Paulo Freire, a 19 años de su partida - 5 mayo del 2016 - teleSUR.
EL LEGADO DEL PEDAGOGO BRASILEÑO
A 19 años de la partida física del educador brasileño Paulo
Freire, su pensamiento pedagógico continúa vigente.
En palabras de Paulo Freire la educación “es un proceso de
conocimiento, formación política, manifestación ética, búsqueda de belleza,
capacitación científica y técnica”.
Freire es reconocido como uno de los pedagogos más influyentes
de América Latina.
Promovió una educación humanista dirigida a integrar al
individuo a la realidad nacional.
“La práctica educativa es todo esto: efectividad, alegría,
capacidad científica, dominio técnico al servicio del cambio”, sostenía Freire.
Entre sus obras destacan La educación como práctica de la
libertad, Educación y cambio, y La pedagogía del oprimido. Esta última fue la
base de su propuesta educativa.
Desde esta perspectiva definió la educación como un proceso
destinado a la liberación y el desarrollo de la conciencia crítica.
“La gran tarea humanista e histórica de los oprimidos: liberarse
a sí mismo y liberar a los opresores”.
Para Freire la alfabetización era la mejor vía para la
liberación. Gran parte de su carrera la dedicó a alfabetizar a los adultos.
Sus propuestas también influyeron en las nuevas ideas
liberadoras de América Latina.
Cinco frases para recordar a Paulo Freire
1. “Enseñar exige seguridad, capacidad profesional y
generosidad”.
2. “No hay palabra verdadera que no sea unión inquebrantable
entre acción y reflexión”.
3. “Nadie educa a nadie —nadie se educa a sí mismo—, los hombres
se educan entre sí con la mediación del mundo”.
4. “Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo.
Por eso, aprendemos siempre”.
5. “El hombre es hombre, y el mundo es mundo. En la medida en
que ambos se encuentran en una relación permanente, el hombre transformando al
mundo sufre los efectos de su propia transformación”.
Educación: conocé en qué consiste el método de alfabetización de
Paulo Freire
Universia.
Hoy, 2 de mayo, se cumplen 19 años de la muerte del educador brasileño
Paulo Freire. Considerado una figura referente en área de la enseñanza, Freire
impulsó su propio método de alfabetización, el cual influyó las renovaciones
pedagógicas que tuvieron lugar en América Latina, África y Europa durante la
segunda mitad del siglo XX.
Su propuesta consistió en la promoción de una educación
humanista y la transformación total de la sociedad, a través de la liberación
del individuo y el desarrollo de su conciencia crítica.
Paulo Reglus Neves Freire nació el 19 de septiembre de 1921 en
Recife, capital del estado de Pernambuco. Estudió filosofía y psicología del
lenguaje en la Facultad de Derecho de la Universidad de Recife y en 1959 se
doctoró en Filosofía e Historia de la Educación con la tesis “Educación y
actualidad brasileña”, documento que sentó las bases de su método.
Apoyado en los principios de diálogo e independencia, el método
Freiriano se opone al sistema unidireccional de educación, concebido como un
instrumento de opresión, y propone el establecimiento de un nuevo vínculo entre
los profesores y sus alumnos.
De acuerdo con lo expuesto en su libro “Pedagogía del oprimido”
(1968), existen dos tipos de educación, la domesticadora y libertadora,
las cuales se contraponen de forma directa.
La primera, también llamada “Educación Bancaria”, posiciona al
docente como figura central del proceso de enseñanza.
Bajo esta lógica, el educador posee el monopolio del
conocimiento y es responsable de imponer el saber al educando, en tanto estos
últimos adoptan una posición pasiva y se limitan a practicar la memorización
mecánica cómo método de estudio.
“El educador es el que sabe, los educandos los que no saben; el
educador es el que piensa, los educandos los objetos pensados; el educador es
el que habla, los educandos los que escuchan dócilmente”, señaló Freire al respecto.
La segunda, también conocida como “Educación Problematizadora”,
fue elaborada por Freire como una alternativa a la primera, con el cometido de
eliminar la dicotomía entre educadores y educandos, destruir la pasividad de
estos últimos y estimularlos a transformar su realidad.
