LA IRRESPONSABILIDAD POLÍTICA ALIMENTA LA CORRIDA CAMBIARIA Y
PUEDE PROVOCAR UNA BANCARIA
Javier
Milei dice que cuanto más alto esté el dólar, más fácil es dolarizar, mientras
que Carlos Melconian afirma que el dólar paralelo está barato.
Definiciones
que suman más tensión a un mercado de por sí complicado por la tradicional
cobertura cambiaria previa a elecciones.
La
exageración con el monto de las Leliq pone en riesgo a los ahorristas con
propuestas disparatadas.
Por Alfredo Zaiat - 8 de octubre
de 2023 – publicó – diario “Página 12”
EL DÓLAR MILEI Y LA BOMBA DE LAS LELIQ
Javier Milei propone la dolarización pero antes alienta una fuerte
devaluación..
Dos obsesiones recorren el debate económico alimentado por gran
parte de los economistas de la city: el dólar y las Letras de Liquidez
(Leliq) del Banco Central.
Ambas están asociadas a la idea fija de que la emisión monetaria
es el motor exclusivo de la inflación.
Estos expertos
en pronósticos errados aseguran
*** que la presión
cambiaria está vinculada a la cantidad excesiva de dinero en circulación, y
*** el exagerado
temor que difunden sobre las Leliq está basado en que estiman que el stock de
esa deuda es emisión futura que tendrá necesariamente impacto en el nivel
general de precios.
No es así. Estas ideas alimentan la confusión general abusando del
dominio que ejercen en el espacio público para la explicación de cada uno de
estos eventos económicos y financieros.
Los movimientos ascendentes de las cotizaciones de los dólares
financieros y blue y el incremento del monto de las Leliq tienen origen
diferente al que ellos señalan.
No es por la emisión presente ni por la futura que estas dos
variables generan perturbación en el funcionamiento de la economía, y más aún
en estas semanas previas a la primera vuelta electoral.
Las cotizaciones del billete verde suben por la incertidumbre
incremental ante la cercana elección presidencial que, en el actual escenario
político, puede sintetizarse en "dólar Milei".
En tanto, para despejar mensajes tóxicos es necesario apuntar
que no existe la "bomba
Leliq", sino un inmenso desafío de la política económica para
bajar la inflación y, de este modo, incrementar la demanda de dinero y el stock
de préstamos al sector privado (empresas y personas), lo que redundará en la
disminución del monto de las Leliq.
Cualquier otra
solución tendrá como víctimas a los miles de ahorristas en plazo fijo
sacrificados en el altar de un monetarismo obtuso.
Con el dólar Milei
se alienta una corrida cambiaria y con la bomba Leliq se induce una corrida
bancaria.
El dólar Milei es
desestabilizador
En un almuerzo con un grupo de empresarios, en Mar del Plata,
convocado en el mismo horario que Patricia Bullrich hablaba a
veinte cuadras en el Coloquio de IDEA, Javier Milei, el candidato
con más votos en las elecciones PASO, afirmó:
"Cuanto más
alto esté el dólar, más fácil es dolarizar".
Hay poca diferencia entre decir esto y convocar abiertamente a
una corrida cambiaria.
No es un misterio que en las semanas previas a las elecciones se
produzcan movimientos de capitales preventivos que se denominan cobertura
cambiaria.
Este comportamiento defensivo de agentes económicos tiene origen
en crisis pasadas y ante el temor de que el nuevo gobierno inaugure la gestión
con una fuerte devaluación.
En este contexto de inestabilidad, reiterado desde hace muchos
años, que Milei aliente la suba del dólar para concretar su principal proyecto
económico (la dolarización) sólo puede derivar en desbordes de las
cotizaciones de los dólares financieros y blue. Y así fue.
Como en la mayoría de las sentencias que hace referidas a la
cuestión económica, Milei se
equivoca, puesto que no
está subiendo el tipo de cambio oficial, sino los paralelos, y además la
cantidad de dinero no está congelada y la conversión se define según el monto
de reservas disponibles.
En realidad, lo que
está confirmando MILEI es que para concretar la dolarización necesita
una brutal devaluación acompañada de una hiperinflación, con consecuencias
devastadoras en términos sociales y laborales.
