Buscar este blog

lunes, 7 de junio de 2021

FRANCO BERARDI *** CORONAVIRUS, CAPITALISMO Y NUEVA NORMALIDAD *** SUBJETIVIDAD EN EL MUNDO GLOBAL... DE LA GENERACIÓN MILENIAL *** OLA DE ENORME SUBLEVACIÓN *** CUADRO CONCEPTUAL Y POLÍTICA COMÚN *** CONVULSIÓN DEL CUERPO PRECARIO GLOBAL *** BIO-INFO-PSICO VIRUS *** INCONCIENTE COLECTIVO *** LA POLÍTICA QUE VIENE *** MANIFESTACIONES DEL PODER CAPITALISTA *** PSIQUISMO COLECTIVO DE LA NUEVA GENERACIÓN *** SUBLEVACIÓN PREVENTIVA DEL PSIQUISMO COLECTIVO *** LOS OBLIGADOS A SER SOMETIDOS A LA VIOLENCIA DEL PODER *** ESCAPAR DEL TUNEL DEPRESIVO *** CAPITALISMO HA CAIDO POR TIERRRA Y NO PUEDE SUBLEVARSE


 



ESCUELA DE PSICOLOGÍA SOCIAL DEL SUR – junio 5 - 2020

 

DIÁLOGOS EN PANDEMIA FRANCO “BIFO” BERARDI FILÓSOFO Y DOCENTE.

 

Buenas tardes. Disculpen mi castellano que es un poco inventado. Lo que me interesa hoy es retrasar, reconstruir, recontar un ciclo reciente de la subjetividad en el mundo, de la subjetividad global.

 

Sobre todo de la subjetividad que se ha manifestado a través de los movimientos, de la subjetividad de la generación que se puede llamar “Milenial”, de la generación que yo llamo “Conectiva”, de la generación que progresivamente ha trasladado su comunicación a la dimensión conectiva, a la dimensión digital.

 

Eso me interesa e intento hacerlo partiendo del final del año 2019. Creo que ha pasado de Hong Kong a Santiago de Chile, de Quito a Bogotá, de Barcelona a Terán una ola de enorme sublevación, sobre todo de los jóvenes, sobre todo de la generación joven.

 

Yo he intentado entender qué estaba pasando en estos meses. Me apasionaba particularmente el proceso que se ha desarrollado en Santiago de Chile porque me ha parecido que allá, esta sublevación, tenía un carácter de conciencia, de radicalidad social pero, en general, lo que me ha parecido es que no se trataba verdaderamente de un movimiento políticamente homogéneo, no había un programa común, no había una estrategia común a diferencia de otras veces como en el 2010/11/12, en la época cuando había un cuadro conceptual y político común.

 

Esta vez, todo se ha desarrollado de una manera mucho más, si puedo decir así, mucho más convulsiva.

 

En mi sentido lo que pasó en el otoño del 2019 ha sido una verdadera convulsión del cuerpo precario global que se encuentra, desde hace mucho tiempo, en una condición de sofocamiento.

 

En una condición, a nivel físico y a nivel psíquico, de compresión extrema, una explosión. Un volcán me ha parecido la metáfora que más se adapta para entender qué estaba pasando.

 

Un volcán que erupciona lava pero no sabemos que formas va a tomar esa lava.

 

Entonces a un cierto punto, hay algo en este movimiento que me parece anticipa una tragedia, un colapso.

 

Y el colapso llegó, pero no llegó a nivel político, llegó desde una dimensión que es la dimensión de la sub visibilidad biológica.

 

Una realidad… Una concreción material que llamamos “virus” que no podemos ver, que no podemos verdaderamente analizar o entender pero que produce inmediatamente efectos a través de la dimensión informativa, a través de la dimensión imaginaria.

 

Un bio-virus que se ha trasladado en el campo infoesférico [1 Infosfera: Es un neologismo compuesto de información y esfera. El primer uso documentado de la palabra en inglés InfoSphere fue en una revisión de un libro en 1971 por la revista Time por R.Z. Sheppard.] que ha mutado en info-virus, en un virus de la percepción cognitiva, en el virus del miedo, de la angustia, del pánico también.

 

Lo que ha pasado en los últimos cuatro meses es un colapso que es al mismo tiempo biológico, de la vida, que es al mismo tiempo infoesférico porque es la esfera de la comunicación que ha enloquecido, que ha sido cortocircuitada por este bio-virus pero al final, al final, el bio-info-virus va a transformarse en el psico-virus. Es ese psico-virus el que me interesa hoy.

 

¿Qué está pasando en las profundidades del inconsciente colectivo de la psicoesfera?

Ese es el tema más importante de este momento porque eso conserva la evolución o la involución del cuerpo y del alma de la nueva generación.

 

Cuando hablamos hoy de la política que viene, antes que nada tenemos que analizar lo que pasa en la subjetividad psíquica de la generación que más profundamente ha sufrido a nivel social.

 

Porque son los viejos que se mueren y son los jóvenes los que tienen que vivir en un mundo que se anuncia cada vez más violento, feroz, porque las primeras manifestaciones del poder capitalista a nivel global como en Italia, como en los EEUU, como en cada lugar del mundo, las primeras manifestaciones del Capitalismo han sido más feroces de lo que eran antes.

