Kafka, con esta frase, está expresando una visión intensa y profunda sobre la literatura y su propósito. Lo que quiere decir es que la lectura verdadera no debería dejarnos indiferentes. Para él, un buen libro no es simplemente entretenimiento o una distracción, sino una experiencia transformadora, que 𝘀𝗮𝗰𝘂𝗱𝗲 𝗮𝗹 𝗹𝗲𝗰𝘁𝗼𝗿 𝘆 𝗿𝗼𝗺𝗽𝗲 𝗹𝗮 𝗶𝗻𝗲𝗿𝗰𝗶𝗮 𝗲𝗺𝗼𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹 𝗼 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗹𝗲𝗰𝘁𝘂𝗮𝗹 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲 𝗲𝗻𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮𝗿𝘀𝗲.Veámoslo por partes:"𝗦𝗶 𝗲𝗹 𝗹𝗶𝗯𝗿𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗲𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗻𝗼 𝗻𝗼𝘀 𝗱𝗲𝘀𝗽𝗶𝗲𝗿𝘁𝗮 𝗰𝗼𝗻 𝘂𝗻 𝗽𝘂ñ𝗲𝘁𝗮𝘇𝗼 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗰𝗮𝗯𝗲𝘇𝗮..."Aquí Kafka usa una metáfora fuerte: el libro debe despertarnos, golpearnos como una sacudida, como algo que altera nuestro estado de conciencia, que nos obliga a ver o sentir algo de forma distinta."¿𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗾𝘂é 𝗹𝗲𝗲𝗿𝗹𝗼?"Esta pregunta retórica subraya su postura: si la lectura no tiene ese poder de transformación o impacto, entonces, para él, carece de verdadero valor."𝗨𝗻 𝗹𝗶𝗯𝗿𝗼 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲𝗿 𝗲𝗹 𝗵𝗮𝗰𝗵𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗿𝗼𝗺𝗽𝗮 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮 𝗺𝗮𝗿 𝗰𝗼𝗻𝗴𝗲𝗹𝗮𝗱𝗮..."Esta es la imagen más potente. Kafka ve al ser humano como alguien que puede estar atrapado en una "mar congelada" interior: una mezcla de pasividad, indiferencia, dolor reprimido o emociones estancadas. El libro, entonces, debe actuar como un hacha, algo que rompe esa rigidez y nos permite sentir, pensar o vivir de nuevo.𝙀𝙣 𝙧𝙚𝙨𝙪𝙢𝙚𝙣, Kafka cree que la literatura debe remover, incomodar, despertar. No basta con que sea bella o entretenida; debe tocarnos en lo más profundo y romper nuestras capas de hielo internas.
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