LA ULTRADERECHA ASCIENDE EN EL MUNDO CON EL SÉQUITO DE MUSK,
TRUMP, SILICON VALLEY Y LA OSCURA IDEOLOGÍA QUE HAY TRAS ELLOS
POR CHEMA MOLINA* – 13
enero 2025·
Figuras como Donald Trump, Elon Musk, Santiago Abascal, Javier
Milei o Viktor Orbán configuran una entente internacional de la ultraderecha.
Sus objetivos trascienden la mera conquista del poder, un hito que varios de
ellos ya han logrado en sus respectivos contextos nacionales. Lo que está en
juego es nada menos que el futuro de los sistemas democráticos occidentales.
La estrategia de estos líderes se centra en dinamitar las bases
de los Estados de derecho, debilitando las instituciones democráticas para
implementar una agenda autoritaria.
Entre sus prioridades destacan los ataques directos contra el
movimiento feminista y el colectivo LGTBIQ+, además de intensificar la
hostilidad hacia la migración, especialmente la procedente de países de mayoría
musulmana, a la que han convertido en su principal chivo expiatorio.
Mientras esta red de la ultraderecha sigue expandiendo su
influencia a nivel global, los gobiernos democráticos de Occidente enfrentan un
reto crucial: encontrar respuestas efectivas para frenar su avance sin
comprometer los principios que defienden.
LA RED OSCURA DE MUSK Y TRUMP
El pasado 4 de enero, Giorgia Meloni, primera ministra de
Italia, se reunió con Donald Trump en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida.
El expresidente estadounidense no escatimó elogios, calificándola como una
líder «fantástica» que ha «sacudido» Europa. Desde el entorno de Trump,
aseguran que Meloni es «una gran aliada», subrayando la sintonía que ambos
líderes comparten en su visión política.
Elon Musk, el magnate detrás de SpaceX, también ha forjado una
relación cercana con Meloni. De hecho, tras su encuentro con Trump, el Gobierno
italiano confirmó que negocia con SpaceX un acuerdo valorado en 1.500 millones
de euros para utilizar el sistema de satélites Starlink en comunicaciones
seguras. Este potencial convenio subraya la conexión entre los intereses
tecnológicos y la nueva agenda política de la ultraderecha.
Viktor Orbán es el principal referente europeo de las políticas
iliberales
En el ámbito europeo, el presidente húngaro, Viktor Orbán,
emerge como el principal referente de las políticas iliberales que inspiran
esta ola reaccionaria. Bajo su liderazgo, Hungría se ha convertido en un
laboratorio de ideas antidemocráticas, con políticas dirigidas contra los
derechos del colectivo LGTBIQ+, el feminismo, la pluralidad informativa y la
migración.
Estas medidas han provocado sanciones económicas de la Comisión
Europea, incluida la retención de fondos millonarios como respuesta a los
ataques de Orbán al Estado de derecho.
La reciente victoria de Trump fue celebrada con entusiasmo por
Meloni y Orbán, pero también por otros líderes de la ultraderecha
internacional, como el holandés Geert Wilders, el español Santiago Abascal y la
alemana Alice Weidel, quien se perfila como una figura clave en los próximos
comicios alemanes.
Esta red de líderes y alianzas no solo redefine las estrategias
de la ultraderecha, sino que proyecta interrogantes sobre el futuro de las
democracias occidentales y la capacidad de sus instituciones para enfrentar
esta amenaza.
Batalla abierta entre la UE y Elon Musk
Alice Weidel, líder del partido populista y antiinmigración
Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán), afronta las
elecciones federales del próximo 23 de febrero con un notable ascenso en las
encuestas. La formación, que ocupa el segundo lugar en intención de voto, ha
sido señalada por sostener ideas abiertamente nazis.
En este contexto, Musk ha dado un respaldo contundente a Weidel
y su partido. El magnate organizó el 9 de enero un directo con la líder
ultraderechista, brindándole un altavoz global que podría traducirse en un
impulso significativo para sus aspiraciones electorales.
Musk ya había expresado que «solo AfD puede salvar Alemania».
Mientras, dirigió duros descalificativos al actual canciller Olaf Scholz, al
que calificó de «tonto» e «idiota incompetente».
La Comisión Europea ya advirtió que X no cumple con el
Reglamento de Servicios Digitales
El apoyo explícito de Musk y las políticas de moderación de X
han encendido las alarmas en la Unión Europea. La Comisión Europea ya había
señalado que la plataforma no cumple con el Reglamento de Servicios Digitales,
especialmente en lo referente a la moderación de contenidos y la publicidad.
Esta situación se agrava ante las denuncias de manipulación algorítmica que,
según la eurodiputada alemana de Los Verdes Alexandra Geese, favorecen las
publicaciones de extrema derecha mientras «ahogan el contenido progresista».
Los Verdes han instado al Ejecutivo comunitario a investigar la
falta de neutralidad del algoritmo de X, que, aseguran, opera «en beneficio de
Musk y sus intereses políticos».
La preocupación por el impacto de estas dinámicas en el proceso
electoral alemán pone de manifiesto la creciente influencia de las plataformas
tecnológicas en el tablero político global y las dificultades para regularlas
eficazmente.
El papel de Macron y Starmer
El presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro
británico, Keir Starmer, han lanzado duras críticas contra Elon Musk, a quien
acusan de fomentar una «internacional de reaccionarios» utilizando la
desinformación como principal herramienta. Estas declaraciones surgen tras las
controversias protagonizadas por el propietario de X, que refuerzan su
alineación con figuras de la ultraderecha global.
