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viernes, 16 de julio de 2021

JEAN-PAUL SARTRE *** LA RELACIÓN ORIGINAL CON EL MUNDO *** EL SER-EN-EL-MUNDO *** REALIDAD CONTINGENTE Y ACCIDENTAL *** CONTINGENCIA DE NUESTRO SER-AHI

 



La relación original con el mundo no puede ser dada, tampoco puede existir en potencia ni permanecer en suspenso, en una vaga suspensión inerte: es preciso que sea vivida, existida; lo cual quiere decir que cada realidad humana debe hacerse ella misma y de manera inédita, relación singular con el Todo.

 

El ser-en-el-mundo es una superación de la pura contingencia singular hacia la unidad sintética de todos los azares, es el proyecto de jamás entender cualquier aparición particular sino sobre el fondo del Universo y como una cierta limitación concreta de todo.

 

La ambigüedad de esta relación viene de que no es una relación del Todo consigo mismo, sino proyecto de cierta realidad contingente y accidental, perdida en el seno de los fenómenos y que se constituye como superación de sí hacia la totalidad que la aplasta; es, por consiguiente, a la vez, el estallido de una singularidad que se proyecta sobre el infinito de los fenómenos y que se pierde para que pueda existir algo como un Mundo — y el repliegue de un En-Sí desparramado, en la unidad de un mismo acto.

 

Es al mismo tiempo la abdicación de la finitud original y la resolución de hacerse anunciar esta finitud por el mundo mismo como una existencia particular que aparece sobre el fondo oscuro de la Totalidad.

 

En fin, esta relación con el mundo es a la vez una manera de vivir la pura e insípida contingencia de nuestro ser-ahí (o cuerpo) y una manera de superarla.

 

Pues superar el cuerpo, es la única manera de vivir y de hacerlo existir.

Jean Paul Sartre / Mallarmé. La lucidez y su cara de sombra

 


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