LA IRRESPONSABILIDAD POLÍTICA SIN IMPORTAR EL COSTO
Milei invita a una corrida cambiaria, con el riesgo de que se
extienda a una bancaria, sin que le importe el inmenso costo económico,
financiero y social que provoca.
Es una irresponsabilidad política igual o superior a la de su
referente económico local Domingo Cavallo, cuando éste ayudó a que
la economía ingresara en la caótica hiperinflación en el gobierno de Raúl
Alfonsín.
Carlos Melconian, el
ministro de Economía si Patricia Bullrich gana las elecciones, afirmó
que el "dólar paralelo" está barato. Un poco más de nafta
para alimentar el fuego de la city.
Una mirada bastante diferente tiene Ricardo Arriazu,
uno de los economistas más respetados por el mundo empresarial.
Explicó en un encuentro de financistas que "el tipo de cambio paralelo es una
locura, exorbitantemente alto".
Para agregar que "hay
un problema de pánico, de huida, no de tipo de cambio de equilibrio".
La histórica estrategia de la derecha consiste en alimentar,
precisamente, el pánico porque en una situación económica dramática irrumpen
las condiciones para realizar ajustes y reformas estructurales que
en un estado normal serían rechazadas por gran parte de la sociedad.
Esto es lo que busca Milei para imponer la dolarización.
¿QUÉ HIZO ALBERTO FERNÁNDEZ EN UNA SITUACIÓN PARECIDA?
Pese a que fue motivo de una fuerte controversia interna e
incluso algunos indican que fue el inicio de la ruptura de la relación
con Cristina Fernández de Kirchner, Alberto Fernández salió
públicamente a informar que el dólar a 60 pesos estaba bien.
Lo dijo pocos días después de la derrota por paliza de
Mauricio Macri en las PASO, que derivó en una fuerte devaluación y corrida
cambiaria.
La intervención de Fernández frenó la histeria en el mercado y
se estabilizó la cotización del dólar, lo que permitió al gobierno de Macri
llegar aliviado a la entrega del mando presidencial, al tiempo que facilitó su
recuperación electoral.
Son dos comportamientos opuestos en relación a la
responsabilidad política, sensibilidad social y especulación electoral.
QUÉ SON LAS LETRAS DE LIQUIDEZ
Otro fantasma que agitan Milei y otros economistas de la city se
refiere a qué hacer con las Leliq, que son instrumentos de regulación
monetaria del Banco Central.
O sea, es un pasivo que sirve para intervenir en el mercado de
dinero para no generar desequilibrios entre la cantidad de fondos que los
bancos captan de los ahorristas y la cantidad de recursos que destinan a
otorgar préstamos.
Como el monto de lo primero es bastante superior al segundo,
esta diferencia es entregada al Banco Central a cambio de esas Letras.
La entidad monetaria asume este pasivo para que este excedente
de dinero, que no es demandado en el segmento de créditos, no provoque un
derrumbe de la tasa de interés que cobran los depositantes.
Si esto sucediera, el corrimiento de estas colocaciones hacia
otros activos, preferentemente dólares, provocaría una crisis de proporciones.
Esta relación brinda el siguiente saldo en números: las
entidades financieras cuentan con depósitos en pesos por unos 35 billones.
*** De ellos, 18 billones son colocaciones a plazo fijo.
*** A su vez, los préstamos al sector privado se ubican
en 12 billones de pesos.
*** Esta diferencia expresa el desbalance entre la capacidad
prestable y la demanda efectiva de crédito.
Aquí aparecen las Leliq para equilibrar este desorden
monetario con un costo (cuasi-fiscal) con el objetivo de evitar un
desorden mayor en la plaza cambiaria y, en consecuencia, en el frente
inflacionario.
QUÉ DICE EL PRESIDENTE DEL BANCO CENTRAL
El titular del Banco Central, Miguel Pesce, explicó, en un
reciente artículo que está publicado en la página web de la entidad, que para
canalizar los excedentes de liquidez y evitar que afecten negativamente a las
tasas de interés, en especial las tasas pasivas (plazos fijos), interviene
absorbiendo la diferencia a través de las Leliq, que alcanzan los 15
billones de pesos.
Indicó que la tasa de interés que paga el Banco Central por las
Leliq remunera a los bancos que están obligados a pagar a los ahorristas y a
las empresas tasas mínimas determinadas por la propia autoridad monetaria.
"De esta
manera, se busca preservar el valor relativo del ahorro",
apuntó.
