EL NEOLIBERALISMO ULTRA - MILTON FRIEDMAN, FRIEDRICH VON HAYEK Y
LOS LIBERTARIOS - FALTA DE INVERSIONES - POLÍTICAS A FAVOR DE LOS RICOS - TRES
CORRIENTES NEOLIBERALES - SOFISMAS PARA ENGAÑAR
Las políticas neoliberales fueron y, en ciertos casos, son aún
la expresión de la toma del poder por parte de los sectores más retrógrados del
capitalismo.
Por Bruno Susani - 11 de
septiembre de 2022
- <José
Alfredo Martínez de Hoz, ministro de Economía de la dictadura militar
(1976-1983), fue un paradigmático representante del neoliberalismo ultra
en Argentina..
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Las políticas económicas aplicadas por los Estados
Unidos y la Gran Bretaña en los años '80 y a partir
de la dictadura cívico-militar en Argentina algunos años antes
tuvieron como objetivo anunciado
de disminuir el rol del Estado y modificar la distribución del ingreso a
partir de la política fiscal regresiva.
El aserto de Ronald Reagan “El Estado no es la
solución sino el problema” o el de Margaret Thatcher “El
mercado es la única solución y no el Estado” o la consigna de la dictadura
cívico militar “Achicar el Estado para agrandar la Nación”, parten
de la misma impronta del liberalismo medio siglo después de
que la crisis del 1929 haya mostrado las incongruencias del funcionamiento del
capitalismo en rueda libre.
El punto de partida, ideológico, del neoliberalismo fue afirmar
que los impuestos eran excesivos, que el Estado los
despilfarra, que conviene disminuirlos y que el sector privado puede proveer
los mismos bienes o servicios de manera mucho más eficaz y menos costosa.
Una parte de los ciudadanos consideró que la “buena
administración” de los recursos permitiría mejorar la relación
impuestos-prestación de servicios del Estado bajando los impuestos.
El modelo es bastante sencillo si el Estado gasta menos disminuyendo
la cantidad de empleados públicos se pueden reducir los impuestos y se llegará
al equilibrio presupuestario, aunque nadie pueda pretender que se provean los
mismos servicios.
Las privatizaciones de los servicios públicos, que son monopolios, permiten al Estado, obtener recursos por
su venta, achicar el déficit por un lado y por otro bajar el gasto público en
inversión, funcionamiento y subsidios.
El truco es que se reducen por un lado los impuestos de
los más ricos y las empresas privatizadas incrementan las tarifas que
son un gasto para los sectores populares y las capas medias.
FALTA DE INVERSIONES
El Estado deja de proveer sus funciones que son transferidas al
sector privado, lo cual permite que
cada uno de los ciudadanos compre o deje de comprar el bien sin tener que
aportar impuestos obligatoriamente como si los comprara.
Hoy se sabe que la explicación de los neoliberales no era
correcta, puesto que la tasa de crecimiento promedio del PIB entre 1970 y 1980
fue de 3,4 por ciento a pesar de las crisis llamadas del petróleo y disminuyó
al 2,3 por ciento en la década de los ’90, la desigualdad de ingresos
se agravó y solo se beneficiaron los más ricos.
El segundo parámetro que fue la lucha “contra la inflación” se
tradujo por la aparición de tasas de interés positivas favorables al
capital financiero -una novedad desde la crisis del ‘30-, lo
cual produjo una caída de la inversión y un aumento del desempleo.
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Como consecuencia,
cuatro décadas después, las infraestructuras de los Estados Unidos y Gran
Bretaña están en un estado calamitoso por falta de inversiones y
reaparecieron niveles sorprendentes de pobreza en los países avanzados
que se habían olvidado desde la década de los ‘30.
Esto se puede ilustrar recordando que los ferrocarriles
ingleses que figuraban entre los más modernos del mundo en 1970 están
hoy en tal estado que Boris Johnson evocó su eventual
renacionalización mientras que países como España cuya red era una de las más
atrasadas de Europa en la misma época, posee hoy una red de trenes de alta
velocidad AVE que figura entre las más modernas del mundo gracias a las
inversiones masivas en el sector realizadas por González y Zapatero.
POLÍTICAS A FAVOR DE LOS RICOS
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Las políticas
neoliberales de Reagan y Thatcher fueron y, en ciertos casos, son aún la
expresión de la toma del poder por parte de los sectores más
retrógrados del capitalismo, que impusieron condiciones que ya habían
existido en la “Belle époque” y antes de la Primera Guerra Mundial.
Estas políticas fueron el resultado de las exigencias de los
sectores capitalistas más concentrados y no la aplicación de propuestas
expresadas por los ideólogos de turno como Milton Friedman o Friedrich
von Hayek.
