El filósofo italiano Diego Fusaro apunta al financista judío-húngaro George Soros de estar detrás de las olas inmigratorias que llegan a las costas europeas ayudadas por O.N.Gs que aparentan accionar por motivos puramente humanitarios.
Fusaro declara que la élite financiera internacional tiene entre sus planes, suplantar a la población europea por lo que Marx llamaba "ejército industrial de reserva", esto es, masas paupérrimas dispuestas a trabajar hasta su último aliento carentes de todo sentido social y reivindicatorio, sin historial de luchas, de huelgas, de confrontaciones contra el capital.
Masas manipulables al servicio de la élite cuyas estrategias productivas solo aspiran a aumentar sus ganancias hasta el infinito.
Fusaro no le teme a lo considerado "políticamente correcto" para denunciar también que ciertas teorías de género responden al agua conducida al mismo molino, lo que significa que la línea cada vez más difusa entre los dos sexos indicarían el esfuerzo que se está realizando para el plan de despoblamiento y en definitiva, al contrario de lo que se afirma, para la pérdida de identidad.
En el mismo sentido, el ataque cada vez más demoledor hacia las religiones católica y musulmana apunta a la destrucción del hombre ligado a sus tradiciones. ¿Teorías de la conspiración?
El sólido curriculum académico de Fusaro no lo hace proclive a aventurarse en disquisiciones aleatorias, más bien en sus análisis hay una firme correspondencia con la realidad junto con el coraje intelectual de la denuncia.
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