LA CAUSA DE LAS ULTRADERECHAS
25 de septiembre de 2022 - 12:31
Se habla, y está muy presente
en los análisis actuales, de factores multicausales en el origen de las
ultraderechas.
En este caso, solo señalaré
dos que me parecen tener un rol relevante.
En primer lugar, una transformación
estructural del Capitalismo en sus condiciones materiales.
*** El capitalismo en su
forma neoliberal, ya no puede, por su propio funcionamiento, disponer de su
superestructura clásica.
*** En su modo inédito de
apropiación del Estado y de la Democracia, ha erosionado todo el tejido
institucional del denominado capitalismo industrial o fordista.
*** El nuevo paradigma de
crecimiento concentrado y extensión cada vez más amplia de la desigualdad exige
que las derechas hayan emprendido desde hace años una batalla integral en el
campo político, cultural y simbólico hasta poder obtener en distintos segmentos
de la población una "vida de derechas" incluyendo una "izquierda
de la derecha".
En cierta forma, se podría
definir a la nueva ultra-derecha como la decisión internacional de dar esa
nueva batalla en todos los frentes y adaptando a la misma, a las
particularidades constantes de cada país.
Al ser una nueva batalla, los
actores involucrados que proceden de un mundo anterior deben redefinir sus
identidades clásicas: viejos políticos se incluyen en el espectro
ultraderechista.
Esta batalla comprende
básicamente combatir a la conjunción del populismo y el feminismo en su
propósito de generar una experiencia contra-hegemónica al neoliberalismo.
El populismo y el feminismo
son los dos vectores históricos emergentes de las luchas populares en su
intento de recuperar la democracia de la apropiación neoliberal, que siempre
intentará destruir la experiencia colectiva en la toma de decisiones.
En segundo lugar la denominada producción de
subjetividades que tiene una especificidad a destacar; el programa de
destrucción de los vínculos sociales y sus archivos de memoria histórica
provoca que existan miles de vidas incapaces de reconocer un legado histórico.
Viviendo en un presente
deshilachado oscilan entre una culpabilidad autodestructiva, por no haber
encontrado el lugar que permita sostener sus vidas, y un odio sin sublimación
posible, hacia aquello que el lawfare, el aparato mediático y
corporativo concentrado, identifica como el lugar del "robo del goce"
que les falta.
El ideal cumplido del discurso
capitalista es precisamente éste: el robo realizado por las estructuras de
explotación y opresión es orientado hacia los proyectos políticos
transformadores.
Si el populismo lucha contra
la explotación, y los feminismos contra la opresión, el neoliberalismo es el
intento más logrado que intenta desterrar estas praxis, para que todo se vuelva
una práctica repetitiva en la reproducción del sistema.
Por esta razón es siempre
urgente que las praxis que se definen por frenar y transformar el mundo, que
las ultraderechas pretenden someter, se deben imponer a si mismas un nuevo
ejercicio de pensamiento capaz no solo de interrogar al aparato de dominación
sino al sujeto que en cada uno existe, y está intentando realizar la
experiencia colectiva de este presente.
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