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martes, 31 de diciembre de 2024

ATILIO BORON - LA REGIÓN, PRESA DE ESTADOS UNIDOS - [ESTRATEGIA DE PODER – AHORA DONALD TRUMP]

 




LA REGIÓN, PRESA DE ESTADOS UNIDOS

– diciembre 30, 2024

[ESTRATEGIA DE PODER – AHORA DONALD TRUMP]

Publicada en  Revista Acción

 

La crisis o las situaciones excepcionales son una constante en América Latina y el Caribe (ALC), no una alteración de una supuesta normalidad que jamás conocimos en este, el continente más injusto del mundo. Y, para más datos, el más cercano a «la Roma Americana», como Martí llamara al imperialismo estadounidense.

 

Nuestra América es por lo tanto presa favorita de Washington, aquella sobre la cual sus garras llegan más lejos y se hunden más profundamente. A veces se nos dice que en este continente son muy extrañas las guerras, y es cierto que no hay guerra entre las naciones como las vemos en África, Europa o Asia, para ni hablar de Medio Oriente. La última de este tipo entre países de la región fue la «Guerra del Fútbol» de 1969, entre Salvador y Honduras, un incidente menor. Una pelea de fanáticos futboleros que dio origen a una guerra de dos días y con un número mínimo de víctimas. Una escaramuza armada más que una guerra.

 

El otro caso, y el más grave, fue la que libraron Perú y Ecuador en 1995, la llamada Guerra del Río Cenepa, cuyo saldo se estima en poco más de cien muertos en combate.

 

Sobreviven todavía algunas disputas territoriales como las que hay entre Venezuela y Guyana por el Esequibo, el conflicto marítimo entre Nicaragua y Colombia, o el que enfrenta diplomáticamente a Belice contra Guatemala.

 

La inserción de Latinoamérica y el Caribe en el hemisferio occidental nos convierte en una región signada por una especie de «fatalidad histórica y geográfica». Somos, para los sectores supremacistas y racistas, el «patio trasero de EE. UU.».

 

A fines del año pasado, diciembre del 2023, se cumplieron doscientos años de vigencia de la Doctrina Monroe. No es un dato menor que fue esta la primera doctrina de política exterior elaborada por el Gobierno de Estados Unidos y que antecedió casi en un siglo a la Doctrina Wilson, concebida en el marco de la Primera Guerra Mundial para establecer parámetros orientadores de las relaciones de Washington con Europa.

 

Pero, insisto, la primera definición en materia de política exterior fue para nosotros (ALC). El hecho de ser parte del llamado hemisferio occidental –una expresión amable pero mentirosa, que utilizan los gobernantes en Washington para hablar de esta parte del mundo y evitar decir que somos la periferia del imperio– nos otorgó ese dudoso privilegio.

 

Esta situación tan especial de ALC solo puede explicarse porque al ser esta región un verdadero emporio de recursos naturales –petróleo, gas, agua, minerales varios, litio, biodiversidad, etcétera– y más encima muy próximo a las costas de Estados Unidos se comprende que concite el interés prioritario de Washington.

 

Pero, además, y este no es un dato menor, ALC es la frontera de Estados Unidos con el turbulento mundo del subdesarrollo y la pobreza. Asegurar la estabilidad de esa región, contar con «gobiernos amigos» que eviten relacionarse con países enemigos de Estados Unidos (antes la Unión Soviética, ahora China, Rusia, Irán, entre los principales) y que favorezcan a las empresas estadounidenses y contengan el flujo migratorio hacia el norte son prioridades de enorme importancia para Washington, aunque sus funcionarios siempre han procurado negociar con los países del área «ninguneando» su importancia. Pero esta subestimación es desmentida por los datos duros de la política exterior de Estados Unidos.

 

Preocupado por contener la expansión del «comunismo soviético» Washington en abril de 1949 crea la OTAN; pero casi dos años antes en septiembre de 1947, había creado el TIAR, Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, que es el modelo que luego se aplicaría en Europa con la OTAN. Y en 1948 crea la OEA, una organización regional que mucho más tarde tendría su contraparte en Europa.

 

En suma: primero lo primero, como dice un conocido adagio estadounidense, y a la hora de resguardar regiones Washington no tuvo dudas. Primero poner a salvo del expansionismo soviético a ALC, luego nos ocuparemos de los europeos. El mismo razonamiento cabe en relación con la creación de los comandos de las fuerzas armadas de Estados Unidos en distintas partes del mundo.