Musk intensificó las tensiones al acusar, sin pruebas, al líder
británico Keir Starmer de ser «cómplice» en un escándalo de violaciones
ocurrido hace una década en Reino Unido. Esta afirmación llega en un momento en
el que Musk también ha solicitado libertad para Tommy Robinson, un
ultraderechista británico condenado por difamar a un menor refugiado sirio,
víctima de bullying.
Sin embargo, no todas las figuras de la derecha británica
respaldan esta postura. Nigel Farage, líder del partido Reform UK y uno de los
principales promotores del brexit, ha expresado su desacuerdo con Musk en
relación a Robinson, negándose incluso a admitirlo en su formación política.
Esta decisión ha provocado un ataque directo del magnate, quien declaró: «El
Partido Reform UK necesita un nuevo líder. Farage no tiene lo que hace falta».
Hasta hace poco, Farage buscaba apoyo financiero de Musk, que
había prometido hasta 100.000 dólares para Reform UK. No obstante, parece que
el empresario ha cambiado de estrategia. Este giro ha generado suspicacias
sobre las intenciones de Musk y su creciente injerencia en la política
internacional.
Las oscuras ideas que hay detrás
Detrás de figuras como Elon Musk, Donald Trump, Viktor Orbán y
otros líderes de la ultraderecha global subyace una filosofía que rechaza los
principios fundamentales de la democracia liberal y la igualdad.
Se trata de la llamada «ilustración oscura», un movimiento
ideológico que ha cobrado fuerza en los últimos años, especialmente en círculos
tecnológicos y empresariales como Silicon Valley.
Curtis Yarvin y Nick Land son los ideólogos de la ilustración
oscura
Los impulsores de esta corriente son Curtis Yarvin y Nick Land,
pensadores que consideran a la democracia liberal un sistema «decadente»,
incapaz de afrontar los retos económicos.
Según ellos, este modelo debería ser sustituido por un
«feudalismo tecnológico moderno», donde los Estados funcionarían como
corporaciones y los líderes actuarían como directores ejecutivos soberanos.
En este sistema, las decisiones estarían orientadas
exclusivamente por criterios de rentabilidad, libres de las «cadenas» de la
democrática.
El Centro Europeo de Estudios sobre el Populismo apunta que esta
ideología ha sido etiquetada como neofascista debido a su enfoque elitista y
autoritario, que busca desmantelar el Estado de derecho y las instituciones
representativas.
La propuesta de un orden político controlado por una élite
tecnocrática, que gobierne sin la intervención de la ciudadanía, ha encontrado
eco en personalidades influyentes del ámbito político y tecnológico.
En el entorno de Trump, la «ilustración oscura» ha tenido un
impacto notable. Uno de sus principales exponentes es JD Vance, el
vicepresidente electo de Estados Unidos, quien ha adoptado abiertamente ideas
asociadas a esta corriente. Su influencia en las decisiones futuras de la
Administración estadounidense puede marcar un giro hacia políticas que
prioricen el autoritarismo y la eficiencia empresarial sobre los valores
democráticos tradicionales.
El ascenso de esta filosofía no solo formula preguntas sobre el
futuro de las democracias occidentales, sino que también resalta cómo Silicon
Valley y otros sectores tecnológicos se están convirtiendo en epicentros de
nuevas ideologías que alteran los cimientos del orden político democrático.
¿Antídotos contra la ultraderecha?
El auge de las ideologías neorreaccionarias, como la
«ilustración oscura» y otras corrientes afines, plantea, por tanto, un desafío
creciente para las democracias de todo el mundo. Año tras año, estas ideas
ganan influencia en los ámbitos institucional, político y social, dejando una
pregunta en el aire: ¿cómo detener su avance?
Un informe del Centro de Investigación sobre el Extremismo
(C-REX) ofrece una hoja de ruta con posibles soluciones. Algunas de ellas están
en sintonía con las expuestas por el politólogo neerlandés y experto en
derechas radicales y populistas Cas Mudde. Entre las propuestas destaca el
fortalecimiento de los valores democráticos y la protección de los derechos de
las minorías, como pilares fundamentales para contrarrestar la agenda
autoritaria.
El C-REX subraya la necesidad de abordar la desinformación
El documento subraya también la necesidad de abordar la
desinformación, un arma clave en la estrategia de la ultraderecha. Combatir las
fake news, educar sobre los riesgos del extremismo y fomentar el pensamiento
crítico en la población son medidas imprescindibles para evitar que estas ideas
calen aún más en la sociedad.
Además, el informe propone crear coaliciones sociales anti-ultra-derechistas,
que involucren a diferentes sectores de la sociedad civil.
Por último, el estudio enfatiza la importancia de abordar las
desigualdades económicas, que suelen ser terreno fértil para el crecimiento de
las ideologías extremas. Promover políticas inclusivas y garantizar una
distribución más equitativa de los recursos podría reducir significativamente
el apoyo a estos movimientos.
Sin embargo, el desafío no radica solo en identificar las
soluciones, sino en encontrar la voluntad política y social para
implementarlas.
En un momento crítico para las democracias occidentales, la
pregunta es si se actuará a tiempo para frenar esta amenaza.
*Graduado
en Periodismo por la UCM y Máster de Análisis Político y Electoral de la UC3M.
Empezó en la radio de la universidad y en la televisión local de Socuéllamos.
Actualmente, es redactor de vídeo en Público, donde combina sus dos grandes
intereses: la información política y el mundo audiovisual.
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