15 AGOSTO 2023·
¿QUÉ TIENE JAVIER
MILEI EN LA CABEZA?
Por Federico Rivas Molina – El País
El ganador de las elecciones
primarias en Argentina rechaza el aborto y promueve la portación de armas. Pero
al mismo tiempo defiende la libertad de género y la legalización de las drogas
Javier Milei, el ganador de
las elecciones primarias celebradas el domingo pasado en Argentina, despliega
un combo de ideas difíciles de clasificar. Cuando se le pide una definición se
proclama “anarcocapitalista”, porque “el enemigo es el Estado”. Pero también
dice que es “minarquista, alguien que considera que el Estado solo debe estar a
cargo de la seguridad y la justicia”. Milei no oculta su aire de familia con
otros líderes extremistas de la región, como el brasileño Jair Bolsonaro o el
chileno José Antonio Kast.
Los principios de “vida,
libertad y propiedad” estructuran un pensamiento que promueve sin matices, a
veces a costa de caer en contradicciones que dificultan encasillarlo. Mientras
se opone al aborto, promueve la libre portación de armas o niega el cambio
climático, defiende el derecho individual a la elección de género, el
matrimonio homosexual y la legalización de las drogas. Es también anticlerical.
Considera al papa Francisco una encarnación del comunismo y suele decir que
está listo para pasarse el judaísmo. Milei es, en resumen, un personaje de
ideas fluidas que ha calado muy profundo en un ejército de desencantados,
dispuestos a dinamitarlo todo para empezar de nuevo.
Pero ¿qué tiene Milei en la
cabeza? Hacemos un recorrido por sus ideas acerca de temas como las drogas, la
dolarización, el uso de armas, la homosexualidad y el Estado.
EL ESTADO “ENEMIGO” Y LA “ABERRACIÓN DE LA JUSTICIA SOCIAL”
La base del modelo económico
que propone Milei para Argentina es la reducción del Estado a su mínima
expresión, la única forma, dice, de reducir el gasto de la política y el
déficit fiscal. Si los políticos sin una “casta parasitaria y corrupta”, es en
el Estado donde hacen sus negocios sucios y roban el dinero “al ciudadano”. El
candidato ya adelantó que, en caso de ganar, eliminará los ministerios de
Educación, Salud y Desarrollo Social, las “cajas negras” que usan los políticos
para enriquecerse.
En la noche del domingo,
cuando ya sabía que había ganado las elecciones primarias, celebró ante sus
seguidores que estaban “frente al fin del modelo de la casta, esa que dice esta
atrocidad de que donde hay una necesidad nace un derecho, sin tener en cuenta
que alguien tiene que pagarla”. “O esa aberración de la justicia social, porque
se traduce en un fuerte déficit fiscal”, lanzó, como disparo al modelo de
Estado que propone el peronismo.
Para Milei, la función del
Estado debe limitarse, según la visión de Milei, a la seguridad interior y la
administración del sistema judicial. “Yo considero al Estado como un enemigo;
los impuestos son una rémora de la esclavitud. El liberalismo fue creado para
liberar a las personas de la opresión de los monarcas; en este caso sería del
Estado”, dice Mieli. Sin Estado, las relaciones sociales son contratos entre
privados. Este principio es relevante en la estructuración del pensamiento del
candidato.
MATRIMONIO ENTRE PERSONAS DEL MISMO SEXO
“Para mí, el matrimonio es un
contrato” entre privados, dice Milei, y, por lo tanto, el Estado no debe
intervenir. Las personas pueden casarse con quien deseen, ya sean de distinto o
del mismo sexo. Milei da un paso más allá y dice que está en contra del
“matrimonio como institución” reglada por el Estado. Él mismo no está casado y
no se le conoce pareja alguna.
HOMOSEXUALIDAD
Si el individuo es un ser que
no puede ser condicionado por el Estado, la forma en que se vive la sexualidad
“es una elección personal”, dice Milei. “No estoy para nada de acuerdo con que
la homosexualidad sea una enfermedad”, dice.
VENTA DE ÓRGANOS
La venta de órganos por
necesidades económicas merece la atención de Milei. Debería regularse, dice,
por la oferta y la demanda, sin intervención de autoridad alguna.
“Mi primera propiedad es mi
cuerpo. ¿Por qué no voy a poder disponer de mi cuerpo? Hay 7.500 personas
sufriendo, esperando los trasplantes, hay algo que no está funcionando bien. Lo
que propongo es buscar mecanismos de mercado para resolver este problema”,
dice, En el inicio de la campaña extendió el razonamiento a la venta de niños,
por ser “propiedad de los padres”. Ante la espuma que levantó, no volvió a
referirse al asunto.
ABORTO
Los beneficios de la libertad
individual encuentran en Milei un límite en el tema del aborto. Es un asunto al
que le da mucha importancia, atento que buena parte de sus votantes son
“celestes”, el color que idéntica a los grupos católicos que hicieron campaña
contra la ley de interrupción voluntaria del embarazo aprobada por el Congreso
en diciembre de 2020. Su oposición no es moral.
“Soy liberal y el liberalismo
es el respeto al proyecto de vida del prójimo. Si vas contra la vida no hay
propiedad ni libertad que valga. Y la vida humana arranca desde la concepción.
Es un problema de matemática: la vida es un continuo con dos saltos discretos:
la concepción y la muerte. ¿En qué semana es correcto el aborto? ¿14 semanas?