 

El Comando Sur, con jurisdicción sobre toda Latinoamérica y el Caribe, a excepción de México (incorporado al Comando Central de Estados Unidos) fue creado en 1963; veinte años más tarde, en 1983, se crea un comando para monitorear y resguardar los intereses de Estados Unidos en Oriente Medio y el Comando para África recién ve la luz en 2007.

 

Para concluir, por algo ya en 1783 John Adams, a la sazón embajador de la joven república norteamericana en Londres, propuso al nuevo Gobierno de las Trece Colonias que consumara cuanto antes la anexión de las islas de Cuba y Puerto Rico a la jurisdicción estadounidense. La razón: la independencia de Estados Unidos podría originar algún conflicto en el futuro con el Reino Unido y la corona británica mantiene muchas posesiones en las islas del Mar Caribe. Asegurarnos el control de Cuba y Puerto Rico, continuaba diciendo Adams, es esencial para la seguridad nacional de Estados Unidos en caso de un futuro enfrentamiento con el Reino Unido, que de hecho estalló en 1812.

 

Huelga subrayar la asombrosa actualidad de esas palabras en las vísperas del ascenso de Donald Trump a la presidencia de ese país. Como dijera el gran filósofo e historiador italiano Giambattista Vico (1668-1744), la historia es una sucesión interminable de «corsi e ricorsi», de ciclos que con ropajes y apariencias distintas se repiten a lo largo del tiempo.

 


lunes, 30 de diciembre de 2024

CONCIENCIA PLENA - ¿QUÉ ES LA CONCIENCIA PLENA ? - EJERCICIOS

 



EJERCICIOS DE CONCIENCIA PLENA

 

¿Qué es la conciencia plena?

 

La conciencia plena es un tipo de meditación en la que te concentras en estar plenamente consciente de lo que estás experimentando y sintiendo en el momento, sin interpretaciones ni juicios.

 

La práctica de la conciencia plena implica métodos de respiración, visualizaciones guiadas y otras prácticas para relajar el cuerpo y la mente y ayudar a reducir el estrés.

 

Pasar demasiado tiempo planificando, resolviendo problemas, soñando despierto o pensando pensamientos negativos o aleatorios puede ser agotador. También puede hacer que seas más propenso a experimentar estrés, ansiedad y síntomas de depresión. Practicar ejercicios de conciencia plena puede ayudarte a desviar tu atención de este tipo de pensamientos y a involucrarte con el mundo que te rodea.

 

¿Cuáles son los beneficios de la meditación?

 

La meditación se ha estudiado en muchos ensayos clínicos. La evidencia general confirma la utilidad de la meditación para varias afecciones, entre ellas:

  • Estrés
  • ansiedad
  • Dolor
  • Depresión
  • Insomnio
  • Presión arterial alta (hipertensión)

 

La meditación puede ayudarte a tener pensamientos y emociones de mayor equilibrio y aceptación. La meditación también ha demostrado:

  • Mejorar la atención
  • Aliviar el agotamiento laboral
  • Mejorar el sueño
  • Mejorar el control de la diabetes

 

¿Cuáles son algunos ejemplos de ejercicios de conciencia plena?

 

Algunos ejemplos son:

  • Prestar atención. Es difícil ir más despacio y observar las cosas en un mundo ajetreado. Trata de dedicarle tiempo a experimentar tu entorno con todos tus sentidos: el tacto, el oído, la vista, el olfato y el gusto. Por ejemplo, cuando comas un alimento favorito, tómate el tiempo para olerlo, saborearlo y disfrutarlo verdaderamente.
  • Vivir el momento. Intenta prestar una atención intencionalmente abierta, tolerante y perceptiva a todo lo que haces, y busca la felicidad en los placeres simples.
  • Aceptarse a sí mismo. Trátate a ti mismo del mismo modo en que tratarías a un buen amigo.
  • Concentrarse en la respiración. Cuando tengas pensamientos negativos, intenta sentarte, respirar hondo y cerrar los ojos. Concéntrate en tu respiración cuando el aire entra y sale de tu cuerpo. Sentarse y respirar durante solo un minuto puede ayudar.

