EJERCICIOS DE CONCIENCIA PLENA
¿Qué es la conciencia plena?
La conciencia plena es un tipo de meditación en la que te
concentras en estar plenamente consciente de lo que estás experimentando y
sintiendo en el momento, sin interpretaciones ni juicios.
La práctica de la conciencia plena implica métodos de
respiración, visualizaciones guiadas y otras prácticas para relajar el cuerpo y
la mente y ayudar a reducir el estrés.
Pasar demasiado tiempo planificando, resolviendo problemas,
soñando despierto o pensando pensamientos negativos o aleatorios puede ser
agotador. También puede hacer que seas más propenso a experimentar estrés,
ansiedad y síntomas de depresión. Practicar ejercicios de conciencia plena
puede ayudarte a desviar tu atención de este tipo de pensamientos y a
involucrarte con el mundo que te rodea.
¿Cuáles son los beneficios de la meditación?
La meditación se ha estudiado en muchos ensayos clínicos. La
evidencia general confirma la utilidad de la meditación para varias afecciones,
entre ellas:
- Estrés
- ansiedad
- Dolor
- Depresión
- Insomnio
- Presión
arterial alta (hipertensión)
La meditación puede ayudarte a tener pensamientos y emociones de
mayor equilibrio y aceptación. La meditación también ha demostrado:
- Mejorar la
atención
- Aliviar el
agotamiento laboral
- Mejorar el
sueño
- Mejorar el
control de la diabetes
¿Cuáles son algunos ejemplos de ejercicios de conciencia plena?
Algunos ejemplos son:
- Prestar
atención. Es difícil ir más despacio y
observar las cosas en un mundo ajetreado. Trata de dedicarle tiempo a
experimentar tu entorno con todos tus sentidos: el tacto, el oído, la
vista, el olfato y el gusto. Por ejemplo, cuando comas un alimento
favorito, tómate el tiempo para olerlo, saborearlo y disfrutarlo
verdaderamente.
- Vivir
el momento. Intenta prestar una atención
intencionalmente abierta, tolerante y perceptiva a todo lo que haces, y
busca la felicidad en los placeres simples.
- Aceptarse
a sí mismo. Trátate a ti mismo del mismo
modo en que tratarías a un buen amigo.
- Concentrarse
en la respiración. Cuando tengas
pensamientos negativos, intenta sentarte, respirar hondo y cerrar los
ojos. Concéntrate en tu respiración cuando el aire entra y sale de tu
cuerpo. Sentarse y respirar durante solo un minuto puede ayudar.
También puedes probar ejercicios más estructurados de conciencia
plena, como los siguientes:
- Meditación
de exploración corporal. Acuéstate
boca arriba con las piernas extendidas y los brazos a los lados, con las
palmas hacia arriba. Concentra tu atención lenta y deliberadamente en cada
parte de tu cuerpo, en orden, de los dedos a la cabeza o de la cabeza a
los dedos. Sé consciente de cualquier sensación, emoción o pensamiento
relacionado con cada parte de tu cuerpo.
- Meditación
sentada. Siéntate cómodamente con la
espalda recta, los pies apoyados en el suelo y las manos en tu regazo.
Respira por la nariz, concéntrate en la respiración cuando el aire entra y
sale de tu cuerpo. Si las sensaciones físicas o los pensamientos interrumpen
la meditación, anota la experiencia y luego vuelve a concentrarte en tu
respiración.
- Meditación
caminando. Encuentra un lugar tranquilo
de 10 a 20 pies (3 a 6 metros) de largo y comienza a caminar lentamente.
Concéntrate en la experiencia de caminar, estando consciente de las
sensaciones de estar de pie y de los movimientos sutiles que mantienen el
equilibrio. Cuando llegues al final de tu camino, gira y continúa
caminando, manteniendo la conciencia de tus sensaciones.
¿Cuándo y con qué frecuencia debo practicar ejercicios de
conciencia plena?
Depende del tipo de ejercicio de conciencia plena que planees
hacer.
Los ejercicios simples de conciencia plena se pueden practicar
en cualquier lugar y en cualquier momento. Las investigaciones indican que
activar los sentidos al aire libre es especialmente beneficioso.
Para ejercicios más estructurados de conciencia plena, como la
meditación de exploración corporal o la meditación sentada, necesitarás
reservar tiempo cuando puedas estar en un lugar tranquilo sin distracciones ni
interrupciones.
Puedes elegir practicar este tipo de ejercicio temprano en la
mañana antes de comenzar tu rutina diaria.
Trata de practicar la conciencia plena todos los días durante
unos seis meses. Con el tiempo, es posible que descubras que la conciencia
plena se convierte en algo natural. Piensa en ello como un compromiso para
reconectarte y nutrirte.
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