BYUNG-CHUL
HAN: "LA HIPERCOMUNICACIÓN ESTABLECE CONTACTOS PERO DESTRUYE NUESTRAS
RELACIONES"
- 7
noviembre 2020 – publicado por “CULTURA INQUIETA”
***Byung-Chul Han
(Seúl, 1959) es uno de los pensadores más subversivos de Alemania.
Byung-Chul Han, ex
metalúrgico coreano que se convirtió en profesor de filosofía en Berlín, confía
poco en los medios de comunicación.
Byung-Chul Han es un
destacado diseccionador de la sociedad del hiperconsumismo, que empezó a
interesarse por la Filosofía por un problema de exceso de atención. Leía
demasiado despacio.
Su incapacidad para
adecuar su ritmo de lectura al que, según él, exige la literatura, le llevó a
interesarse por la primera de las ciencias.
Compartimos una
entrevista al filosofo alemán Byung-Chul
Han, para la publicación francesa Phychopolitics en la que evoca el narcisismo
contemporáneo y la desaparición de la cercanía y la amistad.
"La
hipercomunicación actual solo establece contactos pero destruye relaciones.
Elimina la distancia, pero al mismo tiempo destruye la cercanía y la
amistad".
***Entrevistador: El "otro", dices, desaparece.
¿Cuáles son las causas de esta desaparición?
Byung-Chul
Han:
El otro es algo que
duele; sin embargo, hoy evitamos cualquier forma de lesión. No queremos
arriesgar nada. Espolvoreamos energías libidinosas a medida que diversificamos
nuestras inversiones, para evitar una pérdida total.
***También nos comunicamos mucho. ¿No es esto una prueba de que
las relaciones están más vivas que nunca?
Byung-Chul
Han:
La hipercomunicación
actual solo establece contactos pero destruye relaciones. Elimina la distancia,
pero al mismo tiempo destruye la cercanía y la amistad.
En un poema de amor,
Paul Celan escribe: “Estás tan cerca como si ya no estuvieras aquí.»
La proximidad está
ligada a la distancia. Si el alejamiento se destruye por la ausencia de distancia,
la cercanía e incluso el amor se destruyen.
***En tus obras acusas de narcisismo. Pero no es una invención
de nuestro tiempo ni de nuevas tecnologías. ¿Cuál crees que es la especificidad
del narcisismo contemporáneo?
Byung-Chul
Han:
El narcisismo actual
se basa en el vacío. El ego se ha empobrecido mucho en formas de expresión
estables con las que podría identificarse y que le darían una identidad firme.
Hoy nada dura, nada
persiste. Este carácter efímero actúa sobre él, lo desestabiliza, lo hace perder
las certezas.
Es precisamente esta
incertidumbre, este miedo por uno mismo lo que conduce al funcionamiento
“vacío” del ego.
En reacción, el
individuo intenta en vano que ocurra. Esta es, por ejemplo, la manía por las
selfies.
En realidad, estos no
se generan por vanidad o enamoramiento, sino que ilustran con precisión este
vacío interior.
En lugar de un ego
narcisista estable, se trata de un "narcisismo negativo".
***Internet y las nuevas tecnologías también permiten la
creación de comunidades de intercambio y el desarrollo de redes de ayuda
mutua...
Byung-Chul
Han:
En todas partes, la
gente habla de compartir y de comunidad. Se supone que la economía de
"compartir" reemplaza a la economía de propiedad.
Un centro de
carpooling digital como WunderCar en Alemania, que nos convierte a cada uno de
nosotros en taxistas, también está promocionando la idea de “comunidad”.
Pero nos equivocamos
al creer que la economía colaborativa, como afirma Jeremy Rifkin en su
libro The New Society of Zero Marginal Cost (Los Vínculos que
Liberan), es un paso hacia el fin del capitalismo, hacia una sociedad global,
donde lo colectivo tendría más importancia que la propiedad.
Es lo contrario: la
economía colaborativa conduce en última instancia a la comercialización total
de la vida.
Airbnb, por ejemplo,
una plataforma comunitaria que convierte cualquier hogar en un hotel, llega
incluso a proporcionar un marco económico para la hostelería. En una sociedad
basada en la evaluación mutua, todo se comercializa, incluida la amabilidad.
Nos volvemos amables para tener mejores apreciaciones. Incluso en el corazón de
la economía colaborativa reina la dura lógica del capitalismo.
En este hermoso
compartir, paradójicamente, nadie se deshace voluntariamente de nada.
***Los recientes movimientos de concentración, provocados entre
otras cosas por los atentados en Francia, ¿no son una prueba de que en la menor
oportunidad estamos dispuestos a encontrarnos de nuevo y que la solidaridad
persiste?
Byung-Chul
Han:
No veo ninguna señal
de verdadera solidaridad aquí. El sujeto neoliberal no es capaz de tener
relaciones con otros que serían inútiles. Porque es su propio emprendedor:
optimiza y opera él mismo de forma voluntaria. La autoexplotación es más eficaz
que la explotación por parte de un tercero: produce mejores frutos porque va de
la mano del sentimiento de libertad.
El sistema neoliberal
sigue destruyendo la solidaridad. En el pasado, las empresas competían entre
sí. Dentro de la organización, en cambio, la solidaridad era posible. Hoy en
día, todos compiten con todos los demás, incluso "en" el negocio.
Esta competencia absoluta ciertamente aumenta la productividad, pero destruye
la solidaridad y el espíritu de comunidad.
*** ¿Cómo escapar de este oscuro futuro?
Byung-Chul
Han:
El neoliberalismo
conduce a un vacío y angustia existencial. Y siempre destruye más seguridad,
más y más enlaces. Ninguna profesión es inmune hoy. Nadie se siente seguro en
este sistema puramente competitivo. Muchos padecen ansiedades difusas: miedo a
no estar a la altura, a fracasar, a abandonar.
Nada es sólido, nada
es duradero. Vivimos en una sociedad de miedo. Surge así una nostalgia por el
vínculo obligatorio que utilizan tanto el fundamentalismo islámico como el
extremismo de derecha.
En una entrevista,
Michel Houellebecq dice que varias muertes a su alrededor en poco tiempo lo
impulsaron a escribir su novela. Sumisión..
Su ateísmo no pudo
digerir la muerte de su amado perro ni la de sus padres. La pérdida fue, para
él, casi insoportable.
El protagonista de su
novela, François, impulsado por un nostálgico deseo de vínculos, de obligación,
también se lanza en busca de sentido.
El título original de
la novela no iba a ser Sumisión , sino Conversión..
En el proyecto inicial, el narrador se convirtió al catolicismo. En la versión
final, se aleja del Occidente decadente y exhausto y se convierte en musulmán.
Lo que necesitamos hoy
es otro tipo de vida capaz de crear obligación y vínculo, sin que esto se
traduzca en violencia y exclusión.
Una especie de vida en
la que se le dará espacio a la espiritualidad más allá del esoterismo, visto
como una forma de terapia que solo repara los daños causados por el sistema.
Un tipo de vida en la
que un verdadero don, un verdadero espíritu de compartir será
posible más allá de compartir.
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