 

También puedes probar ejercicios más estructurados de conciencia plena, como los siguientes:

  • Meditación de exploración corporal. Acuéstate boca arriba con las piernas extendidas y los brazos a los lados, con las palmas hacia arriba. Concentra tu atención lenta y deliberadamente en cada parte de tu cuerpo, en orden, de los dedos a la cabeza o de la cabeza a los dedos. Sé consciente de cualquier sensación, emoción o pensamiento relacionado con cada parte de tu cuerpo.
  • Meditación sentada. Siéntate cómodamente con la espalda recta, los pies apoyados en el suelo y las manos en tu regazo. Respira por la nariz, concéntrate en la respiración cuando el aire entra y sale de tu cuerpo. Si las sensaciones físicas o los pensamientos interrumpen la meditación, anota la experiencia y luego vuelve a concentrarte en tu respiración.
  • Meditación caminando. Encuentra un lugar tranquilo de 10 a 20 pies (3 a 6 metros) de largo y comienza a caminar lentamente. Concéntrate en la experiencia de caminar, estando consciente de las sensaciones de estar de pie y de los movimientos sutiles que mantienen el equilibrio. Cuando llegues al final de tu camino, gira y continúa caminando, manteniendo la conciencia de tus sensaciones.

 

¿Cuándo y con qué frecuencia debo practicar ejercicios de conciencia plena?

 

Depende del tipo de ejercicio de conciencia plena que planees hacer.

 

Los ejercicios simples de conciencia plena se pueden practicar en cualquier lugar y en cualquier momento. Las investigaciones indican que activar los sentidos al aire libre es especialmente beneficioso.

 

Para ejercicios más estructurados de conciencia plena, como la meditación de exploración corporal o la meditación sentada, necesitarás reservar tiempo cuando puedas estar en un lugar tranquilo sin distracciones ni interrupciones.

 

Puedes elegir practicar este tipo de ejercicio temprano en la mañana antes de comenzar tu rutina diaria.

 

Trata de practicar la conciencia plena todos los días durante unos seis meses. Con el tiempo, es posible que descubras que la conciencia plena se convierte en algo natural. Piensa en ello como un compromiso para reconectarte y nutrirte.

 


MINDFULNESS - RELAJACIÓN - ATENCIÓN - EJERCICIOS

 




MINDFULNESS EJERCICIOS

 

Los ejercicios de mindfulness, o conciencia plena, son técnicas que ayudan a desarrollar la capacidad de estar presente y ser consciente de uno mismo y del entorno. 

 

El Mindfulness es una práctica de meditación que entrena la atención principalmente para concentrarse en el momento presente, para sentirnos mejor y pensar de una manera más saludable, sin fusionarnos con los pensamientos que se quedan enganchados en el pasado añorado o injusto, o en el futuro incierto.

 

Nuestra mente es como una fábrica que por su chimenea no paran de salir pensamientos y más pensamientos. Es nuestra condición y por este motivo no hemos de asustarnos si tenemos toda clase de pensamientos, neutros, positivos y los temidos negativos.  Un 46% del día estamos distraídos y nuestra mente está en otro lugar distinto al que estamos.

Este divagar de la mente se asemeja a un mono que va saltando de árbol en árbol.

 

Hemos aprendido a hacer valoraciones muy dicotómicas como “esto es bueno/malo”, “mejor/peor”, “listo/tonto” …y a recordar situaciones pasadas, dolorosas y a preocuparnos ante la incertidumbre.

 

Todo ello nos lleva a sentirnos indefensos ante esta manera de funcionar y a sentir dolor emocional.

 

¿Para qué son útiles los Ejercicios de Mindfulness?

 

Los Ejercicios de Mindfulness tienen como objetivo desarrollar la capacidad de ser conscientes de nosotros mismos (lo que sentimos, pensamos y hacemos) y del mundo que nos rodea, así como de nuestras pautas y hábitos de comportamiento. Por este motivo, la terapia cognitivo-conductual incorpora el mindfulness en sus tratamientos como un complemento dados sus efectos beneficiosos.

 

También demuestra ser una práctica muy efectiva para la ansiedad y tratar el miedo a volar (u otras fobias).

 

En general, el desarrollo de la atención plena ayuda para el funcionamiento mental y el bienestar, como un antídoto para dejar de sufrir innecesariamente, y sincronizar nuestra mente estando más presentes en el aquí y en el ahora. 

 

También, a poder ser capaces de enfocar nuestra atención en lo que sentimos y/o hacemos sin distraernos ni evadirnos de lo que nos acontece.

 

Las personas más felices son aquellas que están más conectadas con el presente y tienen la capacidad de reenfocarse cuando sus pensamientos aportan un dolor gratuito.

 

Cómo practicar los Ejercicios de Mindfulness en casa…o donde quieras

 

Puedes empezar a practicar con unas meditaciones introductoras que considero básicas para ir tomando contacto con el Mindfulness.

 

Destina un ratito de tu agenda a regalarte este espacio para entrenarte. No importa si te distraes lo esencial es volver al presente.

