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miércoles, 24 de septiembre de 2025

CAPTURA DEL ESTADO - DEMOCRACIAS CAPTURADAS: EL GOBIERNO DE UNOS POCOS - LA CAPTURA DE LAS ÉLITES DE LAS DECISIONES SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS -[C.L.A.C.S.O] Capítulo II - - Autora: ROSA CAÑETE ALONSO

 



II. DEMOCRACIAS CAPTURADAS: EL GOBIERNO DE UNOS POCOS - LA CAPTURA DE LAS ÉLITES DE LAS DECISIONES SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS

 

En este texto nos centraremos en estudiar la captura como

“el ejercicio de influencia abusiva por una élite – en favor de sus intereses y prioridades y en detrimento del interés general– sobre el ciclo de políticas públicas y los organismos del Estado, con efectos potenciales en la desigualdad y en el correcto desempeño de la democracia”.

 

De acuerdo con la definición anterior, las élites (actores que son dueños o tienen acceso privilegiado a recursos de poder a los que no acceden o con los que no cuentan otros grupos de población) pueden doblegar cualquier etapa del ciclo de políticas públicas (debate, formulación, implementación e incluso la evaluación de políticas), afectando negativamente.

 

• El Nobel de economía George J. Stigler fue uno de los primeros en referirse al fenómeno al definir la captura regulatoria como “los usos potenciales de recursos y poderes públicos para mejorar el estatus económico de grupos económicos (como industrias y ocupaciones)”, y afirmar que “cada industria u ocupación que tiene suficiente poder político para utilizar el Estado buscará controlar la entrada [de nuevos competidores]”.

 

• Paul Johnson define una institución capturada como aquella que “está bajo la influencia de los intereses económicos de los grupos que están mayormente afectados por sus decisiones y políticas”.

 

• Janine Wedel define la captura del Estado como la “manipulación ilícita y no transparente del poder del Estado para beneficiar a intereses privados, sean políticos o empresas privadas”.

 

• J. Hellman y James G. Kaufmann definen la captura del Estado como “empresas determinando y afectando la formulación de las reglas del juego a través de pagos privados a funcionarios y políticos”.

 

• El Fondo Monetario Internacional la define como “el esfuerzo de empresas para moldear las leyes, políticas y regulaciones del Estado para su propio beneficio a través de la provisión de ganancias privadas ilícitas a funcionarios públicos”.

 

• El Banco Mundial define la captura como “la capacidad de algunos actores en la arena política de ser capaces de diseñar o implementar una política que maximiza sus beneficios privados ante el bienestar social debido a su mayor poder de negociación”.

 

• Oxfam América, en su documento Political Rigging, define la captura como “proceso en el que actores, difuminando el poder oficial y privado, transforman un sistema, parcial o totalmente, para que favorezca a una élite minoritaria a expensas de la mayoría no privilegiada”.

 

• John Crabtree y Francisco Durand al hablar de captura política la definen como el “proceso en el cual las élites económicas del poder, a pesar de la vigencia de las instituciones democráticas, utilizan una fuerza política abrumadora para proteger y proyectar sus intereses económicos sobre el Estado, negociando, aislando o simplemente ignorando las voces discordantes gobierno a gobierno (…) [y que] iría, sin embargo más allá del Estado como tal al incluir una gama de actividades relacionadas con la formación de la opinión pública”.

 

• Manuel Villoria define la captura de políticas como “el control por grandes grupos de interés de áreas de políticas dentro de un Estado, de forma tal que los gobernantes no pueden –ni muchas veces quieren– formular políticas autónomamente en ese ámbito”

 

Tampoco consideran el interés general o de otros grupos de población con escasa o nula participación o representación en dicho proceso.

 

En este sentido, para analizar la captura de una política se deben tomar en cuenta varios elementos.

 

Una tesis sobre cómo ocurre el fenómeno de captura se podría ejemplificar de la siguiente forma:

--- Una élite que cuenta con determinados recursos de poder (por ejemplo, económicos), en un contexto específico (por ejemplo, una elección gubernamental) donde operan variables o elementos facilitadores de la captura (por ejemplo, una regulación deficiente sobre la financiación privada de campañas para cargos públicos), podría crear el espacio para que dicha élite utilice su poder a través del uso de algún mecanismo de influencia (por ejemplo, la financiación ilícita de la campaña de un determinado candidato con la expectativa de que éste pueda favorecerle en el futuro cercano, cuando asuma un cargo público).