En este contexto, el dialogo cobra una gran importancia, ya que
funciona como instrumento de liberación y construcción de la conciencia crítica
de los alumnos, transformándolos en creadores y sujetos de su propia historia.
El método de enseñanza de la alfabetización que propone Paulo
Freire comprende tres fases.
1. La primera, denominada “estudiar el contexto”, consiste en
determinar y registrar el vocabulario utilizado en el medio cultural de los
educandos.
2. La segunda consiste en seleccionar palabras “generadoras” o
“generativas” de entre el vocabulario descubierto. Es decir, aquellas que
poseen mayor contenido emocional, y que además, son capaces de generar otras.
3. La tercera, el proceso real de alfabetización, abarca tres
sub fases.
En primer lugar, las sesiones de motivación, que tienen el
propósito de estimular debates entre los educandos acerca de las situaciones y
problemáticas que atraviesan.
Luego, el desarrollo de materiales de aprendizaje, como por
ejemplo láminas y diapositivas, que descompongan las palabras “generadoras” en
sílabas o ilustren situaciones donde estas intervengan.
Y por último, la decodificación, que consiste en que los
educandos promuevan nuevas combinaciones a partir de las palabras “generadoras”
y estudian la relación entre estas y la realidad que significan.
Paulo Freire: conoce a la figura que marcó la historia de la
pedagogía
Universia.
Paulo Freire nació en Recife, Brasil, en 1921, y falleció el 2
de mayo de 1997. Hasta el día de hoy se lo recuerda como una de las
figuras más importantes de la pedagogía y la educación, sobre todo por su
trabajo y obra en pos de la alfabetización de los adultos.
Al cumplirse 19 años de su muerte, en esta nota te acercamos los
principales datos de su vida y obra, así como enlaces para que consigas sus
mejores libros.
Aunque en principio estudió para convertirse en abogado, Freire
siempre se mostró interesado en la educación, y luego de defender su primera
causa en la profesión legal decidió abandonar esta carrera para dedicarse de
lleno a la enseñanza y al trabajo con la población más vulnerable.
Primero en escuelas secundarias, luego en un proyecto educativo
junto a sacerdotes, más tarde como vicerrector y rector de la Universidad de
Recife, el pedagogo siempre abogó por una educación humanista, transformadora,
que liberara al individuo y fomentara su conciencia crítica.
Consciente del problema de analfabetismo adulto que enfrentaba
su país natal, Freire dedicó gran parte de su vida a procurar que las personas
aprendieran a leer y a escribir, con una metodología pedagógica única que en
1970 y 1980 se llamaría “método Paulo Freire”.
Su bibliografía es extensa y fuente de referencia en todo el
mundo.
“La pedagogía del oprimido”, libro publicado en 1969, es una
obra de referencia para el mundo de la educación, en la que el autor critica
“la pedagogía alienante y elitista del poder establecido”.
Además, Freire publicó otras obras de gran influencia como La
educación como práctica de la libertad (1969), Introducción a la acción
cultural (1969), Sobre la acción cultural (1971), y Alfabetización: Lectura de
la palabra y lectura de la realidad (1989), entre otros.
Con motivo de la dictadura militar en Brasil, y luego de ser dos
veces encarcelado por su “método subversivo”, Freire se exilió en Bolivia y
luego en Chile, donde impartió clases en la Universidad Católica de Santiago y
se desempeñó como asesor especial de la Oficina Regional de la UNESCO. Allí,
enfocó su labor al trabajo con los campesinos analfabetos. En 1969 comenzó a
impartir clases en la Universidad de Harvard, Estados Unidos.
LA PEDAGOGÍA DE FREIRE
Tal como se indica en este artículo publicado por expertas de la
Universidad Francisco Gavidia (El Salvador), Paulo Freire basó su
pedagogía en una liberación del individuo a través de la educación, teniendo en
cuenta el contexto económico, social, cultural e histórico de cada estudiante.
Su técnica pedagógica propone que los maestros observen
cuidadosamente el universo de sus estudiantes, se adapten a su propio
vocabulario y los incentiven a “salir de la cultura del silencio” para
reconocerse como protagonistas de su propia cultura.
http://www.radiolaprimerisima.com/articulos/6444
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