 

Eso es lo que tenemos que esperar que se vea. Entonces, ¿qué se hace? ¿Cómo evoluciona? ¿Cómo se orienta? ¿Cómo se transforma el psiquismo colectivo de la nueva generación?

 

Hasta hace unos días yo no lo sabía, ahora empiezo a entenderlo. Porque lo que está pasando ahora, lo que ha pasado en las últimas semanas en la ciudades de los Estados Unidos de América es muchísimas cosas.

 

Es una revuelta contra el racismo, es el desmoronamiento de la estructura estatal de estos países imperialistas y racistas.

 

Es el comienzo de un apocalipsis verdadero de occidente en su conjunto pero más allá de todas estas cosas, lo que está pasando es una sublevación preventiva del psiquismo de la generación colectiva.

 

Hablo de Psiquismo colectivo, es un concepto muy indefinido, lo sé.

 

¿Qué es el psiquismo colectivo? Hay muchas respuestas. En “Totem y Tabu” Freud (Leonardo lo ha dicho antes) habla de algo como un espíritu colectivo, ¿pero qué es?.

 

Jung habla de inconsciente colectivo pero es el inconsciente colectivo que nos viene de la tradición, son los símbolos que vienen del pasado, ¡no me interesa!

 

Lo que me interesa es algo que conceptualmente tiene que ser definido pero yo lo percibo, lo siento.

 

Es la predisposición colectiva de lo que va a pasar al interior de la dimensión psíquica como de la dimensión social.

 

¿Qué paso al interior del inconsciente colectivo en la última semana?

 

Yo me lo imagino así… Los policías matan a G. Floyd, es un sacrificio ritual, es una agresión de una violencia inimaginable, pública y al mismo tiempo es una humillación del sentimiento de los negros naturalmente, pero también de los obreros, de los precarios blancos, también de las mujeres y de todos los que están obligados a ser sometidos a la violencia del poder.

 

Entonces ahí, ante esta humillación espectacular, ¿qué hacemos?

 

El psiquismo colectivo ha dicho: ¡Tenemos que explotar! ¡Tenemos que destrozar todo! Reaccionar con el máximo de violencia simbólica y material.

 

La violencia que tenemos no es una violencia contra los seres humanos porque no tenemos armas de fuego. Tenemos nuestras manos, nuestros cuerpos, nuestra rabia y destrozamos todo lo que podemos destrozar.

 

Yo me acuerdo que el 11 de Marzo de 1977 en la ciudad de Bologna, Italia un compañero fue asesinado por los carabineros en la universidad.

 

Nos encontramos miles y miles en todas las facultades y nos preguntamos: ¿qué hacemos?

 

Tenemos que responder, porque es la única manera de no entrar en una dimensión depresiva y suicida, pero… ¿Cómo respondemos si no tenemos armas?

 

Destrozamos todo lo que se puede romper en la ciudad y no tocamos a los seres humanos. Los policías no nos interesaron.

 

En la noche del 11 de Marzo en Bologna todos los vidrios fueron rotos. Lo mismo ha pasado en las ciudades de San Francisco, Dallas, Minneapolis, Seattle, Atlanta… ha pasado que la gente ha dicho ¡cuidado! si nos revolucionamos, algunos pueden ser apresados.

 

Hay 10 mil en prisión en los EEUU; algunos pueden ser matados por los policías, ¡hay muertos! ¡Hay muchos muertos!

 

Pero otra voz ha dicho: si no respondemos hoy, si no explotamos hoy lo que tendremos que enfrentar en un año o dos años de túnel depresivo colectivo, de epidemia suicida, ese es el verdadero peligro después del lock-down. La violencia que el lock-down significa, sobre todo para los que tienen 20 años.

 

Esta violencia puede producir un efecto de túnel depresivo, de epidemia suicida y puede producir estabilización psíquica a nivel autístico; es decir que una generación puede decidir ignorar la existencia de los otros para no sufrir.

 

Ese es el problema psíquico. La insurrección, la revuelta, la explosión es la única manera para escapar del túnel depresivo, esa es la lección que yo he aprendido de los compañeros negros, migrantes, precarios, de los estudiantes, de los EE.UU. de América.

 

Yo creo que en los próximos meses no habrá ninguna vuelta a la normalidad. La normalidad está muerta porque el capitalismo es como una bicicleta, no se puede parar la bicicleta, si se para la bicicleta se cae a la tierra y el capitalismo ha caído por tierra y no puede sublevarse, no es el dinero, no es la fuerza de la finanza lo que puede salvarnos hoy.

 

Lo que puede salvarnos es:

*** uno) la ciencia, la ciencia médica, la ciencia agronómica, la ciencia climatológica;

*** dos) la solidaridad entre los trabajadores cognitivos y los trabajadores precarios de todo el mundo;

*** tres) el coraje de explotar cuando sea necesario con todo lo que necesitamos para destrozar el túnel depresivo que es el riesgo del futuro.

 

Vamos a vivir tiempos peligrosos pero interesantes. Lo importante es nunca perder la percepción de una posibilidad que no se encuentra en la tecnología, se encuentra en la subjetividad, en la solidaridad, en el afecto, en el amor, en el placer de vivir juntos.

 

Ese es el fundamento de la fuerza política que necesitamos en el futuro. Muchas gracias


No hay comentarios:

Publicar un comentario