¿14 semanas menos un segundo no tenés derechos y 14 semanas y un segundo tenés
derechos? La mujer puede elegir sobre su cuerpo, pero lo que tiene dentro del
vientre no es su cuerpo y el abort0 violenta el principio de no agresión”, dice
Milei.
LA RELACIÓN CON LA IGLESIA CATÓLICA
Milei dice que profesa la fe
católica, pero su relación con la Iglesia no es la mejor. Suele cargar contra
el papa Francisco, al que en distintas ocasiones ha llamado “jesuita que
promueve el comunismo”, “personaje impresentable y nefasto” o “representante
del maligno en la Tierra”. La Conferencia Episcopal Argentina ha repudiado en
más de una oportunidad el “maltrato injusto” que el candidato da al Pontífice
argentino. Milei es además un admirador del judaísmo y de Israel, país al que
considera un potencial aliado, junto a Estados Unidos, en caso de ganar la
presidencia en octubre.
“Soy católico y todos los
días me arrodillo frente a un judío”, escribió una vez en Twitter.
Consultado por ese periódico
si estaba dispuesto a cambiar de fe dijo que lo estaba “estudiando”, aunque
advertía ciertas limitaciones prácticas. “Si soy presidente y cae Shabat ¿qué
hago? ¿Te vas a desconectar del país desde la primera estrella del viernes a la
primera del sábado? Hay algunas cuestiones que lo harían incompatibles.
El rabino que me ayuda a
estudiar dice que yo debería hacer la lectura de la Torah desde el punto vista
del análisis económico”, respondió.
LEGALIZACIÓN DE LAS DROGAS
Milei está a favor de la
legalización de las drogas. El consumo es una acción individual en la que el Estado
y el sistema judicial no tienen por qué meterse, siempre que la adicción no
genere un gasto para el Estado. “Si vos te querés suicidar no tengo ningún
problema, pero no me pidas que yo pague la cuenta. Si no te vas a hacer cargo
de tus decisiones me parece injusto”, sostiene el candidato.
IDENTIDAD DE GÉNERO
El mismo argumento que Milei
aplica a la defensa del consumo de drogas lo usa para defender la identidad de
género. “¿Querés percibirte como un puma? Hacelo, a mí me da lo mismo mientras
no me hagas pagar la cuenta.
No me lo impongas desde el
Estado, no le robes guita [dinero] a la gente para imponerle las ideas de
otros”, dice.
CAMBIO CLIMÁTICO
Milei es un negacionista del
cambio climático, como dos de los dirigentes que más admira: Donald Trump y
Jair Bolsonaro. “El calentamiento global es otra de las mentiras del
socialismo”, dice Milei. “Hace 10 o 15 años se discutía que el planeta se iba a
congelar. Ahora discuten que se calienta. Aquellos que conozcan cómo se hacen
esas simulaciones van a ver que las funciones están sobresaturadas en
determinados parámetros a propósito para generar miedo”, sostiene el candidato.
MEMORIA HISTÓRICA
Milei no es un defensor de la
dictadura militar argentina (1973-1983), al menos en público. Deja esa función
a su candidata a vicepresidenta, Victoria Villaroel, hija de militares y
promotora de una “verdad histórica” que tenga en cuenta no solo la versión de
las víctimas civiles, sino también de los uniformados condenados por delitos de
lesa humanidad. En caso de llegar al Gobierno, Villarroel tendrá un rol clave,
ya lo adelantó Milei, en cuestiones de seguridad y defensa nacional.
SEGURIDAD Y PORTACIÓN DE ARMAS Y “BUKELIZACIÓN”
Para resolver el tema de la
seguridad ciudadana Argentina necesita que las fuerzas “vuelvan a tener
autoridad”, sostiene Milei. Está a favor de reducir la edad de imputabilidad de
menores y de “desregular el mercado legal de armas”, que en Argentina está muy
restringido. “¿Cuál sería el problema si pudiera usar un arma? La tenencia,
además, le quita poder relativo al Estado, que es el que tiene el monopolio de
la violencia. No tendría por qué estar regulado por el Estado”, dice Milei.
Consultado por este periódico
sobre la política de mano dura emprendida por el Nayib Bukele en El Salvador,
el candidato argentino tomó una prudente distancia, aunque sin descartar de
plano el modelo. “En principio, decimos que lo tenemos que estudiar y lo que
hizo Nahuel [Sotelo, diputado] fue ir a estudiarlo [a El Salvador]. Lo estamos
estudiando porque fue sumamente exitoso”, respondió.
DOLARIZACIÓN
Este es el caballito de batalla
de Milei para terminar con la inflación, el mal que desde hace un siglo devasta
la economía de Argentina. Entre sus propuestas están la de “incendiar el Banco
Central” para que el país no pueda emitir moneda, “una estafa que lleva a la
pérdida del poder adquisitivo”. “Cuando le saquen la máquina de imprimir
billetes a los políticos se terminará la inflación, porque la inflación es
siempre y en todo lugar un fenómeno monetario generado por un exceso de
dinero”, dijo Milei a este periódico. El paso siguiente es dolarizar la
economía, una versión radical de la convertibilidad del peso con el dólar que
en lo años noventa, durante la presidencia de Carlos Menem, llevó el IPC a un
dígito. “A partir de 1993, Argentina fue el país con menos inflación del mundo.
Fue el programa más exitoso de la historia argentina”, dice Milei.
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*Corresponsal de EL PAÍS en
Argentina desde 2016. Fue editor de la edición América. Es licenciado en
Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires y máster en
Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona
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