jueves, 15 de septiembre de 2011
Crítica del libro: "La náusea" de Jean-Paul Sartre
Un libro de difícil lectura, quizás habría que dejarlo para el momento que uno esté más preparado para él o cuando el bagaje lector nos lleve.
Partiendo de que la base de sus textos están dentro de la filosofía existencialista, como escritor y cuyos textos también siguen esta tradición filosófica, yo elegiría a Albert Camus, que considero que es más novelista que Sartre, pero esta visión es parcial debido a que sólo he leído este libro de Sartre y de Camus me he leído todas sus novelas y sus ensayos.
También hay que tener en cuenta que este libro lo escribió con sólo treinta y tres años y quería aunar todo su pensamiento en él, motivo por el cual complica el texto porque quiere introducir demasiados elementos.
En ese momento, Sartre se encuentra dentro de su periodo fenomenológico, donde quiere criticar las escuelas psicológicas y dar mayor importancia al ser humano como creador de su propia realidad.
A Sartre le cuesta definir los personajes y lo que es aún más importante, que el lector vea a esos personajes como seres vivos, seres que actúan y que se mueven en un mundo real.
También dificulta la complicidad con los personajes, marcada por la propia distancia que el autor utiliza con el diario como modo de narración.
Además, a pesar del tiempo y del año que fue escrita, los personajes cuando hablan parecen mostrar una mayor edad de la que el autor indica.
En los personajes secundarios me pregunto por qué actúan como actúan y qué sentido tiene para el valor general del texto, quizás el autor exija del lector un trabajo más arduo del que cualquier otra novela buscaría.
Me resultó mucho más interesante el libro una vez que había comprendido la teoría filosófica del autor, para ello recomiendo que, antes o después de comenzar la lectura, te leas el ensayo “El existencialismo es un humanismo”, donde podemos encontrar las bases de dicha teoría.
Además es un texto muy fácil de encontrar en Internet o en cualquier biblioteca.
Datos positivos del libro, como cualquier novela que incluya como base una teoría filosófica, nos ofrece la posibilidad de llegar a esta teoría de un modo más sencillo y con un lenguaje más cercano.
También es un texto que te lleva a preguntarte cosas que otro libro no tendría: qué representa la angustia en nuestro día a día, la esencia por encima de la existencia, la condena a la libertad del hombre, la relación del ser humano con su realidad, sentido de la vida finita, papel que aporta la religión en la cultura occidental, la responsabilidad que recogemos tras la muerte de Dios.
Todas las respuestas que aporta el autor, nos muestra su punto de vista sobre cada uno de los temas.
Libro interesante si te interesa la filosofía, la complicidad del ser humano y la profundidad de sus acciones.
Si buscamos una novela de entretenimiento, ésta no es la apropiada. Pero, como toda lectura, cada lector puede aportar su punto de vista y sacarle mucho más partido.
Partiendo de que la base de sus textos están dentro de la filosofía existencialista, como escritor y cuyos textos también siguen esta tradición filosófica, yo elegiría a Albert Camus, que considero que es más novelista que Sartre, pero esta visión es parcial debido a que sólo he leído este libro de Sartre y de Camus me he leído todas sus novelas y sus ensayos.
También hay que tener en cuenta que este libro lo escribió con sólo treinta y tres años y quería aunar todo su pensamiento en él, motivo por el cual complica el texto porque quiere introducir demasiados elementos.
En ese momento, Sartre se encuentra dentro de su periodo fenomenológico, donde quiere criticar las escuelas psicológicas y dar mayor importancia al ser humano como creador de su propia realidad.
A Sartre le cuesta definir los personajes y lo que es aún más importante, que el lector vea a esos personajes como seres vivos, seres que actúan y que se mueven en un mundo real.
También dificulta la complicidad con los personajes, marcada por la propia distancia que el autor utiliza con el diario como modo de narración.
Además, a pesar del tiempo y del año que fue escrita, los personajes cuando hablan parecen mostrar una mayor edad de la que el autor indica.
En los personajes secundarios me pregunto por qué actúan como actúan y qué sentido tiene para el valor general del texto, quizás el autor exija del lector un trabajo más arduo del que cualquier otra novela buscaría.
Me resultó mucho más interesante el libro una vez que había comprendido la teoría filosófica del autor, para ello recomiendo que, antes o después de comenzar la lectura, te leas el ensayo “El existencialismo es un humanismo”, donde podemos encontrar las bases de dicha teoría.
Además es un texto muy fácil de encontrar en Internet o en cualquier biblioteca.
Datos positivos del libro, como cualquier novela que incluya como base una teoría filosófica, nos ofrece la posibilidad de llegar a esta teoría de un modo más sencillo y con un lenguaje más cercano.
También es un texto que te lleva a preguntarte cosas que otro libro no tendría: qué representa la angustia en nuestro día a día, la esencia por encima de la existencia, la condena a la libertad del hombre, la relación del ser humano con su realidad, sentido de la vida finita, papel que aporta la religión en la cultura occidental, la responsabilidad que recogemos tras la muerte de Dios.
Todas las respuestas que aporta el autor, nos muestra su punto de vista sobre cada uno de los temas.
Libro interesante si te interesa la filosofía, la complicidad del ser humano y la profundidad de sus acciones.
Si buscamos una novela de entretenimiento, ésta no es la apropiada. Pero, como toda lectura, cada lector puede aportar su punto de vista y sacarle mucho más partido.
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