentro del mito milagroso de la
globalización, que circula anejo a la involución del estado hacia un mínimo
ineficiente que luego de construir el discurso de su ineficacia es usurpado en
su ejercicio por grupos económicos poderosos y en defensa de sus intereses
corporativos, y como consecuencia de ello lo que importa no es la confianza e
interés de los ciudadanos sino la confianza e interés del mercado, al que se
consulta a diario.-
Fundados en estos eufemismos conceptuales, los que despiertan
confianza en el mercado, se plantea una inevitabilidad, un fatalismo histórico
de las propuestas -como lo es en el caso de la reforma laboral-, por sobre los
intereses de los trabajadores individual y de sus colectivos, del hombre en sí
y los grupos sociales; logrando una despersonalización y economicismo de la
vida, de la sociedad, del derecho, del estado, de la política.-
Estos fines convertidos en indiscutidos, imponen los paradigmas
del crecimiento máximo y sin límites, el imperativo de la competitividad y el
de la productividad; todos ellos a la sombra del paradigma indiscutido de
incrementar la riqueza del inversor a costa de los ciudadanos, de los
trabajadores y en última instancia de la Justicia Social.-
TRABAJOS CONSULTADOS:
--- PIERRE BOURDIEU - Una amenaza próxima al chantaje --
[1996](LA BOCA DEL LOGO - 4 DE ENERO DE 2017)
--- ALAIN SUPIOT. - Cuando el derecho laboral es un “obstáculo”
[Publicado en Le Monde Diplomatique y Revista La Defensa de la FACA]
---DR. IGNACIO LEONARDI - Flexiseguridad y trabajo: el moderno
paradigma liberal en relaciones laborales - , (DOCENTE UBA-UNLZ)
---VIVIANNE FORRESTER - El horror económico - [ Fondo de
Cultura Económico - 1997]
---BYUNG-CHUL HAN, Psicopolítica, Herder, 2013.
------CÉSAR TOLEDO CORSI - Reformas laborales y dogma neoliberal
- - Miércoles 19 de noviembre de 2014 - publicado en the clinic
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