 

1.   Busca una hora y un lugar tranquilo o un espacio en ele que te sientas seguro/a, a poder ser, sin ruidos excesivos. Si tienes plantas o un pequeño jardín, ese puede ser un lugar ideal.

2.   Desactiva las notificaciones de las redes sociales y whatsapp en el móvil.

3.   Abre esta página en el móvil (o mi lista de youtube para el mindfulness) y prepárate para realizar las diferentes técnicas con un volumen adecuado (más bien bajo pero que se oiga).

4.   Siéntate o estírate según el ejercicio. Puede ser una silla, en una esterilla o sobre un cojín. Con la actitud de trabajar la atención y sin forzar ninguna posición que te incomode o que se te duerma ninguna extremidad.

5.   Centra la atención en las instrucciones de cada ejercicio y vuelve a focalizarte en el ejercicio cuando tu mente se distraiga.

6.   Las respiraciones profundas y pausadas ayudan a oxigenar todo tu cuerpo y a activar el sistema nervioso parasimpático que te ayuda a relajarte.

7.   Antes de empezar escucha mi vídeo sobre las claves del Mindfulness a tener en cuenta

8.   Después, ya sí, relájate y práctica los siguientes ejercicios que te propongo.

 

Las claves del Mindfulness a tener en cuenta

 

Con la práctica del mindfulness puedes cambiar tu manera de relacionarte con lo que te sucede. También tomarás conciencia de tus pensamientos, sentimientos, recuerdos y emociones, tanto si son agradables como si no lo son y, en vez de intentar alejarlos, poderlos aceptar cada vez más.

 

En este video te explico los puntos más importantes a tener en cuenta.

 

6 ejercicios de Mindfulness Guiados

 

En esta lista de videos puedes practicar el Mindfulness de forma guiada. No importa si te distraes o si eres principiante.

 

Ejercicio nº1 - Meditación de la Respiración (7 min 09 seg)

--- Primer ejercicio de introducción al mindfulness centrándonos en la respiración.

--- Ejercicio nº2 - Conciencia de la respiración y el cuerpo (4 min 57 seg)

Este ejercicio lo puedes hacer tanto de pie como sentada/o.

Cualquier momento del día es bueno para hacer una pequeña pausa donde focalizar tu atención a la respiración y a tu cuerpo.

--- Ejercicio nº3 - Escáner corporal (12 min 46 seg)

Tercer ejercicio de Mindfulness. Haz un recorrido por tu cuerpo, para sentirlo y tomar conciencia desde los pies a la cabeza. Te servirá tanto para hacer una pausa durante el día, como para usarlo si te cuesta dormir o te despiertas y no puedes volver a conciliar el sueño.

--- Ejercicio nº4 - Autocompasión en los momentos difíciles (10 min 34 seg)

Te propongo que te ofrezcas a ti misma/o este espacio de autocuidado, de mejora del estado de ánimo y de resiliencia, sobre todo si las cosas no te salen como tú quieres, tienes dudas o en definitiva estás sufriendo a nivel emocional.

--- Ejercicio nº5 - Escáner corporal completo (17 min)

Si te puedes dedicar estos minutos podrás trabajar la atención recorriendo tu cuerpo con consciencia de cada parte. Este espacio de calma te permitirá cuidar tu salud física y mental.

--- Ejercicio nº6 - Respiración de los 3 minutos (3 min 21 seg)

Ejercicio de meditación para que incorpores unos minutos de conciencia y calma en tu día a día.

Esta práctica tiene tres partes: La primera para darte cuenta de lo que te está sucediendo cuando la practicas; la segunda para que redirijas la atención hacia la respiración; y la tercera para ampliar la atención hacia todo tu cuerpo.

 

PRÁCTICA DE TÉCNICAS MINDFULNESS.

 

El mindfulness es una técnica de meditación que busca entrenar la mente para centrar la atención y redireccionar los pensamientos. Muchas personas la practican para reducir el estrés, mejorar su concentración o incrementar su bienestar emocional.

 

Se ha demostrado que la meditación es una herramienta que ayuda a controlar la ansiedad, a relajarse y a alcanzar una mayor salud emocional, lo que puede contribuir a paliar algunos de los trastornos que afectan a quienes cuidan de personas con Alzheimer.

 

Además, practicar técnicas de meditación, como el mindfulness, combinada con otros hábitos de vida saludable, nos ayuda a reducir factores de riesgo que podrían impactar negativamente en nuestra salud cerebral.

 

¿Cuáles son los beneficios que puede aportar su práctica a nuestro cerebro?