Uno de los principales desafíos de la política económica del
próximo gobierno es cómo resolver el desbalance entre capacidad prestable del
sistema bancario y demanda de crédito.
Pesce dice que la forma virtuosa de abordarlo es que el
ahorro de empresas y familias se canalice hacia la inversión productiva.
Con tasas de inflación elevadas e incertidumbre acerca de cuál
será el sendero cambiario, tensiones originadas en la escasez de dólares en el
Banco Central, el objetivo planteado por Pesce parece ambicioso.
Sostiene que en los próximos años, la limitación al crecimiento
por la restricción externa se superará gracias al dinamismo exportador de sectores
estratégicos tales como el petróleo y el gas, la minería, la agroindustria y
los servicios basados en el conocimiento.
El financiamiento bancario será entonces fundamental para
impulsar el sendero de desarrollo.
Para ello, es necesario preservar el valor del ahorro y
desarrollar un mercado de capitales y financiero doméstico profundo y
transparente.
Es clave también que, con la reducción de la inflación, aumente
la demanda de dinero. Esto implica la remonetizacion de la
economía.
En agosto, la demanda de base monetaria fue de 2,6%, alcanzando
uno de sus niveles históricos más bajos.
Si aumenta la demanda de dinero (circulante en poder del
público), pasando la base monetaria del 2,5% actual al 5,0% (que está por
debajo del promedio de los últimos 15 años), permitiría una reducción del stock
de Leliq en 6 billones de pesos (40% del stock actual).
LAS PROPUESTAS PELIGROSAS DE ECONOMISTAS DE LA OPOSICIÓN
Si bien tasas de interés superior al 100 por ciento anual
provocan una profunda alteración en el funcionamiento de la economía real y
financiera y, por lo tanto, es necesario reducirla en forma considerable para
limitar el costo de pasivos del Banco Central, economistas de la
oposición tienen propuestas temerarias para eliminar las Leliq.
Algunos especulan con
una hiperinflación fulminante que licuará esta deuda en pesos que,
en realidad, provocará la evaporación del poder adquisitivo de los
ahorros de los depositantes.
Otros evalúan la
posibilidad de canjear las Leliq por un bono del Tesoro de largo plazo,
que no será otra cosa que la reedición del Plan Bonex de 1989 cuando el
gobierno de Carlos Menem canjeó
depósitos superiores a 1 millón de australes por estos títulos públicos.
Como se explicó, las
Leliq son la contraparte de depósitos a plazo fijo de empresas y
personas. Si las Leliq son reemplazadas por bonos públicos, lo mismo
tendrán que hacer los bancos con las colocaciones a plazo de sus clientes.
Pesce intervino en el debate alrededor del costo de las Leliq,
al apuntar al centro de la evaluación que hacen economistas de la city:
"asimilar la
remuneración a las Leliq al déficit fiscal es un error que puede conducir a
políticas equivocadas".
Se refiere de este modo a que la obsesión ortodoxa acerca de la
magnitud del denominado déficit cuasi-fiscal (el costo de las Leliq) deriva en
estrategias para eliminarlo que terminarán afectando a los ahorristas, empresas
y a la solvencia general del sistema bancario.
LOS BANCOS SE PUSIERON EN GUARDIA
Los planes descabellados de estos economistas generaron la
reacción de las dos cámaras que agrupan a bancos (nacionales Adeba y
extranjeros ABA) para advertir acerca de sus consecuencias.
En un comunicado detallan que las Leliq son una herramienta de
política monetaria utilizada para esterilizar el exceso de pesos, que el Banco
Central coloca diariamente a través de subastas.
Para agregar que su manejo es uno de los desafíos que enfrentará
el próximo gobierno a la hora de diseñar su programa económico.
Luego cuestionaron la espectacularidad mediática. Afirman que "a riesgo de perder el interés del público lector, se adelanta
que las Leliq no son una 'bomba' destinada a explotar ni una 'bola de
nieve' que crece autónomamente".
E insisten con que "son un pasivo remunerado en pesos del
BCRA que puede -y debe- gestionarse en forma consistente con la baja de la
inflación, cumpliendo las obligaciones del Estado y manteniendo la estabilidad
financiera".
Para alejar los fantasmas de salidas traumáticas, los bancos
advierten que detrás de las Leliq están los depositantes y la confianza
en el sistema financiero.
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