 

La consecuencia de dicha captura en la desigualdad, bien podría verse reflejada tanto en el bloqueo a iniciativas públicas con impacto redistributivo (por ejemplo, a reformas tributarias donde el componente de impuestos directos adquiera mayor peso sobre la presión fiscal total) como en el mantenimiento o reforzamiento de una narrativa o discurso que justifica privilegios (por ejemplo, captura de ideas o del debate donde la élite y actores afines a la misma, que inundan los medios de comunicación justificando el mantenimiento de cuantiosos incentivos fiscales como estrategia de promoción de la inversión o el fomento del empleo).

 

Cabe mencionar que

la captura de ideas o del debate se ha mostrado como una estrategia recurrente de las élites de la región latinoamericana y del Caribe cuando se pretenden aprobar iniciativas públicas para reducir desigualdad.

 

En este informe evaluaremos si la influencia de las élites en el diseño y ejecución de las políticas fiscales desde 1990 hasta 2017 fue o no un aspecto determinante para que éstas no hayan sido efectivas en la lucha contra la desigualdad y la pobreza.

 

Centraremos nuestro análisis en las élites políticas y económicas, dejando de lado otras élites como las militares, religiosas o las mafias, que también pueden jugar, dependiendo en qué contextos, un rol importante en la captura de políticas públicas y el Estado.

 

Como se explica más adelante, las élites políticas y económicas utilizan su capacidad de influencia desmedida para moldear las políticas fiscales en función de sus intereses económicos o partidarios y por encima del bien común.

 

La línea divisoria entre ambas élites muy a menudo se difumina, la puerta giratoria o el avance del empresariado en la política no deja claro dónde acaba una y empieza la otra. En general, la captura de las políticas fiscales ocurre con ambas élites actuando de manera articulada para conseguir sus intereses, unos de corte más político y otros vinculados al beneficio económico, pero ambos alejados del bien común.

 

Es importante tener en cuenta en el análisis el rol de las élites políticas en la captura del Estado a través del clientelismo y la corrupción.

 

Las élites políticas han utilizado al Estado, sus políticas y recursos, con fines políticos para captar votos. También han usado los recursos públicos para su propio beneficio personal y partidario y, muy a menudo, de la mano de las élites empresariales.

 

La corrupción ha sido un mal difícil de superar en la región y ha atravesado gobiernos de todo signo o corriente ideológica.

 

Tanto las élites políticas como las económicas son mayoritariamente masculinas. Son pocas las mujeres que llegan a formar parte del club de los poderosos. Solo un 30% de los escaños parlamentarios en América Latina y el Caribe están ocupados por mujeres. Solo un 26% de los gabinetes ministeriales y un 27% de los directorios de los Bancos Centrales están ocupados por mujeres en la región.

 

A nivel de la élite económica ocurre igual. En 2017, existían 89 personas con fortunas superiores a mil millones de dólares en América Latina y el Caribe, sólo 16 de ellas son mujeres. Por lo tanto, el fenómeno de la captura del Estado afecta de forma diferenciada a hombres y mujeres. Las élites que pueden capturar las políticas públicas y el Estado son mayoritariamente masculinas. Ocurre al contrario con la población que sufre las consecuencias de la captura.

 

A continuación, se analizarán las variables o elementos que facilitaron u obstaculizaron los procesos de captura como, por ejemplo, la concentración del poder político, el grado de politización del Poder Judicial, la configuración de los partidos, la falta de marcos regulatorios, la concentración del poder económico y las redes de élites corporativas, la ideología dominante o el nivel organizativo de la ciudadanía para posicionar sus demandas, entre otros.

 

En el texto también exploraremos algunos de los mecanismos utilizados por las élites para capturar la política fiscal.

Estos mecanismos son usados tanto por élites económicas como políticas y en muchos casos estas élites operan de forma articulada.

Algunos son legales y otros ilegales, pero todos acaban garantizando los privilegios de unos pocos sobre los derechos de las grandes mayorías 

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