 

Desde hace unas décadas, las neurociencias comenzaron a interesarse por la meditación y se iniciaron estudios que aplicaban el método científico para comprender mejor sus potenciales beneficios. Desde entonces, diversos trabajos han demostrado que la práctica del mindfulness tiene efectos positivos para la salud de nuestro cerebro. Algunos de ellos son: 

 

--- Reduce el estrés y ayuda a controlar la ansiedad.

La práctica de la meditación contribuye a reducir el estrés, uno de los problemas de salud más habituales en nuestra sociedad.  Se da especialmente en personas que sufren una constante sobrecarga, sea laboral o familiar, como es el caso de quienes cuidan a personas con Alzheimer.

 

--- Promueve la salud emocional

Conseguir una visión más positiva de la vida y de nosotros mismos es uno de los principales beneficios de la práctica de técnicas de meditación como el mindfulness.

 

--- Desarrolla la capacidad de atención

Gracias a la meditación es posible redirigir y mantener la atención en las tareas que debemos realizar por más tiempo y de forma más eficiente.

 

--- Mejora la calidad del sueño

El descanso nocturno es un factor imprescindible para disfrutar de una buena salud física y mental. Relajar el cuerpo y liberar tensiones mejora la calidad del sueño.

 

--- Otras ventajas del mindfulness

La práctica de la meditación puede ayudar a reducir la sensación de sobrecarga que genera cuidar a un familiar con Alzheimer. El día a día de la enfermedad aboca a muchas personas cuidadoras a padecer altos niveles de estrés, ansiedad y, en algunos casos, depresión. En tanto que se ha demostrado que la meditación es una herramienta que ayuda a controlar la ansiedad y a alcanzar una mayor salud emocional, es una práctica que puede contribuir a paliar algunos de estos trastornos.

 

Practicar la meditación supone ir un poco más allá de las formas de respiración controlada y técnicas de relajación muscular recomendadas para el manejo de la ansiedad.

 

Además, existen estudios que han verificado que la mejora en la capacidad de concentración que se consigue con la meditación tiene efectos beneficiosos en la memoria y en la atención en la vida cotidiana, incluso en edades avanzadas. 

 

Hay que recordar también que el estrés y la ansiedad son factores que juegan en contra de nuestra salud cerebral, haciendo a nuestro cerebro menos resistente a enfermedades como el Alzheimer. 

 

Técnicas de meditación, como el mindfulness son, por lo tanto, una práctica recomendable en el contexto de la promoción del envejecimiento saludable.

 

Una de las grandes ventajas de la meditación, y de técnicas como el mindfulness, es que pueden llevarse a cabo en cualquier lugar y en cualquier momento ya que no se requiere de equipación o materiales específicos. Está indicada para personas de cualquier edad y condición. En grupo o de forma individual, podemos mejorar nuestro bienestar emocional y calidad de vida, con pocos minutos de práctica al día.

 

Cuidar nuestro bienestar emocional es fundamental para llevar una vida tranquila y equilibrada. Las técnicas de meditación, como el mindfulness, pueden ser un recurso útil para controlar la ansiedad, mejorar nuestra atención, evitar el estrés y recuperar el control de nuestras emociones. Todo ello repercutirá positivamente en la salud de nuestro cerebro, así como nos hará más fácil sobrellevar ciertas circunstancias de la vida.

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viernes, 27 de diciembre de 2024

NO SOY UN ROBOT de JUAN VILLORO [libro] - comenta: MARIANA TORO NADER - LA PARADOJA ES QUE QUIEN NOS ACREDITA COMO HUMANOS ES UNA MÁQUINA - DIFERENCIA ENTRE INTELIGENCIA NATURAL Y ARTIFICIAL - ¿Y AL RESPECTO DE LA LECTURA?

 





«LA PARADOJA ES QUE QUIEN NOS ACREDITA COMO HUMANOS ES UNA MÁQUINA» -

[publicó “ethic” – diciembre 2024] por: 

Mariana Toro Nader

    

Para el escritor y cronista Juan Villoro (Ciudad de México, 1956), la cultura digital ha alterado el paradigma de la lectura. En su ensayo ‘No soy un robot’ (Anagrama, 2024) demuestra que, de cara al avance vertiginoso de la inteligencia artificial, tenemos la opción de «acudir a un instrumento que contiene la gran reserva de lo humano: el libro».

 

Afirma que «el siglo XXI asiste a un cambio en el paradigma lector que no ocurría desde el siglo XII». ¿Cómo hemos llegado a este punto?