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En Argentina fueron
la expresión de la dictadura que respondía a las exigencias los terratenientes
y financistas que representaba Martínez de Hoz o Cavallo.
Milton Friedman y otros explicaron y teorizaron, ex post, quizás
fundamentaron, con teorías en algunos casos un tanto esotéricas, los
deseos de los capitalistas de ganar más y alterar la distribución del ingreso a
su favor.
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Pero las políticas fiscales y financieras favorables a los
sectores económicos dominantes rentísticos respondían a la demanda de los
capitalistas de destruir la Economía del Bienestar y
transferir hacia ellos los incrementos de la productividad del trabajo.
Estos dirigentes fueron financiados y apoyados por los intereses
citados para facilitar la obtención de ganancias para los más ricos.
La obtención del Premio Nobel de Economía por
parte de Friedrich von Hayek en 1974 y de Milton Friedman en 1976 constituye
una suerte de consagración científica del neoliberalismo.
TRES CORRIENTES NEOLIBERALES
En su libro Globalistas. El fin de los imperios y el
nacimiento del neoliberalismo, el profesor canadiense Quinn Slobodian revela
que la teoría neoliberal comporta tres corrientes:
1. La “escuela de
Chicago” con sus Chicago boys, Milton Friedman y la prolongación en los nuevos
clásicos, Robert Lucas y sus anticipaciones racionales o Eugene Fama y la
teoría de los mercados eficientes.
2. "El Ordo-liberalismo
alemán que es de consumo interno y supone encarnarse en la “economía social de
mercado” que intenta disimular la concentración del capital monopólico
industrial y bancario en Alemania.
3. La tercera es la de
la dupla austriaca de Ludwig von Mises y Friedrich von Hayek dos miembros de
pequeña nobleza civil del Imperio austro húngaro de los Habsburgo.
Mientras las dos primeras corrientes se apoyan y adhieren
a la teoría ortodoxa, la tercera descarta la base teórica y rechaza
la competencia perfecta como base normativa del modelo.
Von Hayek señala incluso que la competencia perfecta es
un contrasentido ya que la actividad económica es una suerte de
carrera por obtener más beneficios y es absurdo que se imponga una igualdad entre
los competidores ya que llegarían todos empatados y el objetivo de una carrera
es que haya un ganador.
SOFISMAS PARA ENGAÑAR
Friedrich von Hayek utiliza un sofisma porque su objetivo es
engañar al interlocutor ya que la competencia según la teoría ortodoxa no es
una carrera sino la condición de un equilibrio general.
La ausencia de competencia destruye la lógica interna del modelo
ya que si no hay competencia perfecta no hay equilibrio ni utilización racional
y óptima de los factores de producción.
Simplemente von Hayek es un ideólogo de ultraderecha.
Estos neoliberales describen la necesidad de separar la
acción del Estado y del mercado, contrariamente a Friedman que admite la
interacción.
Von Hayek pensaba que “la libertad” se definía como el campo de
las probabilidades de elegir entra las diferentes alternativas propuestas por
el mercado, que producía la “catalepsia” suerte orden “natural” espontáneo del
conjunto.
El Estado según él solo tiene una función represiva: debe proteger
la propiedad privada y limitar el campo de acción de los sindicatos o
proscribirlos.
En su primer libro “Precios y producción” Keynes
lo calificó de "uno de los más espantosos embrollos que he leído" es
su único libro no literario y donde utiliza las categorías económicas habituales.
En esa obra von Hayek trata de explicar el origen de la crisis
del '30 y propone soluciones que han sido resumidas por Lord Skydelsky diciendo
que no funcionan y aplicadas por la República de Weimar fueron las que
condujeron a la llegada de los nazis al poder.
En su segundo libro, “Camino de servidumbre”,
publicado también en Inglaterra en 1944 hace una amalgama entre el nacional-socialismo
y el comunismo y se pronuncia contra la Economía del Bienestar.
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Escrito por un ciudadano
austríaco contra el régimen vigente en su país fue retomado y publicado por
capítulos por la Revista “Selecciones Reader's Digest” en la década del ‘50 y
fue el libro libertario fundador.
Von Hayek viajó dos veces a la Argentina, una vez en 1957
invitado por Aramburu y la segunda en 1977 fue recibido por Videla.
Declaró que “a veces las dictaduras son necesarias para retomar
el buen camino” y “personalmente prefiero un dictador liberal que un gobierno
democrático que falte al liberalismo”.
A los libertarios las dictaduras no les molestan.
* Doctor
en Ciencias Económicas de l’Université de Paris. Autor de La economía
oligárquica de Macri, Ediciones CICCUS Buenos Aires 2019. bruno.susani@wanadoo.fr
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