«𝐿𝑎 𝑠𝑎𝑏𝑖𝑑𝑢𝑟𝑖́𝑎 𝑠𝑖𝑛 𝑜𝑖́𝑑𝑜𝑠.
*** Oír diariamente lo que dicen de nosotros y tratar de
descubrir incluso lo que piensan de nosotros, es algo que termina aniquilando
hasta al individuo más fuerte.
*** Si los otros nos dejan vivir, es para tener diariamente
razón contra nosotros.
*** No nos soportarían, si fuéramos nosotros quienes tuviésemos
razón contra ellos, y menos aún si pretendiéramos tener razón.
*** En suma, hagamos este sacrificio en aras de la buena armonía
general; no escuchemos cuando hablen de nosotros, cuando nos alaben o nos
critiquen; y ni siquiera pensemos en ello» (𝑝. 256).
Nietzsche. F. (1994). Aurora. M. E. Editores.
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