 

Las transformaciones de la lectura han sido lentas. En los siglos XII y XIII los escolásticos consolidaron la paginación y la estructura de los libros hechos a mano, y el siglo XV los popularizó con la imprenta. Desde entonces no había habido un cambio tan radical como el que ahora experimentamos.

 

Vivimos rodeados de aparatos alimentados de letras; a tal grado que los mensajes escritos se han vuelto atmosféricos, están en todas partes. Esto ha alterado en forma definitiva las costumbres, la economía y la arena política. El caso de Cambridge Analytica revela que la voluntad popular puede ser manipulada con mensajes en red. Estamos ante un horizonte inédito que resulta preocupante para todos y fascinante para un cronista.

 

«Mariana Toro Nader»

 

«Quien habla maravillas de su refrigerador parece un idiota», escribe, mientras en todos los sectores hay quienes hablan maravillas de la IA. ¿Cómo salir de esa oposición entre el consumidor acrítico y el ludista? O, mejor dicho, ¿cómo se ve el punto medio?

 

Geoffrey Hinton, conocido como «padre de la IA», renunció a su cargo en Google porque consideró que había creado un monstruo. Es el más reciente Premio Nobel de Física y sorprende que sus logros sean tan significativos como su arrepentimiento.

 

La IA aporta beneficios extraordinarios, de eso no hay duda. No creo que la solución a los excesos de la tecnología consista en refugiarse en una cueva y renunciar a la luz eléctrica. Hay que convivir de la mejor manera posible con un instrumento útil pero peligroso, que sustituye progresivamente tareas humanas.

 

En el escenario más dramático, la IA se puede convertir en su propio amo. Pero tal y como está ahora es acaso peor, pues depende de amos muy poco confiables. ¿Podemos pensar que Vladimir Putin o Elon Musk actúen con solidaria responsabilidad social?

 

Otro asunto por destacar es la forma en que la IA procesa los datos. Recientemente, el campeón de Go perdió ante un procesador preparado para disputar ese juego. Lo más peculiar es que el campeón no entendió el modo en que jugaba la máquina y la máquina tampoco pudo explicarlo. Ciertos movimientos fueron rigurosamente inexplicables.

 

La IA entrega el resultado sin que resulte claro el proceso para llegar ahí. Esto me recuerda las clases de Matemáticas que sufrí en el bachillerato. Cuando nos pedían despejar una ecuación, no bastaba con mostrar el resultado; había que poner los pasos para llegar ahí, de ese modo el maestro sabía cómo razonábamos. La IA da el resultado sin que conozcamos todos los pasos. A cierto nivel de complejidad, no es posible saber cómo procesa los datos, es decir, cómo «piensa».

 

Desde un punto de vista meramente pragmático o comercial, se puede confiar en que entregue resultados; desde un punto de vista cultural, desconcierta no poder seguir su «razonamiento», sobre todo cuando dependemos de sus decisiones.

 

Hablemos sobre la historia de Stanislav Petrol, «el hombre que salvó al mundo», que decidió no activar el protocolo de contraataque nuclear en plena Guerra Fría. Si la decisión hubiera estado a cargo de una máquina, simplemente habría leído los datos y se hubiera desatado una guerra nuclear. Lo mismo sucede con Chesley Sullenberger y su amerizaje en el río Hudson. Una IA habría buscado la opción menos mala entre las únicas que conocía: tratar de llegar a un aeropuerto. Los pasajeros se salvaron porque el avión iba en manos de un humano, gracias a esa creatividad… 

 

Ambos ejemplos me parecen estupendos. A veces el ser humano opta por lo improbable y actúa movido por intuición o por mera superstición. No siempre acierta, pero la supervivencia de la especie ha dependido de ciertas corazonadas eficaces. Nuestra subjetividad es sumamente compleja. Una de las principales habilidades humanas es la capacidad de autoengaño, que permite hacer cosas para las que en principio no estamos capacitados. Y algunas de nuestras principales motivaciones provienen de una carencia o del dolor. En eso aventajamos a las máquinas, que no saben sufrir.

 

«Las máquinas carecen de dos recursos esenciales para el conocimiento: el gusto y el capricho»

 

Al respecto del síndrome de Chaplin: 

--- ¿qué tan parecidos somos a nosotros mismos cuando estamos llenos de filtros, mostrando solo el mejor ángulo, la mejor comida, el mejor viaje?

--- Qué tan parecidos somos a esa marca personal que nos instan a crear en redes sociales?

--- ¿Cómo ser una marca –por definición monolítica y perdurable– cuando el ser humano es, en esencia, voluble?

 

Sí, la leyenda cuenta que Chaplin se presentó a un concurso de aficionados que lo imitaban y no obtuvo el primer lugar. Ser genuino no es lo mismo que parecerlo. Esto cobra especial sentido en la espectral sociedad de las cámaras y las pantallas.

 

Nuestra personalidad cívica depende de tener un NIP definido y estables señas de identidad. Lo importante no es que la foto del pasaporte se parezca a nosotros, sino que nosotros nos parezcamos a ese documento. Somos una huella dactilar, un iris en el ojo, un password.

 

Las máquinas nos registran de modo alfanumérico al tiempo que nuestra conducta se vuelve más limitada y reiterativa.

 

Vivimos en una etapa de homologación donde los algoritmos procuran que seamos semejantes a nosotros mismos. Las ofertas que recibimos en red tienen que ver con lo que ya hemos buscado; en este sentido, el algoritmo repite nuestros intereses, apostando por lo que ya nos gusta. Es la sutil tiranía de lo mismo. En cambio, la literatura nos diversifica, no pretende repetir el efecto de otro libro sino entusiasmarte con algo que no sabías que te podía gustar.

 

Habla de la «crisis de pasado», que lo anterior se descarta solo porque ya sucedió. Sin embargo, ¿no cree que hay también una «crisis de futuro»? ¿Una incapacidad para imaginar futuros mejores? ¿La imposibilidad de la utopía?

 

 

En los años 60 las utopías estuvieron en oferta. Hoy, la guerrilla, la revolución psicodélica, el amor libre sin protección, la aurora comunista y el regreso a una naturaleza intacta son rutas inviables. Después de una sobredosis de promesas es lógico que no abunden los heraldos del futuro.

 

En cambio, el orden digital ha reforzado el «adanismo» del que hablaba Ortega y Gasset, la sensación de que todo se debe conseguir de manera instantánea y de que somos los primeros en nombrar lo que sucede. Las nuevas generaciones desconfían de lo ya sucedido y el pasado se ha convertido en una tarea para especialistas.

 

Esto explica que numerosos políticos propongan como novedades idearios que ya fracasaron en otros tiempos. En el plano familiar, el célebre abismo generacional pasa por un descrédito de todo lo que huela a algo anterior. El pasado se ha sometido a un embargo, lo cual permite reinventarlo en forma indiscriminada. Los videojuegos y la PlayStation ofrecen con enorme éxito una Edad Media que nunca ocurrió o una mitología maya diseñada por gamers.

 

«Ser culto sirve para leer menos»

 

Paul Virilio dice que cada tecnología crea su accidente. Por su parte, Mustafa Suleyman habla del «efecto venganza», el problema de la contención: toda tecnología es capaz de fallar, y a veces en formas que contradicen su propósito original. En su opinión, ¿cuáles serán –o son– los «efectos venganza» de la IA?

 

El principal temor fue expresado en 2001: Odisea del espacio: la computadora que se independiza de su programación original y actúa por cuenta propia. El escenario más extremo es la rebelión de las máquinas. Sin embargo, no es muy útil establecer un temor límite porque eso permite pensar que, mientras no se llegue ahí, lo que tenemos no es tan malo. Eso deja el campo libre a los cambios minuciosos que se producen en nombre de la eficacia tecnológica.

 

La huelga de guionistas en Hollywood frenó una transformación que ya estaba en curso. La inmensa mayoría de los argumentistas del cine y la televisión industriales puede ser desplazada por procesadores; esa medida solo se detuvo por una protesta gremial bien organizada. Por desgracia, esa resistencia no prospera en otros ámbitos.

 

¿Y AL RESPECTO DE LA LECTURA?

 

Respecto a la lectura, la principal «venganza» consiste en que las máquinas leen más que nosotros y se confía progresivamente en sus análisis. La gran reserva de la cultura no está en la cantidad de libros sino en el modo del leer, en los valores entendidos o implícitos, en la capacidad de leer entre líneas.

 

En No soy un robot sostengo que ser culto sirve para leer menos. Nadie puede asimilarlo todo. Ante la inmoderada marea de datos que recibimos en las redes, la formación literaria sirve para descartar lo que no nos conviene: un dato crucial o el tono de una frase hacen que sepamos si eso sirve o no para nosotros.

 

En cambio, las máquinas deben leer todo lo que enfrentan y carecen de dos recursos esenciales para el conocimiento: el gusto y el capricho. En el arte todo juicio es relativo. Cuando Nabokov critica a Dostoievski eso no invalida a Dostoievski, simplemente señala que es un autor que no pertenece al «sistema Nabokov».

 

Las máquinas carecen de verdades relativas y afinidades electivas. Mi libro dispara algunas alarmas, pero también trata de ofrecer recursos de resistencia.

 

 «El mundo digital ha creado una esclavitud feliz»

 

Por otro lado, ¿qué cree que se puede hacer ante el colonialismo de datos? 

En el trabajo fabril, la enajenación es evidente y se padece de manera física. En cambio, el mundo digital ha creado una esclavitud feliz.

 

La gente es adicta al teléfono, pero no vive eso como una enajenación sino como la posibilidad de revisar miles de opciones y de mantenerse conectado con la tribu. Mientras tanto, entrega sus datos personales y se convierte en mercancía.

 

Los creadores de Internet imaginaron un medio gratuito y liberador; ahora critican que se haya monetizado y manipule a los usuarios. Urge una legislación más eficaz para proteger a los ciudadanos. Hay muchas tareas necesarias; entre otras cosas, la educación debe replantearse en la era del copy paste.

 

Hay datos alarmantes sobre la pérdida de la memoria, que se ha desplazado a los repositorios de silicona. Preservar la memoria es una tarea social de primera necesidad. También hay que combatir la discriminación digital. Mi madre tiene 91 años y perdió las huellas dactilares; esto la alejó de manera definitiva del sistema bancario. Y en todas partes asoma este asunto.

 

En México, la indígena María de Jesús Patricio Martínez trató de ser candidata independiente a la presidencia. El requisito para lograrlo era conseguir un millón de firmas de votantes, pero se debían recabar en una aplicación que se descargaba en teléfonos celulares de gama media, algo imposible de conseguir para las comunidades indígenas. Las anécdotas al respecto abundan; es absurdo, por ejemplo, que en un museo debas acudir a un código QR para recibir información sobre una pieza.

 

Mi libro se llama No soy un robot en alusión a la frase con la que debemos estar de acuerdo en una página web. La paradoja es que quien nos acredita como humanos es una máquina.

 

En numerosos niveles de la vida estamos siendo juzgados por aparatos. Debemos reaccionar ante esto y una de las mejores formas de hacerlo consiste en acudir a un instrumento que contiene la gran reserva de lo humano: el libro.

 

 «Los influencers caducan rápido, pero lo que hoy escribe un poeta tendrá formas lentas de perdurar»

 

Los textos virtuales son literales. Las redes sociales suelen ser el hogar del tópico. No dan suficiente tiempo para el contexto, para una lírica bien planteada. ¿Estamos asistiendo a la muerte de la metáfora?

 

De repente, en un chat alguien lanza un lúcido aforismo o una metáfora deslumbrante, pero se trata de excepciones. La red es un basurero en el que a veces brillan joyas. Pero la poesía sigue sucediendo. Rara vez los versos se vuelven virales, lo cual no importa mucho porque su función es otra: son anticuerpos.

 

Los vendavales de la modernidad pasan, pero la poesía permanece. Hace poco hablé con un booktuber mexicano que ha tenido enorme éxito. No llega a los 30 años, pero se siente acabado, según me dijo después de unos tequilas. La causa es esta: la gente que lo seguía en YouTube se ha desplazado a TikTok; en un par de años se volvió obsoleto. Mientras tanto, Vallejo y Quevedo siguen siendo clásicos.

 

Los influencers caducan rápido, pero lo que hoy escribe un poeta tendrá formas lentas de perdurar.

 

«El libro ya cambió el mundo, pero si se inventara hoy, sería aún mejor». El lector literario interpreta la información; el lector digital solo la consume. ¿Si se inventara el libro hoy se recuperaría la posibilidad de que hubiera más lectores literarios, es decir, críticos?

 

Lo más importante de un libro no es lo que dice del autor sino lo que dice del lector. La lectura es un peculiar proceso de autoconocimiento. De pronto, un ruso o un japonés con el que no tienes nada, te revelan algo insólito de ti mismo. A diferencia de los discursos unívocos, que solo pueden ser interpretados de una manera, la literatura tiene muchos modos de ser comprendida y cambia de un lector a otro.

 

Un libro cerrado no es una obra de arte; solo se convierte en eso cuando un lector le insufla vida. En «Pierre Menard, autor del Quijote», Borges copia dos fragmentos idénticos de la novela de Cervantes. Aunque se trata del mismo pasaje, significa cosas muy diferentes porque es leído en contextos muy distintos.

 

Lo que está en juego en la lectura es nuestra propia vida. La literatura es un espejo cambiante que se aparta por completo del flujo lineal de la información.